El amor surge en el momento y los lugares más inesperados. Andrés y Daniela se conocieron en el año 2007. Se celebraba el cumpleaños de un compañero de colegio de Andrés, ella fue invitada por una super amiga suya y no tardó en surgir una gran conexión entre ambos. Desde ese día Andrés comenzó a llamarla y pololearon por varios meses. Aunque con la llegada del verano se tomaron un pequeño descanso, en el que estuvieron dos semanas separados, el amor fue más fuerte y, una vez se reconciliaron, no se separaron más.
La diferencia de edad retrasó la llegada de la armonía perfecta, pero cuando la lograron todo se volvió completamente mágico. Empezaron a compartir aficiones como deportes o viajes que les unieron más. Una de las aficiones de Andrés es el motocross lo que llevó a que Daniela aprendiera a andar en moto y así realizaron varios viajes inolvidables.
Los novios
En Mayo de 2014 planificaron un viaje maravilloso a Punta Cana, un paraíso soleado. Su primera noche allí resultaría inolvidable. Salieron a comer y después Andrés propuso un romántico paseo por la playa. Cuando llegaron surgió el gran momento, se arrodilló frente a Daniela y preguntó: “¿Quieres casarte conmigo?” La emoción y los nervios del momento consiguieron que ella empezara a llorar y ha decir “no, no” hasta que pudo pronunciar la única palabra que ansiaba oír Andrés: SÍ. El novio quería que escogieran juntos el anillo de compromiso, así que lo compraron al día siguiente.
Con la emoción presente, y un poco de ansias por parte de la novia, decidieron casarse en siete meses, ¡todo un desafío! La fecha concreta, el 6 de Diciembre. Optaron por celebrar un matrimonio civil rodeados de las personas más cercanas, aquellas que fueron y son testigo de su historia, del amor que se profesan el uno al otro, en total, 70 invitados.
La organización
La playa de Totoralillo fue la elección de los novios para que se desarrollara su gran día, considerada una de las mejores del país por su arena blanca y aguas color esmeralda. Concretamente el complejo turístico Tiki-Tano, situado en el corazón de la playa. En cuanto volvieron del viaje en el que Andrés le propuso matrimonio a Daniela se apresuró a contactar con la dueña del complejo y reservar la fecha.
Las invitaciones las elaboró la novia, siguiendo las tendencias DIY, hicieron una sesión de fotos con una amiga y después realizó Daniela el diseño y las enviaron por correo electrónico.
El novio mandó confeccionar su traje a Rubinstein Sastres, de Viña del Mar, expertos desde hace 70 años en la alta costura masculina, como es la confección de trajes a medida que se caracterizan por su elegancia.
El maquillaje, sencillo y natural, fue elaborado por la propia novia, que tenía muy claro como quería lucir un día tan importante para ella y tomo un pequeño curso para aprender a maquillarse como una profesional. El peinado, una larga trenza que resultaba perfecta para el look nupcial de Daniela, fue realizada por una de sus amigas.
El maravilloso vestido de novia que eligió Daniela para la ocasión es de la firma Soledad Peña, en Viña del Mar. Esta diseñadora, que da nombre a su propia firma de vestidos de novia, siempre dedica el tiempo necesario para elaborar los diseños de manera que resulten especiales y únicos para cada novia.
El vestido que lució la novia era del tradicional tono blanco, con tirantes y un tejido ligero, lleno de bordados, ¡perfecto para un matrimonio en la playa! ¿Los zapatos de novia escogidos para tan acertado vestido?, sandalias de pedrería, ¡resultaban ideales!
La ceremonia
Se celebró linda ceremonia civil a la orilla del mar, en un día tan soleado que hasta el novio necesitó sus lentes de sol y las sombrillas resultaron perfectas para los invitados. Daniela quería que su matrimonio fuera como siempre soñó. El altar estaba hecho con bambú ecuatoriano y fino tul blanco. Para darle un toque refrescante tenía decoraciones florales en blanco y violeta. Los recuerdos de matrimonio de los novios, ¡también fueron florales!, unos maceteros pequeños con suculentas.
Podemos ver la emoción contenida de Andrés al ver llegar al amor de su vida al altar, a ese momento tan especial que esperaron por meses con impaciencia y que se convertiría en el principio de un largo camino juntos.
En cuanto a las argollas de matrimonio, buscaban algo que resultara distinto y especial, por lo que eligieron una joyería donde ellos mismos pudieron diseñar las argollas a su gusto.
La emoción también embargaba a la novia y estaba presente en el ambiente, en las palabras que pronunciaron los novios y los gestos y miradas cómplices que compartieron mientras duró la ceremonia.
El banquete
Boudoire Recepciones fue la empresa de banquetería que decidieron contratar. Ubicada en La Serena, resultó ser lo que los novios andaban buscando, pues además de un servicio gastronómico único cuenta con servicio de decoración, animación, DJ…
Momentos emotivos y llenos de risas a la hora de los brindis. La torta de matrimonio de la pareja era muy original pues estaba elaborada a base de cupcakes, lo que facilitó su transporte desde Viña del Mar a la playa escenario de este gran día.
Para que los invitados les dejaran un lindo mensaje los novios mandaron hacer un Photo Book. Un recuerdo que les durará por mucho tiempo y con el cual emocinarse al releer sus palabras llenas de cario y buenos deseos.
Bajo una refrescante carpa blanca nadie dudó en atreverse a bailar y así compartir con los novios la felicidad de convertirse en marido y mujer, ¡hasta los más pequeños!
En lugar del lanzamiento del clásico ramo de novia asistimos a un divertido escenario. La novia lanzó un regalito para la afortunada invitada que consiguiera hacerse con él, ¡al igual que hizo el novio con los invitados masculinos!
La sesión de fotos
Valerie y Álvaro fueron los fotógrafos encargados de inmortalizar este día tan especial. Andrés y Daniela tenían muy claro que querían para su gran día a unos profesionales pues las imágenes que captaran serían el único registro con el que poder recordar cada detalle, sensación, alegría, etc.
La celebración
Y la noche llegó a este gran día. Los novios siguieron compartiendo hasta tarde con los invitados y celebrando su unión por todo lo alto en la playa gracias a la animación y al DJ que hicieron que se divirtieran todos, ¡y hasta se atrevieron con el baile del limbo!
Deseamos toda la felicidad del mundo a esta hermosa pareja y que sus caminos estén unidos por siempre. ¿Te ha gustado la historia de amor de estos novios? No puedes perderte Ivonne y Carlos, magia y amor en una boda al aire libre o el matrimonio de Alejandra y Sebastián, amor y magia en estado puro.
CRÉDITOS:
Fotografía: Valerie y Álvaro | Banquetería: Boudoire Recepciones | Lugar de celebración: Tiki-Tano |Traje de novio: Rubinstein Sastres | Vestido de novia: Soledad Peña
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