Annackaren y Joaquín se conocieron en Chiloé en 2006. Ella se encontraba de vacaciones, mientras él trabajaba como comandante en una lancha de la Armada. Navegaron de Quehui a Castro, en una romántica tarde, con un hermoso cielo de tonos anaranjados, pingüinos a lo lejos y toninas saltando al lado de la embarcación.
Después de cinco años de relación, él la sorprendió en su cumpleaños, con una exquisita cena y una propuesta de matrimonio. Ella conmovida, quedó sin palabras.
Así, llegó el día de la boda, en diciembre de 2011. Una emotiva ceremonia religiosa en la Capilla Naval Nuestra Señora del Carmen, en el sector de Las Salinas de Viña del Mar. Como nos contó Annackaren, fue un día maravilloso, con un acogedor y agradable clima.
El original vestido de la novia fue diseñado por Alejandra Martínez, profesional de la reconocida tienda de bodas Rubinstein, en Viña del Mar. Annackaren se arregló para el enlace en el Hotel Boutique Fauna. Emplazado en el místico Valparaíso, es un lugar de estilo vintage, lleno de encanto y muy confortante.
Sus accesorios se confeccionaron en la Joyeria Bvlgari. En tanto, el anillo de compromiso fue diseñado por su suegra, Marlene Rojas Le-Fort. Una hermosa pieza de oro blanco, con brillantes y zafiros azules.
El estilo de la boda fue tradicional, se centró en las espigas de trigo y su concepto de fertilidad. Una idea muy significativa, pues además de su valor simbólico, tenían también un gran valor sentimental, pues éstas fueron sacadas del campo del abuelo de la novia.
La decoración fue más bien clásica y estuvo en manos de Feel Flowers, que ambientó el lugar con delicados y elegantes arreglos florales, que se complementaron de manera perfecta con las espigas que Annackaren eligió como adornos.
La banquetería de la celebración estuvo a cargo del Club Naval y siguió la línea del evento, con una apuesta fina y sobria. Un cóctel de ciruelas cubiertas de tocino; brochetas de ostiones, aceitunas rellenas y queso edam; quiches de camarones; crostini de jamón serrano con queso parmesano; empanaditas de acelga y queso y tacitas varias.
En tanto, para la cena se sirvió una entrada de camarones con tomates cherry, macerados en aceite de oliva. Luego unos medallones rellenos en ostiones, camarones con queso philadelphia, verduras torneadas en forma de hojas y salsa de tamarindo con miel y mostaza.
Y para endulzar la ocasión, se ofreció un exquisito buffet de postres, que funcionó toda la noche. A su vez, la fiesta contó con bar abierto y un menú de amanecida, con sopa ligada de pollo y Barros Luco.
El registro fotográfico del matrimonio fue un trabajo de los profesionales Carlos del Canto y Larry Gallardo.
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