Tenían alrededor de 15 años cuando se conocieron siendo compañeros de colegio, con el tiempo se convirtieron en muy buenos amigos, compartiendo viajes y experiencias en su época adolescente y universitaria. En un viaje por Perú y Ecuador fue que todo cambió y dieron ese paso tan transcendental en su relación de amistad, se enamoraron y se convirtieron en pareja. Es desde ese verano del año 2013 que están juntos y luego de más de 10 años de una pura y linda amistad, el 2018 quedó marcado por la celebración de su compromiso de amor; su matrimonio en Santiago.
Como parte importante de su relación se basa en los viajes que les encantan, en uno de éstos en Nueva York, Gonzalo le propuso matrimonio a Camila en una inolvidable noche de año nuevo en Central Park, ¡una petición inolvidable!
La organización de su matrimonio fue íntegramente gestionada por ellos mismos, pues se encargaron de absolutamente todo. Un día después de ir a una feria de novios, estuvieron a punto de cerrar un contrato millonario con un centro de eventos, al otro día lo pensaron bien y se dijeron: “¡No! No podemos hacer esto, cómo no vamos a poder hacerlo nosotros.” (Camila y Gonzalo, 2018)
Después de cotizar y cotizar muchos lugares donde ofrecían el sistema all inclusive, se dieron cuenta que nada saldría mejor que haciéndolo ellos mismos, de esta manera tendrían todos los detalles que ellos esperaban. Así fue como buscaron a los proveedores uno a uno, empezaron un largo proceso de compras y reuniones con cada uno de los involucrados en la fiesta, hicieron los números de mesa, prepararon la decoración del lugar, los recuerdos y fueron a comprar el cotillón.
“Y así comenzó un periodo donde nuestros fines de semana eran hacer compras, reuniones y todo lo necesario para atar todos los detalles; ¡nos convertimos en nuestros propios wedding planners sin darnos cuenta!, lo que nos sirvió como pareja, ya que nos sentimos totalmente compenetrados en post de un objetivo, apoyándonos en cada decisión durante este periodo y teniendo la constante ayuda de nuestras familias.” (Camila y Gonzalo)
Se casarían el 10 de marzo de 2018 en Paine, en la iglesia Corpus Christi ubicada en Alto Jahuel, la celebración la harían en la parcela de su tío Juan Reyes en Paine y las invitación las encargarían a AdHoc Novios.
Preparación de los novios
La novia se preparó en la casa de su madrina, la maquilló y peinó Melanie Tetzner, quien escogiendo los colores precisos le acentuó su mirada y despejó completamente su rostro dejándolo brillar con un peinado semi-tomado, sujeto a un tocado de Azahar Flores de Novia.
Escogió su vestido de escote en V y cintura media en La Casa Blanca, combinándolo con unas sandalias doradas con taco que encontró en Naturalizer. Para después de la ceremonia y estar cómoda en la fiesta tenía preparadas unas zapatillas Superga. Tanto sus aros como punto de luz fueron Swarovski.
Del ramo se encargó la madre de la novia, Patricia Yoshidzumi, quien también preparó los otros ramos, la decoración de las flores de la iglesia y del centro de eventos. El ramo de novia era de tulipanes, gipsofilias y botones de rosas mini.
El novio, por su parte, se preparó en la casa de sus padres. Vistió un traje Trial de color azul con chaleco y corbata plateada. Sus zapatos color café fueron de la tienda Florsheim. Los anillos de compromiso y las argollas de matrimonio las escogieron en Joyería Vicenza en el centro de Santiago, hechas a gusto de los novios.
Ceremonia y sesión de fotos
Compartiendo miradas inquietas y risas cómplices la novia y su padre se dirigieron al altar, mientras caminaban del brazo la felicidad de ambos irradiaba luz y alegría. Al final del camino se encontraba Gonzalo, que con una mezcla de nerviosismo y romance sintió cada paso que Camila realizaba hasta llegar a él; culminaba un largo trayecto juntos y comenzaba una nueva etapa de compromiso, amor y romance.
“La mayor anécdota fue el mismo día del matrimonio en la mañana cuando yo me estaba maquillando y peinando y Gonzalo me avisa que el auto no iba a llegar porque pensaban que el matrimonio era en la tarde (nuestra ceremonia era a las 13.00). En ese momento decidí no estresarme y me fui con mi prima y su acompañante, desde un principio encontraba innecesario pagar tanto por un auto que solo te llevaba media hora, así que no nos complicamos y me fui con calma y feliz con mi prima. Después de la ceremonia en la iglesia, nos fuimos con Andrea y su novio en su auto ya que íbamos hacer nuestras fotos de pareja.” (Camila, 2018)
La misa fue muy emocionante, estuvo a cargo del sacerdote tío del Novio Raúl Marchant. Los novios pasaron a ser marido y mujer, pronunciaron sus votos y bajo una lluvia multicolor salieron de la iglesia ya casados y listos para su primera sesión post-boda.
Con una espontaneidad sorprendente Camila y Gonzalo se entregaron al talento innato de Andrea Medrano de Pajaritos en la Cabeza, quien con intuición guio a los recién casados en una sesión fotógrafica histórica, el mayor recuerdo de romance y amor que acompañará por siempre a los novios.
“La fotografía estuvo a cargo de Andrea Medrano (@Pajaritosenlacabeza), fue genial la conexión que tuvimos con ella, tanto en la sesión de pre-boda efectuada en Pirque como en la boda misma. Era importantísimo para nosotros generar confianza con la fotógrafa ya que somos un tanto tímidos, pero con Andrea, todo fluyó y generamos unas fotos maravillosas.” (Camila, 2018)
Celebración
La parcela estaba perfectamente bien decorada, predominaban los tonos cremas, blancos y rosados que resaltaban en las flores que Patricia Yoshidzumi, la madre de la novia, había escogido. El catering fue un buffet de carnes y ensaladas del que se encargó el padre de un buen amigo de la infancia de Camila, a través de la compañía ILEN Eventos.
La velada estuvo muy entretenida, los discursos de los familiares nuevamente emocionaron a los novios y los hicieron agradecer profundamente tenerlos en sus vidas y haber podido compartir ese momento con ellos. La animación la llevó a cabo Diego Salinas, quien llenó de juegos y actividades graciosas la fiesta, haciendo participe a todos los invitados, cantando y bailando.
La torta fue parte de un delicioso buffet de postres, era de La Petite Bakery, de tres pisos, color blanca y decorada con flores y berries de diferentes colores.
La canción escogida para el baile fue Thinking Out Loud de Ed-Sheeran. Un baile tranquilo y emotivo que también compartieron con sus seres queridos, padres y abuelos.
La fiesta estuvo muy entretenida y para agregarle un poco más de emoción al tradicional lanzamiento del ramo de novia, decidieron hacer un ramo de cintas, donde cada soltera agarra un extremo de una cinta que va atada al ramo, mientras la novia va cortando cinta por cinta, en esta versión, eso si, ¡ella lo hacía con los ojos vendados!
Los detalles para los invitados fueron pequeños Bambús de Vivero Real Bonsai, con tarjetitas hechas por los mismos anfitriones del evento, además contaban con un stand de fotos polaroid para llevarse de recuerdo.
¡Felicidades por tan bello matrimonio y gracias por compartirlo con Zankyou!
Partes de matrimonio: AdHoc Novios | Maquillaje y Peinado: Melanie Tetzner | Tocado: Azahar Flores de novia | Vestido de novia: La Casa Blanca | Sandalias: Naturalizer | Zapatillas novia: Superga | Aros y punto de luz: Swarovski | Traje del novio: Trial | Zapatos novio: Florsheim | Anillo de compromiso – Argollas de matrimonio: Joyería Vicenza | Fotografía: Pajaritos en la Cabeza | Banquetería: ILEN Eventos | Animación: Diego Salinas | Torta: La Petite Bakery | Bambú: Vivero Real Bonsai |
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