Consuelo y Pabla se conocieron hace 13 años en la universidad en la que estudiaba Pabla. Ambas tenían 20 años y estaban metidas de lleno en una relación con otras parejas, aunque “la atracción fue inmediata desde el primer día que nos vimos” (Consuelo, 2017). El tiempo pasó y no fue hasta ocho meses después cuando la necesidad de querer estar juntas el mayor tiempo posible fue, cada vez, más y más fuerte.
A los cuatro meses de iniciar su relación, Pabla propuso a Consuelo que se mudara a vivir con ella y, a pesar de todo pronóstico o contratiempo (la rapidez con la que iniciaron la relación, la juventud, los comentarios de personas de su entorno, etc.) se hicieron inseparables y han construido su propio hogar con dos hijas perrunas que siempre están con ellas, “incluso en el día más importante para nuestras vidas en una isla en mitad del Océano” (Consuelo, 2017).
Tras todos estos años de relación, el 21 de septiembre de 2015 y con motivo del cumpleaños número 32 de Pabla y, tras pocos meses desde la aprobación del matrimonio entre personas del mismo sexo en Chile, en el bar Baires de la Avenida Brasil, donde ambas estaban con sus amigos celebrándolo, Consuelo le obsequió con un regalo a Pabla, un lápiz Lamy en él que había enredado un anillo de compromiso que mandó a hacer a modo de réplica de uno que le obsequió Pabla hace tiempo a modo simbólico (ya que aún no se había aprobado la ley).
La respuesta de Pabla fue inmediata y ambos comenzaron con los preparativos de la celebración de matrimonio en Valparaíso, en concreto, en la Isla de Pascua.
Preparación de las novias
Para este día tan importante, ambas optaron porque el peinado y el maquillaje fuese obra de Yanina Araki, dueña del Salón Integral Beauty, la cual las dejó perfectas, junto a una maquilladora que trabaja para ella, en el día de su matrimonio.
Consuelo eligió un vestido de la diseñadora Daniela Aranda, dueña de Niamh Couture y para el pelo, ella se decantó por una corona elaborada por una artesana RapaNui que trabaja con flores típicas de la Polinesia. Esta artesana es conocida con el nombre de Pomahina y ha ganado varios concursos de collares y coronas de flores en la Tapati RapaNui. Y, por último, como calzado, Consuelo se decantó por llevar unas sandalias de Steve Madden.
Por su parte, Pabla, para este día tan especial, llevó dos vestidos para luego poder decidirse por uno u otro: uno era de la tienda Saville Row y el otro de Mango y, finalmente, se decantó por este último. Para el pelo, Pabla eligió un tocado elaborado por la misma artesana que le hizo la corona a Consuelo y, para sus pies, pensando en la playa, Pabla también eligió unas sandalias; en esta ocasión, de la firma Aldo.
En cuanto a las argollas de matrimonio que lucieron ambas, fueron encargadas en la Joyería Cadis, ubicada en Lo Castillo-Vitacura.
Ceremonia
La ceremonia de matrimonio de Consuelo y Pabla se llevó a cabo en Playa Anakena, en la Isla de Pascua, el día 17 de febrero de 2017 ya que, “después de haber tenido que esperar tanto para poder hacerlo, queríamos que fuera algo realmente especial. Inicialmente, éramos Pabla y yo más tres amigos que iban por vacaciones pero, al acercarse la fecha, nuestras personas más queridas no quisieron estar ausentes y espontáneamente se sumaron al viaje” (Consuelo, 2017). Así que en la Isla de Pascua se juntaron 18 personas en total más las 2 perritas de la pareja.
La ceremonia se celebró ante el Juez Civil y el escenario, como se puede observar en las fotografías, era idílico: palmeras, pasto, playas y, de fondo, el Ahu de Moais.
En la semana de celebración del matrimonio, las novias ocuparon unas cabañas RangiMoana y, como dato curioso, el dueño de dichas cabañas era el mismo que acabó cantando en la ceremonia en la playa y que formaba parte del grupo folklórico del Restorant.
Otras de las anécdotas que tuvieron lugar durante la ceremonia de matrimonio de Consuelo y Pabla es que, como es normal el día del matrimonio, la novia suele llegar tarde pero, en esta ocasión, al ser dos las novias, llegaron tarde ambas. Son muchas las anécdotas de este enlace, recuerdan también que sus perras llevaban las argollas en sus collares e iban a aparecer en la ceremonia con los amigos de las novias. Pero, los amigos se perdieron y llegaron tarde y, por lo tanto, las argollas también se demoraron.
Todo el evento, desde los preparativos hasta la sesión posterior a la ceremonia, fue cubierto por Jonathan Martins, un fotógrafo que vive en la Isla y que tiene su propia agencia fotográfica, Karua. “Jonathan y su compañero, Ricardo Jara, estuvieron encantadores y supieron sacar fotografías preciosas sobre el mejor día de nuestras vidas”. (Consuelo, 2017)
Además, tras esta sesión fotográfica, las novias fueron a cenar con sus amigos y familiares, en el restaurante Kanahau, situado a 20 minutos de Playa Anakena y la decoración corrió a cargo de Nity, la administradora del restaurante donde se celebró el cóctel y la cena.
Durante el banquete, hubo un dueto de músicos con canciones polinésicas y para los invitados, las novias regalaron un detalle de una figura de Moai con la inscripción de sus nombres y la fecha y también les regalaron entradas a un show que realiza el propio restaurante y que “es uno de los mejores shows polinésicos de la Isla y que dura alrededor de una hora y en el que le pintaron la cara a todos los invitados” (Consuelo, 2017).
Desde Zankyou os queremos dar las gracias de haber compartido este día tan bonito con todos nuestros lectores y os deseamos que sean felices durante el resto de sus vidas.
Lugar de la ceremonia: Playa Anakena (Isla de Pascua) | Maquillaje y peinado: Yanina Araki (Salón de Belleza Integral Beauty) | Vestido de la novia (Consuelo): Niahm Couture | Vestido de la novia (Pabla): Mango | Zapatos de la novia (Consuelo): Steven Madden | Zapatos de la novia (Pabla): Aldo Shoes | Argollas: Joyería Cadis | Fotógrafo: Karua | Restaurante: Kanahau
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