¡Ah, los niños! Si, los niños. Si en tu lista de invitados incluyes a familiares o amigos que te acompañarán en el día más importante de tu vida, pero te confirman que vienen con sus hijos. Lo mejor será preparar un menú adecuado para ellos. No podemos pasar por alto a nuestros pequeños huéspedes. Sigue estos consejos para que puedas diseñar el menú perfecto. ¡A sus marcas… lista… ya!
Un menú que agrade a los niños
En una boda los novios están ansiosos por complacer a sus invitados, ofreciendo platos increíbles a base de menús muy elaborados tipo gourmet y muchos otros detalles más. Pero, a los pequeños ¡no podemos darles la misma cosa! Si tienes pensado servirles los mismos platos, los expertos en catering de bodas nos recomiendan que es mejor centrarse en platos clásicos que les agraden y evitar los crustáceos, pescado o carne. Los más pequeños te lo agradecerán y así no correrás el riesgo de que no quieran comer y que los padres deban ir a acompañarlos en el momento del almuerzo o cena.
Entonces si no le podemos ofrecer una comida gourmet. ¿Qué es lo mejor?, cocinar un menú exclusivo para nuestros pequeños invitados. Un menú diferente, creativo y divertido, ya que es bien sabido que no comen mucho y son especialmente difíciles. Es por eso tenemos que ofrecerles unos platos sencillos para el almuerzo y para la cena debemos considerar que el tiempo en la mesa se alarga para un niño, por lo que el menú será sencillo y rápido, para que puedan ir a jugar después.
Lo convencional
No es conveniente elegir menús muy elaborados que contengan alimentos picantes para los niños. Un menú ideal para nuestros pequeños invitados, puede estar conformado por una entrada, un plato principal y un postre sencillo como una ensalada rusa, pollo asado, puré de papas, hamburguesas con papas fritas y de postre gelatina, pasteles o helado. Los niños disfrutarán de lo que más les gusta y por encima de todo, permite a tus familiares y amigos disfrutar de sus comidas. La simplicidad será nuestro sinónimo de ¡éxito!
Rincón especial de dulces
Antes de empezar a cenar, es habitual brindar con los invitados y para ello se instala una barra de vino, pero si tienes niños alrededor es muy importante adaptar un espacio para los aperitivos destinados a ellos. Unas galletitas crujientes, pedazos de fruta, queso, entre otras, siempre ubicados al alcance de sus manos nos asegurará que esperen tranquilos hasta el momento de la cena.
También podemos poner una mesa de confites para complacer a los niños en la que los dulces serán los reyes: pastelitos, galletas pequeñas con chocolate y otros postres que satisfarán al pequeño glotón. Para tener éxito con nuestros pequeños invitados podemos por la sencillez. Al proporcionar platos clásicos y sabrosos a la vez, tendrás contento a tus pequeños invitados exigentes… y a sus padres!
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