Originaria de Venezuela, Rosina siempre ha sentido la necesidad de capturar el momento para guardar recuerdos imborrables o expresar sus sentimientos, pero fue cuando se convirtió en madre de 3 hijos que se dio cuenta de cómo el tiempo pasa a una velocidad vertiginosa y lo preciosas que son las fotos y las películas. son. 

“Cuando haces algo que amas, la magia sucede porque dejas que tu corazón participe”, remarca, quien hoy vive de su pasión. 

Transmitir emociones a través de videos y fotos.

En foto como en video, Rosina aboga por la espontaneidad. En una boda, ella  captura la esencia del día, las risas y las lágrimas. "Soy un gran romántico", dice con entusiasmo el joven fotógrafo y videógrafo. Y es probablemente este rasgo de carácter que es su fuerza.

Ella cree que hay algo realmente mágico en capturar el amor y la alegría del día de una boda, y se siente honrada de ser parte de un momento tan especial en la vida de las personas. 

El estilo de Rosina es sencillo.  y su ojo estético capta la belleza y la emoción de cada momento. Le gusta trabajar con luz natural y su buen ojo para los detalles asegura que cada toma esté perfectamente compuesta.

Siempre BUENA Compañía 

Pero lo que realmente distingue a Rosina es su capacidad para conectarse con sus clientes y hacerlos sentir cómodos frente a la cámara. Ella describe a su equipo como "buena compañía" porque crean  un ambiente distendido y agradable, que permite a las parejas ser ellas mismas y disfrutar al máximo el día de su boda. Personas sonrientes, disponibles y profesionales con una gran capacidad de mimetizarse con sus invitados.

Para Rosina (y su equipo en CHOC), sus clientes no son solo clientes. “Muchas veces termino siendo amiga de los recién casados y los acompaño después en todos los eventos de su vida: embarazos, nacimientos, cumpleaños, etc. “, dice ella, riendo. Hay que decir que a Rosina le gusta el contacto humano y crear vínculos. Ella ama las emociones, que tocan a las personas desde el fondo de sus corazones. En su obra, los límites no existen.

“ Estaba filmando la preparación de una novia y cuando llegó el momento de ponerse los aretes no estaba convencida de ellos. Sin dudarlo, le ofrecí mis perlitas que me quité y se las presté durante todo el día de la boda. ¡Siempre lo recordaremos! dice con humor.

Lo importante para él es que los clientes estén cómodos y se lo pasen bien para poder captar las emociones en estado puro. 

Este equipo de entusiastas de la vida cubre toda tu boda, sin horarios fijos de llegada y salida y desaparecerá una vez que den por terminado su trabajo, es decir, cuando hayan recogido el equipo necesario para garantizarte un viaje a tiempo.