Aunque pueda parecer una pregunta absurda, no lo es. Después del matrimonio, con las emociones ya en reposo, los novios se suelen quedar sin saber qué hacer. Una escena muy recurrente es que el recién estrenado matrimonio se quede sentado en la cama mirando al infinito y con todas las ideas negativas sobre el matrimonio sobrevolando por su mente. Para que no te preocupen los problemas del matrimonio, a continuación te mostramos una guía muy emocional y práctica para que tu vida no cambie después del matrimonio y sigan siendo felices.
1. Acaba con el papeleo cuanto antes
Lo primero, tras haber rellenado de forma conveniente el expediente administrativo previo al matrimonio, tienes que acudir al Registro Civil e inscribir el matrimonio de forma legal. Tras esto, se te hará entrega del Libro de Familia, aunque, cierto es que va a ser eliminado en breve y será sustituido por un certificado registral individual para cada persona por separado. El documento físico desaparecerá y lo que consistirá será en una base de datos electrónica.
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2. Disfrutad al máximo de la luna de miel
Una vez haya pasado la boda, lo que tienes es que centrarte en tu pareja y no hay nada mejor que la luna de miel. Este es el viaje soñado por toda pareja y en el que comienzan a vivir como marido y mujer, aunque, eso sí, en un entorno idílico. Ten en cuenta que esta no será la tónica habitual tras la luna de miel, pero siempre puedes intentar trabajar constantemente para que así sea. Durante la luna de miel, la pareja puede conectar a muchos niveles diferentes, descansar y, sobre todo, imaginar el futuro con una sonrisa. Y es que, ¡desde un lugar idílico siempre es mucho más fácil!
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3. Mantente siempre joven
Puede parecer que tras firmar los papeles del matrimonio, los novios se hacen viejos al momento. Esto no debería ocurrir ya que si eres joven, debes comportarte como tal, no por haberte casado tienes que aparentar 10 o 20 años más. Casarse no significa renunciar a algunas cosas como los viajes con mochila, las fiestas hasta altas horas de la madrugada, las cenas en restaurantes de comida rápida, los festivales de música y los parques de atracciones, entre otras diversiones.
4. Siempre hay que ser uno mismo
Cierto es que cuando se dan el “sí acepto”, alguno de los miembros de la pareja suele abandonarse y no ser el mismo. Lo importante es que nunca renuncies a la individualidad o adquirir hábitos de tu pareja que no te entusiasmen. Madurar es muy importante, aunque hay que hacerlo siempre con personalidad.
5. No pelear por cualquier cosa
No es de extrañar que muchas parejas se casen y tengan broncas día a día. Lo ideal es que en la pareja impere el buen rollo y no pelear por tonterías como porque una taza del inodoro esté subida o bajada. Hay que trabajar el amor siempre y hacer frente a cualquier tontería con serenidad o paciencia.
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6. No te agobies
Aunque quizá lo sepas, agobiarte no lleva a nada y no te va a llevar a pensar con claridad. El matrimonio es el mejor paracaídas para los malos momentos y les puede brindar momentos para todo, incluyendo algo de dependencia. Nunca te agobies por haberte casado pensando que esto supone una gran responsabilidad, ya que el matrimonio no significa estar en una jaula, como muchos piensan.
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Hay todo un dramatismo en torno al matrimonio y hay que saber siempre cómo actuar y aprender a ver la realidad. ¡No te dejes engañar por las leyendas y las opiniones de los otros y disfruta de tu matrimonio!
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