Generalmente hablamos de temas relacionados con el amor y la ilusión, les damos consejos de cómo llevar bien la relación, cómo avivar esa chispa, como mantener la llama de la pasión, tal vez con un viaje tipo luna de miel, pero hoy vamos a tocar un tema que lamentablemente está presente en nuestras vidas: la traición.
Cada persona es un mundo y cada cual lleva sus sentimientos como mejor puede, claramente las reacciones no son las mismas, pero lo que es seguro es que todos sentimos lo mismo cuando nos traicionan, ese sentimiento de incredulidad, de decepción, de no saber cómo afrontarlo, llega a nosotros sin darnos cuenta.
Todo empieza como un juego, algo que te ayuda a salir de la realidad, alguien que te da lo que ya no encuentras en tu pareja, algo que ha desprendido tu ilusión; se va perdiendo afecto y sensibilidad por la otra persona. Simplemente ya no se estás satisfecho y sientes que algo falla.
Tal vez lo nuevo siempre nos atraiga pero, ¿de verdad vale la pena cambiar algo que has querido y quieres tanto por un solo momento? Es un instante de euforia por estar haciendo algo prohibido, el ser humano es muy característico, a veces simplemente, se hacen las cosas sin razón.
Uno de los momentos en los que se más se dan las traiciones, es cuando sucede el nacimiento de nuestros hijos, las madres nos enfocamos únicamente y casi en la totalidad en el bebé y dejamos de lado a una gran parte importante: nuestra pareja; este es un momento que se debe disfrutar en unión, tanto tú como él, no dejes de lado a tu chico, también debe ser partícipe de ese instante tan especial.
Está claro que perdonar a cualquier persona una traición no es tarea fácil, ese ¡nos han fallado, queda para siempre! Pero lo realmente importante es sopesar, pensar en todas las cosas fríamente, poner en una balanza todo lo bueno, todo lo vivido, todo lo que una vez construyeron juntos y si aún hay amor, ese amor puro que lo puede con todo, intentar recuperar esa confianza, hablar las cosas, recapacitar y hacer que cada uno de ustedes ponga ese granito de arena que hace falta, para poder solucionar esa desconfianza creada quizá por un mero desliz.
Así que si decides perdonar, este perdón debe ser real, no busques una reconciliación si sabes que no vas a poder perdonar realmente, sólo lograrás hacerte más daño, si por el contrario, crees en el amor y quieres volver a intentarlo dándole una oportunidad, crecerás como persona y a la vez lo harán como pareja, es un obstáculo muy duro de superar y pocas personas lo intentan. ¡Deja ir todo lo malo!
Compartan ideas, aficiones, planes, todo esto ayuda a mantener una relación más sana, no dejen que la rutina y la monotonía se haga hueco en su relación, ¡hay que avivar la pasión!
Es simplemente una cuestión de ¡equilibrio! ¡Y vivir la vida al lado de la persona que amas!
Y si te abordan otro tipo de problemas dentro de tu relación, no dejes de leer: Cosas conflictivas que no ayudan a tu relación de pareja.
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