Natalia, chilena, conoció al amor de su vida en un viaje a Londres, donde su corazón iba abierto a nuevas experiencias, aprender y soñar, sin embargo, nunca se imaginó que el destino le tenía preparada una cita especial con Manu, un italiano soñador que se enamoró instantáneamente de ella.
Natalia había llegado a un hostal en Londres y Manu la había recibido. Cuando vio su pasaporte chileno, quedó sorprendido, nunca antes había visto una identificación chilena, sumado a su personalidad extrovertida, Manu quedó absolutamente cautivado, incluso la fue a dejar a su habitación. Después de ese encuentro, Natalia se fue a viajar y cuando volvió a Londres, al mismo hostal, por primera vez se fijó en él.
Empezaron a pasar tiempo juntos, a conocerse y un día se besaron, en cuanto lo hicieron, Manu le dijo “noi sposiamo” que significa “nosotros nos vamos a casar”, casi como una premonición de lo que sería su gran matrimonio en Italia.
Manu y Natalia empezaron a salir, a estar juntos, compartir sus vidas, pero llegó el momento de Natalia de volver a Chile y lo hizo. Manu no podía creer que después de todo lo que habían vivido juntos, ella efectivamente se fuera, si tenían algo tan lindo, tenían que estar juntos. O ella se quedaba en Londres o armaban algún plan para encontrarse y estar juntos… Natalia no pensó lo mismo, para ella las cosas estaban claras y tenía que seguir su camino y se devolvió.
Se conocían de 3 meses, pero habían sido tan intensos que Manu simplemente no podía dejarla ir, así tan sencillamente, pensaba que quizá no resultaría, pero debía intentarlo, “quizá se dañaría un poco las alas, pero volvería a levantarse”. Lo primero que hizo, fue llamar a sus padres, les contó su situación y lo enamorado que estaba… entonces, les preguntó ¿qué hago? Sin pensarlo dos veces, sus papás le dijeron que fuera, que cualquier cosa, seguía teniendo su casa para volver. Así, fue como tomó la decisión de seguir a la mujer de su vida a Chile.
“…fue un encuentro entre dos personas en un momento de la vida, fue un choque de personalidad, fue una cosa muy pasional”. (Manu 2016)
Si bien a Natalia, le hacía mucha ilusión la idea de que Manu estuviese en Chile con ella, también la hizo sentirse muy responsable y le dijo “si tú vienes, ven por ti, por favor no vengas por mí. Porque las relaciones se terminan y pueden pasar muchas cosas. Entonces, si nuestro camino es finalmente estar juntos, entonces estaremos juntos”. (Natalia 2016)
Una vez en Chile, descubrieron que la magia seguía intacta, Natalia se acostumbró a la vida junto a Manu y él, que había ido con pasaje sin retorno, estaba dichoso de la decisión que había tomado.
Todo resultó porque se llevaron muy bien, construyeron un proyecto en conjunto y después de un par de años, cuando estaban finalizando sus vacaciones de verano en Italia y contemplaban el atardecer, Manu sacó un hermoso anillo y le preguntó si quería casarse y estar con él toda la vida. La propuesta fue en italiano, exactamente el domingo 3 de agosto de 2014 y como escenario, el mismo lugar donde un año después se casaron, Tropea. Natalia casi muere con la declaración, pero después de salir del shock le dijo que sí, ¡que por supuesto quería pasar con él el resto de su vida!
La organización del matrimonio fue un proceso muy divertido, ya que como tienen restaurant, se manejaban en el tema de la organización de eventos, anotaron las cosas y se ordenaron internamente con cosas como ¿qué les gustaría expresarles y vivir junto a los invitados? A partir de eso y dado que están viviendo en Chile y la boda fue en Italia, contrataron una Wedding Planner. Ella los asistió en todo, desde el centro de eventos hasta a encontrar alojamiento a los invitados chilenos, organizar el traslado en buses, entre otros, “y culminó en un día único y emocionante, dado que lo vivimos con calma el proceso y el día en sí, uno de los días más lindos de mi vida, sin duda”. (Natalia 2016)
Preparación de los novios
La novia estuvo la mañana alistándose para lucir hermosa en su gran día, se entregó en manos de su estilista, quien le onduló el pelo y la dejó bellísima. Sus labios color burdeo y sus penetrantes ojos eran la combinación ideal para el vestido blanco diseñado por María Fernanda Criscuolo, de espalda descubierta y cuello redondo. Y sus zapatos Nine West, fueron el elemento de su atuendo que fue comprado en Chile.
Por su parte, el novio, vistió un elegante terno de Sastrería Rubinstein, con suspensores, corbata color celeste y una pequeña rosa roja en su bolsillo izquierdo, que combinaría perfectamente con el ramo de flores de Natalia, del mismo color.
Por último, los anillos de matrimonio, también fueron diseñados en el país natal de la novia, por el talentoso joyero Iván Álvarez.
De rojo, peldaño a peldaño hacia el altar
El día estaba maravilloso en la provincia de Vibo Valenzia y en la iglesia, el novio comenzó la ceremonia entonando “Ave María”, una tremenda voz que impactaba y sensibilizaba a todos los presentes. Mientras, la novia, subía del brazo de su padre, las infinitas escaleras que la llevaban hasta el altar, hasta donde su novio la esperaba, para convertirse oficialmente en marido y mujer.
“Otro regalo que dejó en shock a la gente fue Manu cantando el Ave María en lírico cuando yo llegué a la iglesia. Esa fue una sorpresa total y todos los invitados se sintieron muy emocionados por ver a su hijo, primo, nieto cantando, eso los hizo sentir wau, emocionarse antes de, si quiera, empezar la ceremonia”. (Natalia 2016)
La ceremonia se llevó a cabo en italiano, y la emoción tomó los corazones de los novios, de los presentes y especialmente de Manu, cuando le puso el anillo a su prometida y le juró amarla y respetarla. Igualmente, cuando fue el turno de Natalia, un escalofrío tocó su piel de emoción, y así todo el tiempo, desde ver a la familia, vestirse, la comida, cada pequeño detalle fue un momento único.
Al finalizar, el arroz y los pétalos de rosa protagonizaron la despedida y el inicio de esta nueva vida, de enamorados, amantes, cómplices, amigos y recién casados.
“Siempre soñé con el amor verdadero en mi vida, lo que pensaba yo del amor era algo que cuando llega te pega en la cara, lo sientes, lo vives, lo sientes como que…. Natalia fue así, me sentí como un sentir de inseguridad total, porque me desarmó y me sentía cayendo en el vacío constantemente cuando estaba con ella, una cosa desarmante. Así debía ser el amor para mí, como una bomba”. (Manu 2016)
Sesión de fotos
No hay palabras para describir el maravilloso trabajo de Karin Urrutia y Juampe Esponda de Cinekut, las fotos y el documental son evidencia impactante del amor, entrega, cariño y absoluta felicidad de los novios. Las fotografías te transportan al momento y te cautivan los colores, la perspectiva, y los sentimientos, la fotógrafa captó hasta el más mínimo detalle en su totalidad.
La fiesta de los bailes
El banquete y la celebración se llevó a cabo en el Spa & Resort Scoglio De La Galea, el banquete estuvo a cargo del personal de su exquisito restaurant italiano ubicado en Santiago La Finestra. Chilenos e italianos celebrando juntos en esta entretenida fiesta, en un ambiente natural y cultural único.
Vino el vals, en donde participaron todos sus familiares. Y enseguida, con la idea de hacer sentir a los invitados que lo más importante era tenerlos a todos reunidos para su matrimonio, les prepararon un baile, un mix de “Dirty Dancing”, “Grease brillantina” y para terminar “Michael Jackson”.
“El baile fue lo máximo y la práctica, la preparación del baile, nos provocó mucha risa, se lo recomienda a todas las parejas porque el bailar, el hacerlo en conjunto de manera cómplice, y después en el matrimonio mostrar esa química…” (Natalia 2016)
El baile fue un regalo para los asistentes, y la mayoría recuerda ese momento con mucha simpatía, ya que en Italia no están acostumbrados a hacer shows bailables. Y sus amigos y familia, cuando los vieron bailar algo tan entretenido, se sorprendieron, alegraron y así, la actuación quedó como un recuerdo imborrable.
Además, hubo un par de videos durante la boda que fueron principalmente un regalo para la familia de Manu, con fotos de su vida, también con todos los invitados y la historia de cuando se conocieron con Natalia. Y para los chilenos, ¡no podía faltar el cotillón que compraron directamente en Patronato!
Fue una boda realmente memorable y maravillosa. Totalmente inolvidable gracias a la organización de los novios, sus ideas y los recuerdos imborrables que el equipo de Cinekut pudo elaborar con tanta destreza y profesionalismo. ¡No se olviden de ver el documental de los novios!
“Yo creo que se viene entretenido, probablemente con muchos cabros chicos corriendo, porque me engrupió, yo quería tener dos y él quería tener cinco, ojalá que vengan cinco…” (Natalia 2016)
¡Natalia y Manu, muchas felicidades por su hermoso matrimonio y por compartirlo con nosotros, les deseamos lo mejor y una gran familia!
“…ahora vuelo con Natalia, volamos juntos y tenemos unas alas cada uno, y las alas son mucho más grandes.” (Manu 2016)
Traje del novio: Sastrería Rubinstein | Vestido de novia: María Fernanda Criscuolo | Zapatos novia: Nine West | Fotografía y Documental: Cinekut | Banquete: Restaurant La Finestra | Anillos de matrimonio: Iván Álvarez
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