Hay tantas opiniones como personas en este mundo y se antoja frecuente querer expresar la nuestra cada vez que entablamos una conversación. Pero en ocasiones es mejor ser prudente ya que ésto puede dar lugar a momentos de tensión. En Navidad, nos reunimos con toda la familia y, como es normal, no todos tenemos el mismo punto de vista. Cuando el tema es complicado de tratar, es mejor que lo evites. Así lograrás tener unas fiestas felices y relajadas, evitando conflictos a toda costa.
Para que disfrutes de estas fiestas en su totalidad, te recomendamos cinco temas que debes evitar (por el bien familiar o del grupo de amigos) cuando te reúnas a festejar estos días.
1. Política
¿Hay un tema que genere más conflicto que la política? Hay familias que pueden llegar a odiarse por culpa de estos temas. Si tienes un miembro familiar que siempre saca el tema, intenta evadirlo hablándole del tiempo, ¡pero nunca respondas! Este tema puede crear grandes confrontaciones, suele suceder entre jóvenes y mayores ya que sus ideas suele ser muy diferentes. Lo mejor es centrarse en hablar temas positivos porque, tal y como está la vida ahora, nos merecemos distraernos y hablar de temas felices, al menos, ese día.
2. Deporte (fútbol, principalmente)
En Chile, el fútbol es el rey de los deportes. Hay muchos fanáticos de este deporte que defienden a su equipo hasta la muerte y no consienten que le lleven la contraria. Si alguien del Colo-Colo comienza a hablar de fútbol con un aficionado de la U. de Chile la guerra estará servida. Lo mejor es cambiarles de tema para que la buena onda fluya. Comiencen a hablar de las habilidades del yoga y otras artes, por ejemplo.
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3. Enfermedades
Aunque parezca increíble, a muchos les da por hablar de sus problemas de salud, e incluso se empeñan en competir con ello. Sobre todo los más entrados en años, que se empeñan en compartir sus problemas de artrosis, varices, la ciática… Insísteles para que cambien de tema, las palabras tienen un poder inmenso en nosotros mismos, así que es mejor que hablen de cosas positivas y así disfrutar más de la reunión. Llegados a una edad, el ser humano disfruta con las competiciones más macabras, principalmente de enfermedades.
Tampoco vale hablar de los que ya no están, al menos no en tono melancólico. Hay que ser positivos y disfrutar del presente.
4. Sobre otros menús
Cuando invitas a un montón de gente a tu casa, cocinas cantidades de comida que suponen un trabajo enorme. Cuando es Navidad, se intensifica la faena aún más. Así que si eres tú el invitado, evita hablar mal de la comida o de lo buena que era la comida del año pasado. A nadie le gusta que comparen su trabajo y menos cuando se ha pasado horas en la cocina.
5. Los condicionales
Lo hecho, hecho está. Lo que ya no tiene solución, es mejor aceptarlo como viene, sobre todo si el que lo hace es otro. A nadie le sienta bien que le recuerden que podría haberlo hecho mejor así que ahórrate frases como “Si hubieras hecho más el pollo, te habría salido más rico” o “Si lo hubieras comprado a tiempo, ahora lo tendríamos aquí”. La gente que cocina para otros en Navidad, se tira horas trabajando para que luego venga alguien a criticarlo. Agradece que tienes comida en la mesa y se siempre agradecido.
Así que ya sabes, si quieres evitar conflictos, malas caras o malos sentimientos, déjate esos temas para otro momento. Lo mejor es tener conversaciones agradables y buena onda en todo momento. Bastantes disgustos da la vida a veces, como para pasar momentos especiales de mala gana. ¡Felices fiestas y buena suerte!
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