Es natural tener discusiones con tu pareja, forma parte de la convivencia de ambos, pero debes conocer de qué manera se puede llevar mejor un intercambio de opiniones para no terminar en un conflicto mucho mayor. Las palabras, las frases y hasta la manera de llevar la comunicación, pueden influir en cómo llevan su relación. Presta atención a estas frases que por nada del mundo ayudarán a terminar bien una discusión.
“Deberías”
Esta palabra te libra de las responsabilidades en la relación. El “deberías” es un alegato vacío, puesto que no eres ni juez, ni policía para exigirle a alguien lo que tiene que hacer, mucho menos en una relación en donde todo se trata de trabajo en equipo y buena comunicación. En cambio, puedes proponer nuevas alternativas o dinámicas para afrontar un problema. Por ejemplo, si están turnándose las labores del hogar, no impongas el “deberías” a cualquier tarea, en su lugar armen un plan en donde cada quien se acomode a los horarios y se turnen las actividades.
“No me entiendes”
Porque es demasiado vacío este argumento y se aleja de lo que debería resaltar en toda relación estable: la comunicación. Ambos deben hacer su mejor esfuerzo por lograr exponer sus ideas y preocupaciones, si algo sale mal en el camino, en lugar de culpar al otro de no entender la causa del problema, haz todo lo contrario, trata de que se entienda cuál fue el fallo, y así pueda remediarlo con otra actitud. Además nadie es un acertijo andante, así que todos podemos hacernos entender de la mejor manera con las palabras adecuadas.
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“Haz lo que quieras”
Esto es un vivo recuerdo de cuando tus padres te decían que hicieras lo que tú quisieras, esperando que se te ocurriera algo alocado para castigarte. No hagas el papel de madre o padre, primero porque todos sabemos que esta frase no es sino una amenaza, porque entre líneas, dice todo lo contrario: ¡ni te atrevas a hacerlo!
Además si quisieras un espacio para pensar y bajar un poco la tensión, simplemente conversa claramente esto sin necesidad de decir palabras necias que no llegarán a nada. Todos necesitamos un respiro, sin que esto signifique dejar la cosas sin resolver.
“Ya lo sabes”
Porque nadie es adivino de tus emociones, sé totalmente clara en las cosas que te molestan y no coloques a tu pareja en la posición de genio sabelotodo que no debería preguntarte. Cuando se torne reiterativo un asunto, cabría la posibilidad de usarlo, pero siempre es necesario explicar por qué en un determinado momento algo nos incomodó o nos hizo sentir mal.
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“Déjalo así”
Los asuntos inconclusos siempre terminan mal. Cuando sientas que una discusión no está encontrando su resolución inmediata, no te desesperes ni mandes todo al caño con un “déjalo así”, en cambio tómate un tiempo para respirar y meditar las cosas desde otra perspectiva.
Antes de una frase hiriente y despectiva que pueda tornar las cosas más complicadas, agota los recursos posibles y pacíficos para dar con una solución y buscar un acuerdo entre ambos.
“Eres…”
Los trapos sucios no tienen cabida cuando se está discutiendo otro asunto totalmente distinto. Los insultos no ayudan en nada, solo aumentan la tensión entre los dos. Evita que la conversación se llene de adjetivos calificativos y propón soluciones reales a los problemas. Guarda los “eres” para situaciones más tiernas y románticas.
“Te lo dije”
Esta expresión siempre causa rechazo por parte de la persona que la escucha. Haz un breve ejercicio y ponte en el lugar del otro frente a estas situaciones. Quien sea que haya cometido el error, ya advertido por su pareja, se dará cuenta solo de que el otro tenía razón.
Muchas veces tú misma has necesitado vivir la experiencia por ti sola para saber que no era lo mejor o que quizás sí en ese momento. Lo mismo pasa cuando adviertes a tu pareja sobre algo, en algunas ocasiones te hará caso, pero en otras, simplemente tendrá que darse cuenta por sí solo de ello.
“Me recuerdas a…”
Seamos claros, a nadie le gusta ser comparado, ni a ti. Además, ¿por qué traer al presente un recuerdo?, estás viviendo una situación que necesita una solución en el presente, no un viaje al pasado. Siempre que dices esta frase, es para referirte a alguien peor.
Ahórrate estas palabras que puede hacer del problema, un conflicto mayor y simplemente enfócate en las virtudes y defectos de tu pareja actual, que son lo único que importa a la hora de tener una comunicación efectiva.
“Cállate”
Nadie tiene el derecho de mandar a callar a otra persona, ni el máximo representante de un país entero. Esta palabra aumentará los niveles de violencia y hará que la comunicación se fracture cada vez más. Si quisieras tomarte un momento de tu tiempo para pensar a solas, pues hazlo, eres libre de comunicárselo a tu pareja, sin necesidad de hacerlo enojar con un “cállate”.
Las discusiones son normales en cualquier relación, está en cada uno evaluar cuáles son las frases que se deben evitar, teniendo en cuenta la personalidad del otro y crear formas nuevas de comunicación que ayuden a solucionar los conflictos de una manera más efectiva.
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