Soy fotógrafo hace 13 años y desde hace 6 fotografío matrimonios. Todo comenzó en el matri de uno de mis mejores amigos. Llevé mi cámara, sólo para "jugar" y resultó una tremenda experiencia. A los novios les gustaron las fotos y otros amigos, y amigos de amigos, empezaron a pedirme que les hiciera el reportaje de sus matris.

La historia llega al día de hoy. En estos años he tenido la oportunidad de fotografiar matrimonios en distintas partes del mundo; desde Chile hasta España, pasando por Argentina y EEUU... y no importa el rito, la edad, el sexo o el número de invitados, todos los matris comparten algo: la ilusión de los novios y de quienes les acompañan.

Creo en la naturalidad de las cosas por eso mis fotos pretenden captar la esencia de cada persona y cada momento, sin artificios, sin forzar. En un matri hay un sinfín de emociones, expresadas y contenidas, que merecen quedar no sólo en el recuerdo de quien las vive, sino también en una footgrafía que dure para siempre y que además se pueda compartir.