Después de dar paso a la celebración de bodas muchas novias no quieren que su vestido quede guardado para el recuerdo, en parte esta puesta fue también la protagonista y como tal merece quedar grabada en espectaculares tomas llenas de originalidad. El Trash The Dress o más conocido de manera informal como “Tirar el vestido por la ventana “ es un estilo de fotografía que se enfoca en la recién casada y su puesta de matrimonio, en este proyecto los fotógrafos nupciales crean tomas en donde se prima la perspectiva estética y fashionista.
Esta tendencia nace en 1988 gracias a la escena de la telenovela Sunset Beach, cuando Meg Cummings corre por la playa con su vestido de novia luego de que la ceremonia se cancelara, sin embargo fue en el 2001 donde se da paso propiamente a este estilo de la mano de fotógrafos como John Micahel Cooper, Steve Gerrard y Mark Theisinger.
El Trash The Dress se lleva a cabo en los lugares que se alejan del ambiente elegante que predomina en una boda, se elijen casonas antiguas, ríos, calles representativas de la ciudad, edificios abandonados, playas o simplemente pequeñas parcelas con vegetación, toda zona con rincones de encanto ayudan a darle una visión innovadora a las fotografías. Aquí se busca mostrar a la pareja de una forma relajada y divertida, no hay preocupaciones sobre la pulcritud del vestido de novia o el peinado de los recién casados, la espontaneidad es esencial para lograr un listado de tomas diferentes. El lugar de elección depende de los novios, pueden ser más tradicionales sin arriesgar demasiado o apostar por lugares realmente diferentes y que al verlas todos queden sorprendidos con cada toma; nosotros hemos hecho una selección con sesiones Trash The Dress que no pasarán desapercibidos, dales un vistazo.
En las calles más concurridas de la ciudad
Las calles de la ciudad otorgan espacios inolvidables para retratar a la pareja, cada rincón o edificio alrededor forma un elemento importante dentro de la toma, sin contar con las miradas y sorpresa de todas las personas que se convierten en cómplices de la pareja. Y aunque se trate de tomas arriesgadas por el tumulto de gente, bien vale la pena intentarlo; por lo general estas sesiones de realizan después de la celebración de bodas o luna de miel, que mejor excusa que pasar nuevamente un momento hermoso junto a la pareja en lugares para recordar.
En escenarios costeros o campestres
Estos sitios son las más comunes, sin embargo los elementos que componen las tomas son hermosas que ninguna toma se pierde, aquí destaca lo espontáneo y divertido, algo que se aleje de la formalidad de las tomas con los invitados o cortando el pastel. Aquí no hay reglas, solo que los recién casados disfruten del lugar y saquen su lado más gracioso, eso sí nunca se deja de lado la temática romántica propia de una pareja.
Acompañados de su mejor amigo
Las mascotas ocupan un lugar importante dentro del hogar y que mejor que hacerlo parte de uno de los recuerdos más importantes de la vida, ellos le ponen el toque divertido y especial a cada toma. No están pendientes de las fotografías y cada ocurrencia le da más vida a cada imagen, los novios se sentirán más que felices con esta idea peculiar.
Es común contar con un álbum de bodas tradicional, aquel con las fotos clásicas que se realiza con los familiares, amigos o momentos cruciales del evento; una serie de fotos bellas donde todo esta decorado y pensado a detalle. Sin embargo si la pareja quiere un álbum que tenga de todo un poco con esta sesión de bodas se crean nuevos recuerdos, lo mejor es que puede realizarse días después en otros lugares cuando ya hay menos preocupación ¡Todo el tiempo del mundo para una relajada sesión!
Debajo del agua
En casos más extremos los novios quieren algo que supere todas las expectativas, en estos casos los lugares menos pensados son los preferidos ¿Te animarías a hacer una sesión dentro del agua? Este método creará recuerdos imborrables, ya que después de la luna de miel se puede aprovechar al máximo estos paisajes y volver a llevar el vestido de novia o accesorios del novio como si empezará de nuevo la boda.
Con el estilo colorido de una feria
Los lugares seleccionados tienen que ser los preferidos de los novios, puede ser en el lugar en el que se conocieron o a los que ambos gustan de ir a menudo. Una feria le aporta colorido a cada fotografía, además los novios se muestran mucho más relajados subiéndose a un juego o comprando algunos dulces.
Volviendo a otras épocas
Hay ciertos estilos y temáticas propios de años específicos, se puede jugar con los elementos y recrear una boda de otra época, hay tanto por elegir: vintage de los años 20s, retro, boho chic, minimal y más. Los escenarios cobran vida y crean espacios para no dejar de admirar.
Una tendencia en fotografía innovadora que se viene con fuerza para esta temporada, si quieres reflejar tu historia de amor de una manera original pregunta a tu fotógrafo por la sesión Trash The Dress los recuerdos y la experiencia en la realización de este reportaje perdurarán por siempre.
Selecciona a los proveedores que quieres contactar
¿No te quieres perder las últimas novedades para tu boda?
Suscríbete a nuestra newsletter
Danos tu opinión