Internet es uno de los medios más usados en estos momentos para encontrar pareja. Aunque no lo crean, son muchas las parejas que surgen a través de la red y este es el caso de Alicia y Gerard, quienes se conocieron a través de una página en la que estaban inscritos para conocer personas. Ellos comenzaron a hablar a través de Internet y, a medida que iba pasando el tiempo, se iban escribiendo más seguido pero nunca querían quedar en persona. Pero un día, Alicia, salió a un club de salsa, el Club Mangosta, en Santiago Centro. En dicho club, vio un a un hombre cuya cara le resultaba conocida pero no sabía de qué. Ella se quedó mucho rato mirándolo pero no logró recordar de qué. Tan solo se percató de que “fue a un club de baile con unos amigos pero ninguno de ellos bailó” (Alicia, 2017).
Luego, pensando en su casa, Alicia llegó a la conclusión de que el hombre al que había visto en el club de salsa era Gerard, con el que intercambiaba correos electrónicos a diario y se decidió, al día siguiente, a escribirle para decirle que lo vio y no se dio ni cuenta. Él le respondió entonces que le parecía injusto porque él no la conocía y fue así cómo surgió la idea de conocerse.
El día de conocerse llegó y fue un 24 de mayo. Ese día, habían quedado en ir al cine pero, justo ese día nació la sobrina de Alicia y ella no quiso posponer la cita y le sugirió que fuese con ella a la clínica a ver a su sobrina y estar un rato con su hermana y luego ir al cine. Eso sí, Gerard no entró a conocer a la familia y se quedó en la sala de espera. Lo que no se imaginaban ambos ese día es que ellos acabarían siendo los padrinos de la niña.
La amistad se alargó durante dos meses e incluso Alicia le presentó a Gerard a una amiga con la que podría congeniar. Pero un día, salieron en el auto de él y se decidieron a hacerse novios. Un mes más tarde, le pidió pololeo en un lugar llamado Zanzíbar y, como dato curioso, cuando Alicia le presentó a Gerard a su hermana y su cuñado, resultó que ya se conocían desde pequeños, pues, a los siete años, jugaban juntos en el pueblo donde vivían: Gorbea, en la región de Araucania, al sur de Chile.
El tiempo pasó y la historia de amor fue desarrollándose hasta que un día, en el Pub Paréntesis (situado en la Comuna de Nuñoa), Alicia llegó engañada y es que el le dijo que irían a una comida con sus compañeros de trabajo y sus parejas. Ella iba vestida formal para la ocasión y cuando llegaron al lugar, estaban con sus amigas y parejas para celebrarme el cumpleaños. Tras unos tragos, hubo un karaoke y le llegó el turno de cantar a Gerard. Entonces, él la llamó al escenario y le pidió matrimonio: “fue algo totalmente inesperado, independientemente que ya vivíamos juntos y teníamos dos hijos, nunca me imaginé esa petición, fue algo muy romántico” (Alicia, 2017). Tras esta petición, pasó casi un año y medio hasta que el día del matrimonio en Santiago llegó.
Preparación de los novios
Para uno de los días más felices de su vida, Alicia eligió un vestido comprado a través de AliExpress y es que fue a varias pruebas en diferentes tiendas de novia y se probó más de 30 vestidos. En la última tienda en la que entró, encontró el vestido de sus sueños pero no estaba dentro de su presupuesto así que es por eso por lo que Alicia se decidió a investigar en Internet y encontró en AliExpress una tienda con buena calificación: Serene Hill y que, a través de una foto y un dibujo que le hizo indicando cada detalle, se lo diseñó a medida y que fue realizado a la perfección.
El vestido fue complementado por zapatos adquiridos en una tienda retail, Ansonia. Además, para este día tan importante, Alicia quiso elegir los servicios de Florencia, de Make Up Flor, quien le brindó un servicio completo de maquillaje con aerógrafo de alta duración y le ofreció, además, un día de prueba fenomenal y se encargó de todo.
Además de todo esto, el ramo de novia se lo hizo una amiga y compañera de trabajo con la que la novia fue al terminal de flores y le mostró una foto sacada de Internet. El ramo era de rosas blancas y rojas, con unas pequeñas bolitas rojas a juego.
En cuanto a Gerard, su traje es el que utilizan en la Institución, pues él es Caribinero aunque después, para la celebración, se cambió de traje por uno de la marca Mossimo que adquirió en Falabella, una tienda de retail. Para sus pies, Gerard eligió unos zapatos de la marca Ferracini.
Ceremonia
La ceremonia civil fue el 15 de febrero de 2017 en la Oficina del Registro Civil en Pirque y, dos días más tarde, el viernes 17 de febrero, tuvo lugar la ceremonia religiosa en la Iglesia de Carabineros, en Santiago Centro, en la Iglesia San Francisco de Borja. Como anécdotas de este día, la pareja siempre va a recordar unas cuantas. Por ejemplo, el auto que arrendaron para la llegada a la Iglesia, tenía que ser un Mustang descapotable pero, un día antes, el dueño le llamó diciéndoles que le habían intentado robar el automóvil y que se lo destrozaron. El dueño del Mustang les intentó ayudar a encontrar otro igual pero, con tan solo un día de antelación, fue algo imposible y se decantaron por un BMW descapotable que arrendaron en Auto Novios, que fue el vehículo en el que, finalmente, Alicia, llegó a la iglesia.
Además, otra anécdota curiosa de la ceremonia religiosa es que los novios le pidieron a Paula Molina, la fotógrafa, que, encarecidamente, les sacara muchas fotografías de sus hijos, sobre todo de Alvarito (su hijo mayor de tres años) ya que en su bautizo se portó fatal y “más que un bautizo parecía un exorcismo” (Alicia, 2017) y en la ceremonia de matrimonio civil también se la pasó con llantos y pataletas. Pero, sorprendentemente, el día de la ceremonia religiosa, Alvarito fue el paje perfecto y se dejó fotografiar en todo momento.
Para la parte de las alianzas, la pareja eligió un modelo visto en Internet y que se lo hizo una joyería de la que Gerard tenía referencias: Joyería Don Rene, ubicada en Santiago Centro.
Tras la ceremonia, Alicia y Gerard fueron a tomarse románticas fotografías mientras los invitados esperaban su llegada para el banquete. La fotógrafa elegida por el matrimonio fue Paula Molina, quien supo plasmar, a la perfección el amor que se profesa esta pareja y quien, además, les realizó un vídeo de estilo documental.
Celebración
Para el banquete de celebración de su matrimonio, Alicia y Gerard se decantaron por hacerlo en el Club de Carabineros, en la Casa de Campo La Reina. El banquete, en concreto, tuvo lugar en el Salón Orden y Patria, donde los novios y sus invitados pudieron disfrutar de una excelente gastronomía.
Como regalo para los invitados, además, Alicia preparó unas bolsas de emergencia (kit anti-caña) donde se podrían encontrar remedios para el dolor de cabeza, dulces mentolados y hasta un parche purita para las mujeres que veían como sus pies se sentían lastimados.
Además de este detalle, la hermana de Alicia, Alejandra Parraguez, contrató los servicios de una cabina fotográfica para que los invitados se llevaran un recuerdo del matrimonio y también un libro en el que pegaban una copia de la fotografía y los invitados escribían sus agradecimientos. Junto a todos estos detalles, la pareja incluso se atrevió a bailar para así deleitar a sus invitados y es que el baile es una de las pasiones de Alicia.
Desde Zankyou, os queremos agradecer el que hayan compartido con todos nuestros lectores este bonito día para vosotros y solo nos queda deciros: ¡Qué la magia del amor esté siempre presente en vosotros!
Lugar de la ceremonia civil: Registro Civil en Pirque | Lugar de la ceremonia religiosa: Iglesia San Francisco de Borja (Iglesia de Carabineros) | Maquillaje y peinado: Make Up Flor | Vestido de la novia: Serene Hill | Zapatos novia: Ansonia | Traje del novio: Falabella | Zapatos del novio: Ferracini | Alianzas: Joyería Don Rene | Fotógrafo: Paula Molina | Banquete y catering: Casa de Campo La Reina | Automóvil: Auto Novios
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