Se conocieron por medio de su iglesia, no pasó mucho tiempo para que se dieran cuenta que eran tal para cual y decidieran sellar su amor con la bendición de Dios y en compañía de quienes los vieron conocerse y enamorarse. María José y Diego, risueños, cariñosos y soñadores, nos dan la bienvenida a su amor con esta maravillosa boda en la Región de Valparaíso.
Preparación de la novia
El día de la boda, en la casa de la novia, todos corrían de un lugar a otro, emocionados pero expectantes a que todo saliera como había sido planeado. Mientras tanto, la novia estaba radiante y serena, sus ojos brillaban reflejando la emoción que suponía el haber llegado el tan anhelado día. Desde la ventana de su casa observaba el jardín, esperaba paciente, pero con el alma presurosa a que pasaran esos pocos minutos que quedaban para entregarse a Diego como esposa. Llegado el momento de partir, María José se puso el último accesorio que le faltaba para lucir su hermoso vestido, el velo, el cual caía formidablemente desde su moño. Su peinado resultaba perfecto para ese día, la luminosidad de su rostro ameritaba la sencillez y elegancia con que su pelo fue recogido y acomodado.
Matrimonio civil y fiesta
Al llegar, el novio estaba en el altar esperando a su prometida, llevaba un traje azul muy retro y una corbata de moño o más conocida como humita. La humita fue el primer tipo de corbata en crearse, se relaciona con la seguridad y actitud, y debido a su forma y amarre, simboliza la unión. De esta manera, Diego estaba simplemente perfecto para la ocasión, pero también muy nervioso y emocionado, al ver a la novia, sus ojos brillaron y su corazón pareció detenerse, hasta que luego de unos segundos le dijo: “Estas Preciosa”. María José, ruborizada, lo tomó del brazo y comenzó la ceremonia y fiesta junto a su familia, amigos y las tradicionales damas de honor, quienes con sus vestidos de color crema, hacían juego con los tonos pastel del ambiente. Como vemos, la decoración del lugar quedó muy a tono con el entorno campestre. Y el banquete, a cargo de Probarte Producciones, fue igualmente acertado.
La ceremonia religiosa y la sesión de fotos
Al día siguiente, se llevó a cabo en Santiago la ceremonia religiosa en el Templo, no duró más de una hora, fue muy íntima y emotiva. Al finalizar, no podía faltar un estiloso Chevrolet de los años 60, una vez más combinando lo antiguo y elegante, para darle a este matrimonio ese toque vintage que tanto lo ha caracterizado. El automóvil los recogió a la entrada del Templo para continuar con la sesión de fotos que Niko Serey pudo llevar a cabo con total precisión, fotografiando con intuición y talento el inicio de esta romántica historia.
Además de estas maravillosas fotografías, EZ Films creó un hermoso video que evidencia con detalles los momentos más emotivos de este matrimonio. Sin duda, muchos recuerdos para atesorar de por vida, ¡felicidades a los recién casados!
CRÉDITOS
Banquete: Probarte Producciones |Fotografía: Niko Serey |Video: EZ Films
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