Normalmente en la planeación de un matrimonio se incluye la luna de miel, pues tradicionalmente se han vinculado estos dos eventos de manera consecutiva. La realidad es que ahora las bodas han cambiado muchísimo y se han transformado del concepto tan estricto en el que antes se encuadraban. Los novios ahora tienen mil opciones delante, ¿no quieren dar un menú de tres tiempos? Perfecto, hagan un buffet de comida, ¿la novia quiere ir de otro color? Hay mil vestidos de hermosas tonalidades, ¿quieren dejar la luna de miel para después?, ¡no hay ningún obstáculo por el que puedan esperar unos meses!
Si bien es cierto que todas las parejas sueñan con la llegada de este momento, su primer viaje como marido y mujer, esa escapada que les permitirá relajar todos los nervios acumulados durante los meses previos, existen algunas razones importantes para poder retrasar este viaje unos meses luego del matrimonio. ¿Cuáles son los motivos más frecuentes por los que se pospone una luna de miel?
1. Terminar de pagar los gastos del matrimonio
Una boda no es barata, esto se sabe. En la mayoría de los casos, los novios son los encargados de pagar toda la cuenta del enlace, lo que puede ser un gasto mayor. Es muy válido darle un respiro a las finanzas y dejar que la cuenta de banco alcance un balance para poder invertir en un muy buen viaje y no conformarse únicamente por una escapada
cualquiera.
¿Cómo repartir los gastos del matrimonio?
2. Acumular vacaciones
Si uno o ambos novios trabajan en un empleo tradicional, seguramente habrán experimentado un problema en cuanto a los días libres que han pedido para organizar la boda. Si es el caso, no hay problema en posponer la luna de miel unos meses hasta que los días de vacaciones se normalicen y no ser penalizados por las empresas en las que se
labora.
Si su matrimonio es en día sábado, lo recomendable es que desde el miércoles de la semana previa pidan licencia para faltar, pues seguramente la atención no estará en ninguno de los dos sitios.
3. Organización excelsa
La luna de miel es muy importante y no puede planearse a la ligera. Si la organización del matrimonio fue hecha de manera veloz, dejar pasar un tiempo es completamente válido para darle el lugar que merece. NO hay prisa, el viaje de sus vidas se puede planear tranquilidad para que todo esté listo a su gusto.
4. No conformarse
Es completamente cierto que después de la boda se necesitan unos días de intimidad en pareja. Pero es muy distinto llamarle a cualquier escapada luna de miel, frente a un viaje que marcará el principio de su nueva vida juntos. No siempre se tiene que ir a Europa o a Asia para que valga la pena, muchas veces hay joyas escondidas en el propio continente que están ahí esperando a ser descubiertas, así que empaquen sus maletas y prepárense para disfrutar.
5. Pasar tiempo con la familia
Si tienen muchos familiares que vinieron desde lejos para compartir el día de su boda, es válido aplazar unos cuantos días su salida. Hay muchas actividades que se pueden realizar juntos que involucren a los demás y que los hagan sentir especiales. Si alguno o entre ambos tienen hijos, también se puede dar este momento para compartir con ellos, ya que seguramente durante la planeación hubo un distanciamiento en horarios.
Si quieren posponer su viaje de pareja es válido que lo hagan, no hay reglas al respecto. Cualquier razón es válida, no esperen a que alguien más les de su consentimiento, lo que sí es importante, es que realicen esta aventura juntos, pues como pareja necesitan ese punto de partida que puedan recordar el resto de su vida.
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