Las costumbres cambian y evolucionan con el paso de los años, muchas de las formalidades que antes eran irrevocables en una ceremonia de matrimonio, con el tiempo se han ido flexibilizando para dar paso a nuevas tradiciones de acuerdo con los enfoques de cada familia. Tradicionalmente, el padre lleva a la novia al altar, pero ¿qué pasa cuando esto no es posible por diversas razones?
Cada familia moderna vive su propia realidad, y a veces resulta que por diversas razones el padre no acompaña a la novia al altar. Por ejemplo, ¿qué sucede cuando los padres están divorciados y ella tiene una relación más estrecha con su padrastro?, o ¿qué pasa cuando si por motivos personales la novia está distanciada de su padre? También hay casos en los que las mujeres consideran que es un poco “anticuado” ser entregada al altar y prefieren ir solas.
Pero entonces, ¿quién acompaña a la novia?
Madres, abuelos, hermanos e inclusos mejores amigos: ¡Todos ellos serían excelentes compañeros! En lugar de mantener la tradicional imagen de “la novia siendo entregada al novio”, este rito se podría pensar como alguien que está para apoyar y mantener la calma durante este importante periodo de transición. Este simple cambio de paradigma abre nuevas posibilidades. ¡Elige a alguien que te acompañe y te brinde todo su apoyo!
¿Qué representa el acompañante?
Piensa en esa ocasión como el primer momento de ese especial día y, más que eso, esta entrada mostrará a tus invitados qué tipo de boda será y qué es lo que pueden esperar del evento, ya sea una instancia tradicional o nada convencional.
Lo importante es establecer acuerdos y el protocolo que los novios desean seguir, más que nada para dar un norte a la ceremonia y de ahí en adelante organizar la boda de acuerdo a lo que tenga un real significado para los recién casados. Cada matrimonio es una historia única e irrepetible, por lo que resulta de suma importancia que todo cobre sentido para la pareja de enamorados.
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Las reglas
Aunque suene extraño, la primera regla es no tener reglas. Todo va a variar de acuerdo a la situación, por ejemplo, si decides celebrar tu ceremonia en un lugar religioso como una iglesia, caminar hacia el altar será un rito imprescindible. Sin embargo, si optas por hacerlo en un espacio íntimo o reducido, deberás hacer ciertas modificaciones, pues el “corredor” ofrecerá una configuración diferente e incluso limitada para este fin.
A continuación explicamos algunas de las situaciones que pueden surgir y las posibles alternativas para cada una.
Realiza tu boda soñada bajo tus propias reglas: seis claves para conseguirlo.
1. Los padres de la novia están divorciados
En este caso, la novia puede optar por una entrada tradicional y que su padre (o padrastro, dependiendo de la cercanía), la acompañe al altar. Pero también existen estas dos alternativas:
- La novia puede pedir a su padrastro que camine con ella hasta la mitad del pasillo, donde se encontrará con su padre para seguir caminando acompañada por él.
- Si el padre de la novia y el padrastro tienen una relación de amistad, ella podría caminar con ambos hacia el altar, uno de cada brazo.
2. ¿Qué pasa si el padre está ausente?
Suele ocurrir, que por diversos motivos personales, muchas novias no cuentan con sus padres para que las lleven al altar. Algunas, optan por pedirles a sus madres que las acompañen en esta ocasión. Sin embargo, cuando el padre de la novia ha fallecido, puede que ella elija hacer su entrada con otra figura paterna, ya sea el abuelo o un tío que haya cumplido esa función en su vida, incluso podría ser uno de sus hermanos.
3. La novia desea entrar junto a ambos padres
El padre y la madre se juntan con la novia. Se trata de una costumbre sacada de la tradición judía, donde tanto el novio como la novia entran acompañados por ambos padres. Además de ser una gran manera de incorporar al padre y la madre en este momento tan importante de sus vidas, el novio puede ser parte de esta tradición también.
4. La novia prefiere entrar sola
Si la novia no está de acuerdo con la idea de ser “entregada” al novio, o simplemente se siente más cómoda caminando sola por el pasillo, debe hacer lo que se estime conveniente. Para no ofender a sus padres, se les puede pedir que caminen detrás de ella siguiéndola por el camino.
Aunque la novia debe decidir lo que es más cómodo o correcto para ella, siempre debe tomar en consideración los sentimientos y expectativas de sus padres. Algunos pueden ser muy sensibles respecto a este tema, pues muchos esperan toda su vida el momento para acompañar a su hija en el día más importante de su vida, mientras que a otros no les dan tanta importancia a este tipo de ritos.
Ellos son una parte imprescindible en nuestra vida, y lo sabemos, ellos nos guían y de ellos recibimos, entre otras cosas, estos Siete consejos de amor que nos enseñan nuestros padres.
5. Los novios desean entrar juntos
Este tipo de entrada ofrece la oportunidad de alterar las normas de género, se trata de un enfoque que puede ser liberador para muchas parejas que consideran que los roles tradicionales simplemente no van con sus ideales. Caminar al altar juntos, puede simbolizar que desean comenzar su nueva vida como pares iguales, lo cual da un toque especial para el resto de la ceremonia.
Aunque esta forma es utilizada frecuentemente en matrimonios entre personas del mismo sexo, muchas parejas heterosexuales también pueden modificar sus protocolos de entrada para hacer una declaración de ruptura con el modelo actual.
Variaciones
Hay parejas que optan por ir de la mano con una escolta que sea especial para los dos, por ejemplo, ¿qué pasa sin ya son padres? Por supuesto que ser acompañado por los hijos siempre es una linda opción.
6. Matrimonios homosexuales
Aquí, las posibilidades son infinitas. Se puede variar el orden de los acompañantes dependiendo del diseño de la entrada hacia el altar. Las innovaciones que traen los matrimonios homosexuales a las ceremonias son tan sorprendentes que algunas costumbres se han incorporado a las bodas heterosexuales en todo el mundo.
Algunas alternativas e ideas:
- Ambos pueden unirse al mismo tiempo al final o en la mitad del camino, en muchas ocasiones, cada uno va del brazo de ambos padres.
- La pareja puede seguir el protocolo de una ceremonia tradicional antes de decidir quién va a esperar en el altar y quién va a caminar. Novios y novias, pueden elegir para hacer la entrada ir acompañados por un padre o solos. En el caso de dos entradas, los invitados se levantan ante ambos enamorados. Es decir, cada uno tiene la oportunidad de tener su propia entrada acompañados de sus propios padres.
- Alinear los asientos de una forma totalmente diferente, de tal forma que haya dos caminos que se dirijan hacia el altar.
Por lo tanto, existen al menos tres entradas posibles:
- Entrar al mismo tiempo, en dos filas separadas. Al final de la caminata, la pareja está en frente del altar.
- En tiempos separados y por dos pasillos, de modo que cada pareja tiene su propio tiempo especial para ingresar. En este caso, uno de novios entra primero, pasando por el lado y por la parte delantera del pasillo.
- Por los costados del pasillo principal. Dependiendo de la configuración física del espacio donde se realice la ceremonia, la pareja puede entrar por los extremos del salón, al mismo tiempo, pero desde lados opuestos.
Tener tantas opciones puede ser un poco abrumador, pero tal vez tu oficiante u organizador de bodas pueden tener algunas sugerencias que te ayuden a tomar la decisión que coincida exactamente con lo que buscas. ¡No tengas miedo de ser creativo!
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