Escuchar, entender y ceder, tres palabras mágicas y amplias que se leen muy bonitas, pero que en la práctica nos cuestan mucho.
Generalmente en la convivencia marital o en la vida en pareja, somos al que le toca sólo ceder o sólo escuchar y esto es porque nos cuesta entender al otro, ponernos en el lugar de la otra persona, ser capaz de decir: “sabes, no comparto tu opinión, sin embargo la respeto”, eso es empatizar, es amor, amor profundo, significa que validas al otro en su integridad, en sus pensamientos.
La buena convivencia se logra cuando actuamos desde un punto de vista en el que el raciocinio nos ayuda a tomar mejores decisiones, dejamos de lado la emocionalidad, ya que actuar desde la ira, la venganza, la rabia conducen a más de estos sentimientos.
Otro factor que ayuda a la convivencia son “los detalles”, cuando se comete el error de caer en la rutina, olvidando el placer de conquistar, de ser grato al otro, de recordar las cosas que le gustaban al otro en un comienzo, es aquí cuando debemos reforzar que los hechos son los que hacen las diferencias, lamentablemente olvidamos la conquista diaria, el provocar situaciones de encantamiento. Las despreocupaciones y todos estos olvidos, hacen que la vida en pareja no se vea favorable.
Por otro lado, con la llegada de los hijos, el tiempo para encontrarse como pareja es cada vez más escaso, el descuido hacia el otro, ver al otro como un ser amado y como un compañero de vida y amores, hace que la intimidad pase a un tercer plano, se encuentra primero la casa, los hijos, luego la pareja, (cuando hay tiempo). Es importante que las parejas dejen un tiempo para amarse, para conquistarse, encontrarse, tiempo para la sexualidad, quizás no como tuvieron en un comienzo, ya que los tiempos van cambiando, los cuerpos van cambiando, las mentes van cambiando y hay que ir adaptándose a las diferentes etapas, pero adaptándose juntos, en pareja.
Consultamos la opinión a una especialista, La Psicóloga Alexandra Vidal acerca de ¿cómo conseguir una buena convivencia? Quien mencionó lo siguiente: “la empatía es tremendamente importante en la convivencia, ser capaz de ver a al otro y ponerse en su lugar, no actuar en mente emocional cuando se produzcan desencuentros, preocuparse de la relación en todo ámbito, mantener una buena comunicación, relaciones sexuales, respetar los espacios, hablar tranquilamente sin acumular, para no explotar en algún momento.
Las sugerencias que te mencionamos deben ser consideradas en pareja, compartirlas, practicarlas. Tener un oído y corazón abierto, facilitan las cosas. Jamás creer en que se tiene la razón absoluta, dos pensamientos distintos, sacan uno bien formado.
Tratar los conflictos con altura de mira, es bueno pedir lo que realmente quieres, dejar las complacencias, comentar qué es lo que te está desagradando, siempre desde el respeto, esperando que la otra parte se refiera de igual forma al tema. Tratar discusiones desde puntos de vistas paralelos y a su vez distintos, logran una mejor comunicación.
Demostrar cariño; cuando las relaciones de pareja se convierten en algo lineal, sólo de diálogos sin tocarse, abrazarse, sentirse, nos limita a distancias que hasta nos pueden convertir en polos opuestos, debemos recordar que el concepto de pareja es “par”.
La buena convivencia en definitiva se logra desde la empatía y la comprensión y sobre todo desde el amor.
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