A pocos días de la llegada del mes del amor, es posible que sigas sufriendo por una relación que terminó hace poco tiempo y creas que nunca volverás a ser feliz con nadie. Y es que si continuas enamorada, seguro que intentaste todo para volver y poder tener una segunda oportunidad, pero ¿qué pasa cuando los sentimientos del otro miembro ya cambiaron? ¿Cómo hacer el hechizo para olvidar a la persona que no fue?
Esto es algo que se hace cuando sabes que terminaste con una persona y que no volverá jamás, y lo peor de todo ¡no consigues sacártela de la cabeza! Trata de pasar página, es momento de que sonrías y des una nueva oportunidad a la vida y al amor. ¿Qué mejor que dar este paso cuando se acerca un día tan especial para los enamorados? ¿Por qué no ibas a volver a ilusionarte?
¿Qué hacemos entonces? Vas a escribir una lista con todas las cosas negativas que viviste con esa persona. Esto es ideal para hacerlo siempre en luna menguante, como la que tendremos este viernes 25, la oportunidad perfecta para limpiar.
Por oposición aparecerán también las cosas positivas que viviste. Si no encuentras nada positivo, quizá el problema sea tuyo. Y es que siempre arrancas una relación, la vives, y finalmente la persona pasa de ser “alguien estupendo” a una “persona horrible”. Sin embargo, es cierto que habrás vivido cosas buenas en la relación, tienes que haber sentido cosas buenas y malas, estas últimas por las que obviamente la relación no funcionó.
Vamos a poner entonces todas las cosas malas a un lado y todas las cosas buenas a otro, vas a ver como las cosas negativas se repiten y lo bueno también, vas acabar repitiendo estos patrones y terminarás por enamorarte de lo mismo. Entiende por tanto que tú eres el que generas que esas situaciones pasen. Tienes que trabajar para terminar de cerrar las historias que no van y no volver a repetir los mismos errores.
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Pero volviendo a los pasos a dar en el día viernes, vas a cortar el papel por la parte libre entre lo positivo y lo negativo. Lo negativo lo tienes que quemar con el fuego de una vela en color violeta, y vas a decir: “que el mal desaparezca”. Necesitarás también un limón como símbolo de absorción de todas las energías negativas que te ocasionó esa relación.
Tienes que pedir a una persona que te quiera mucho que te lo pase por el cuerpo, eso lo harás un viernes, y dejarás el limón desde ese viernes al siguiente. Este representará lo que fue esa energía negativa de esa persona. Si se pudre, esa persona no era buena en tu vida, lo ideal es que vaya teniendo un secado normal. Si no pasa nada, realmente esa persona no te genera nada y te lo sacaste de encima. Si se secó, lo tiras siete cuadras alejadas de tu hogar. Si se pudrió, vas a repetir el viernes siguiente lo mismo, hasta un total de tres viernes.
Si se vuelve a pudrir, tienes que hacerlo nuevamente el siguiente viernes. Si logras que el tercer viernes no se pudra, y se empiece a secar de forma normal, es porque estás sacándote a ese amor de tu vida y de la cabeza. Si los tres viernes consecutivos se pudre, significa que no logras sacarte a ese amor de la cabeza, tienes que trabajarlo mejor con un trabajo interno más fuerte o con ayuda de un psicólogo. ¡Quizá te queda algo pendiente que decirle!
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Retomando los pasos a seguir la primera semana, si el limón se quedó bien seco en la primera oportunidad, es momento de trabajar en el listado de las cosas buenas. Tienes que ponerle perfume personal mientras dices: “yo soy amor, yo soy pasión, yo soy sexo”. Luego la doblas en tres y la guardas en la billetera. Cuando huelas el perfume, esto te llevará a pensar que igual que tuviste este amor, puedes tener tres veces más.
Si en cambio, pasaron las semanas e inclusive el tercer limón quedó feo, dejarás guardado este listado de cosas buenas en la agenda, en el diario, para que puedas encarar el tema afectivo de otra manera, pensar qué cosas pudiste tener y puedes volver a tener. Dejarás pasar un viernes, y puedes volver a empezar de nuevo con este “ritual”. El sistema es: tres viernes sí, un viernes no, tres viernes sí, etc., siempre y cuando los limones se pudran. ¡Y hasta que consigas sacarte a esa persona de la cabeza!
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