Contratamos a la Feña para nuestro matrimonio en Noviembre de 2014. Desde el principio (desde los mails que nos enviamos) ella se mostró muy entusiasmada por inmortalizar nuestro día a través de su arte, es más, nos invitó a su casa para que nos conocieramos más, y aparte de ser muy simpática y cercana, estaba interesada en que todo quedara como nosotros queríamos, con todos los más mínimos detalles. Luego dejamos de vernos/hablarnos hasta el momento del matrimonio. Ella llegó muy puntual (3 PM) al hotel donde yo me arreglaba en ese momento ya supe que habíamos tomado la decisión correcta con la Feña, ella estuvo encargada de las fotos, de ayudarme con el maquillaje, vestido, de tranquilizarme a mi, a mi mamá y hermana que estaban tanto o más nerviosas que yo, y de hacer toda "la previa" más amena. Durante la ceremonia, nuestra sesión y la fiesta ella fue de lo más apañadora, aperrada, todo el rato preocupada de nosotros, las fotos que queríamos, a quienes queríamos que les sacara más fotos. Entremedio aprovechaba de animar la fiesta, y para qué decir que se quedó hasta que cerramos el local!

En los aspectos más formales, creo que la relación precio-calidad fue más que razonable, el resultado de las fotos fue por sobre lo esperado, ella no pone límites como otros que coticé en su momento (de horas de trabajo o de fotos que entrega por evento) lo cual creo que es difícil de encontrar hoy. Si tuviera que elegir de nuevo creo que lo haría un millón de veces. A través de su forma de ser y de su arte queda súper demostrado lo profesional y apasionada que es por su trabajo. 

Javiera Salvador Uauy. 

La Feña fue fotógrafa de nuestro matrimonio y puedo decir que tengo las mejores fotos como recuerdo! Me encantan las fotos espontáneas, que retratan el momento como fue. Hoy las veo y son como rememorar cada hermoso minuto. Sin duda alguna la Feña tiene un don, además de ser super jugada en todo aspecto desde viajar a lugares lejanos hasta adoptar posiciones insólitas para capturar el momento. La recomiendo 100%, a ojos cerrados y con las manos en el fuego.