Nada más emocionante que comenzar a planear una vida juntos, después de todo, la relación ha ido avanzando hasta el punto en el que ya decidieron que quieren pasar el resto de sus vidas juntos, un gran paso ¿verdad? Ahora ambos planean y visualizan lo que quieren lograr para disfrutar del gran día y dar el “sí, acepto” en medio de las miradas y sonrisas de las personas que más valoran. Sin embargo, planificar una boda puede alejarse de ser algo divertido si dejamos que el estrés entre a nuestras vidas, ¿cómo podemos evitar esto?
Desde su consulta, el Dr. Andrés Gumucio Pardo, psiquiatra y terapeuta transpersonal, nos aconseja cómo afrontar estas pequeñas crisis y evitar que se conviertan en problemas graves antes de que el daño sea irreparable.
1. No olvidar la razón principal de la boda
Puede que entre tanto soñar, planificar y organizar, ambos se pierdan en una atmósfera en donde querrán cosas diferentes para el día de la boda y hay que tener mucho cuidado con eso. Puede que sin darse cuenta, entren en una etapa en donde empiecen a tener discusiones sin importancia, y si no las tratan a tiempo terminarán creciendo, incluso antes de que puedan darse cuenta, muchas veces el tema de la boda se convierte en algo tan grande en la relación, que no existe otro tema que no sea este. ¡Aléjate de esta situación!, no todo es acerca de la boda.
Según el Dr. Andrés Gumucio, “estadísticamente, se evidencia que la mayoría de los novios sufren una baja de la líbido durante la planificación y esto trae muchas complicaciones. Generalmente, el evento del matrimonio, provoca tanto estrés que muchas parejas solo tienen tiempo para pensar en eso”. Para evitarlo, recuérdense a sí mismos por qué están juntos y decidieron emprender un nuevo camino, tengas pequeñas citas de pareja, salgan a hacer cosas distintas y enamórense día a día, verás que todo mejorará poco a poco.
2. Dudas
La mente humana funciona de maneras curiosas, pues cuando una duda se clava es nuestra cabeza se aloja como una pequeña semilla que va creciendo a medida que se lo permitimos, pero ¿cómo podemos evitar que nuestra mente nos controle? Aunque no lo creas, el miedo al matrimonio y el compromiso en general, es algo bastante usual, pero con la finalidad de evitarlas te aconsejamos que seas honesta contigo misma y te recuerdes las razones por las cuales estás emprendiendo este nuevo desafío. De seguro comenzarán a venir a tu mente los motivos por los cuáles deseas estar para siempre con tu pareja. Entender esto te hará más paciente y menos ansiosa respecto a lo que se viene en el futuro.
El Dr. Andrés Gumucio, advierte que “en general las parejas deben saber que si el pololeo y el noviazgo fue de una forma, el matrimonio seguirá la misma línea. La relación siempre irá avanzando en una línea continua, por lo tanto es un error pensar que el matrimonio hará que automáticamente todo sea mejor que antes o que algunas cosas van a cambiar. Si el noviazgo ya funcionaba correctamente de antemano, lo más probable es que el matrimonio siga de manera funcional”.
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3. Dividan las tareas de manera equitativa
Está de más decir que, casi siempre, las novias muestran mucho más entusiasmo por planear una boda, ¡pero ojo, esto no quiere decir que a los novios no les importe! Recuerda que ellos casi siempre son más prácticos en este sentido, es más, muchos de ellos solo desean que haya buena comida, excelente música y que no ocurra ningún percance, y básicamente estos son puntos bastante acertados para que una boda sea exitosa. Así que cada uno aproveche de sacar sus habilidades a flote, repartan las tareas según lo que cada uno haga mejor y verán como el hecho de complementarse es la clave del éxito.
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4. Comunicación es la clave
Hablar con sinceridad es uno de los factores que mejor te encaminará en una relación. Debes saber que no tiene nada de malo estar en desacuerdo con tu pareja en ciertas cosas, pues lo importante es que siempre se lo hagas saber de manera clara y efectiva. El Dr. Andres Gumucio señala que “es muy bueno que la gente discuta y tengan diferencias de opinión, es importante no dejarse absorber por las creencias de otro. Lo importante es comunicarse de manera funcional, y no hacerle el quite a las cosas. Hay una diferencia muy significativa entre pelear y conversar, mi consejo es que la pareja se comunique para llegar a un acuerdo, no se trata de ganar, si no llegar un consenso que sirva para ambas partes”.
Siéntete cómoda de compartir tus inseguridades, tus desacuerdos e inquietudes, pero también hazle saber cuando las cosas estén bien, los aspectos positivos, eso que te encanta y que te saca más de una sonrisa cuando todo funciona y estás feliz. Esto generará un ambiente de seguridad y certidumbre que aliviará el estrés por miedo a lo desconocido.
Ahora que ya lo sabes, estos factores sin duda te ayudarán a resolver más de algún problema que vaya surgiendo en el camino. Eso si, una vez que llegue el gran día, solo deben encargarse de disfrutar juntos la boda, amarse, reír como nunca y gozar de todos los placeres que planearon para ese momento. Aprovecha de conocer y corta de raíz 8 posibles problemas que pueden surgir en tu boda. ¡Evítalos! o Cómo superar la primera pelea de casados
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