Cuando la palabra “cáncer” es pronunciada, generalmente se hace en un tono de: tragedia, pena, angustia, miedo y rabia. Pero si realmente analizamos lo que provoca estos sentimientos, lo primero que se nos viene a la mente es porque vimos:
- La película triste de la niña que se muere de cáncer.
- La novela donde la niña que tiene cáncer pierde el pelo llorando.
Muchas veces reaccionamos a ciertas situaciones a modo de imitación, y se nos ha enseñado que la palabra “cáncer” debe de ser acompañada de tragedia. Pero ¿será esta la mejor forma de combatirlo? Un gran número de mujeres que han superado esta enfermedad, saben que mientras más espacio se le de a la autocompasión y a la tristeza, mas rápido el cáncer avanza. En cambio, si dejas un día para llorar y el resto de tus días para luchar con uñas y dientes, tus probabilidades de salir de esto ¡son cada vez mayor!
Se suele olvidar que en el mundo de hoy, año 2018, existe un gran conocimiento sobre esta enfermedad, también existe un sin número de tratamientos, sean estos convencionales o no. Las redes informáticas hoy, nos ofrecen una gran cantidad de métodos para sobrellevar esto, informa sobre grupos de apoyo y recomiendan lectura práctica para asimilar este nuevo mundo desconocido.
A todos los seres humanos, nos aterra lo desconocido, pero hemos de decidir si: vivimos aterrados o nos enfrentamos a nuestros miedos. Es como todo en esta vida, decides avanzar y luchar o decides acomodarte a un estado esperando que algo bueno o malo pase. Cada vez más, nos rodeamos de un sin número de historias de superación que inician con la palabra “cáncer”.
Cuando se entra a este mundo de tratamientos, radiación, mutilación, remedios y cambios físicos radicales; también se entra en un mundo de gran crecimiento personal y familiar… Puede que todo lo que tenias planificado para tu futuro se derrumbe (si lo quieres ver así). Puede, también, que al contrario de esto, sea la gran oportunidad de planificar mejor tu futuro, priorizando lo que realmente importa (si prefieres verlo así).
La gran mayoría de las personas que han vencido esta enfermedad, coinciden en su manera de abordar esto como: “un nuevo reto”. La manera de enfrentar esta enfermedad, según el consejo de muchas vencedoras, es que: Si de verdad quieres vencer el cáncer, debes comenzar por pintar tu rostro como una guerrera y salir a luchar como un soldado. Mete la foto de los tuyos en el bolsillo de tu uniforme de guerra y mírala cada vez que sientas que esto te está venciendo…
Se aconseja también, permitirse llorar, gritar y enojarse, eso si, sin extenderse demasiado en este estado, para luego secarse la lágrimas, sacudirse, mirar la cara de las personas que más te aman y comenzar a trazar tácticas de guerra para decir: ¡Esto no me va a ganar! Muchos se preguntarán ¿cómo ser fuertes si te están diciendo que te puedes morir?
Pero, por un acaso, ¿alguien, alguna vez, les dijo que serian inmortal? ¿Alguna persona en este mundo, sabe cuándo y cómo va a morir con exactitud? Por un acaso, ¿tener cáncer te hace inmune a morir en un accidente cualquiera? (Viéndolo de una manera trágica pero realista). Entonces, ¿para que dejarse morir en vida por un diagnóstico médico en donde tanta gente ha conseguido doblegarlo?
Estamos cansados de ver casos de personas a las que se les dice que tienen de tres meses a dos años de vida, como máximo, se les desahucia y cuando vas a ver, llevan más de diez años de vida, después de ese diagnóstico. En el mundo de hoy, parece que todos los seres humanos hemos apretado el acelerador de la vida y vamos tan rápido que se nos olvido cultivar la paciencia… La paciencia, en este caso, es la gran táctica para vencer esta enfermedad.
Soportar quimioterapias, olvidar un poco los prototipos de figura física que se nos impone como sociedad a todas las mujeres, por ejemplo, es algo fuerte pero posible, en el caso de quien padece cáncer de pecho.
¿Dejas de ser mujer por no tener pechos o pelo?,¡pues no! Te inventas millones de otras alternativas para sentirte y hacerte más bella, más segura y más fuerte… Aprendes que los otros ven lo que tú quieres que vean de ti. Aprendes que la belleza no está en tus pechos, en un brazo, en una pierna, en un ojo y te vuelves una persona admirable a la que todos quieren tocar y conocer y saber más de ti y de tu historia, porque te ven fuerte, te ven luchadora y te ven completa aunque al principio te sientas físicamente incompleta.
Algo que trae esta enfermedad, es aprender a resetear nuestro cerebro y si prestamos una real atención, aprendemos a conocernos y a conocer nuestro entorno… Si alguna de nosotras tuviera conocimiento tan siquiera de cómo será nuestra vida paso a paso, año a año, no tendríamos la capacidad de maravillarnos con la vida y no podríamos maravillar a nuestro entorno con lo que podemos llegar a ser. Muchas de las mujeres que entran a esta enfermedad no tienen ni la mas mínima idea de lo fuerte que pueden llegar a ser, muchas no saben lo importante que son para su entorno y lo mucho que este mismo entorno las admira por luchar como luchan.
Las quimioterapias son asquerosas, los medicamentos caros y las pelucas pican. Pero hay un gran número de personas que pasan por esto y lo vencen, no solo una vez, si no que: dos, tres y hasta ocho veces de una forma magistral, y a ellas hacemos hoy un gran reconocimiento por cambiar la historia y el concepto de que esto, si bien, representa una gran tragedia y un gran desfalco económico en muchos casos, también significa que somos seres humanos a todo terreno, sabemos sobrellevar la adversidad…
Frente a cualquier tipo de miedo, es aconsejable la información, variar en las fuentes y hablar, preguntar, investigar, respirar y seguir investigando… ¿Cuál es el origen del miedo? El origen de todo miedo, es lo desconocido… ¿Qué es lo que te da más seguridad? Lo que da más seguridad es lo conocido, porque ya sabes hacia dónde y por dónde vas… ¿Los seres humanos nacemos sabiendo?, está claro que no. Pero en intentarlo encontramos a:
- La mujer que se quedo embarazada a sus quince años y decide tener y criar a su hijo.
- La mujer que decide separarse y no seguir llevando una vida que no quiere.
- La mujer que es abandonada por su marido y tiene que criar a sus hijos sola.
- La mujer que decide denunciar un acoso de su jefe, quedarse sin trabajo y encima ser enjuiciada por su entorno.
- La mujer que tiene cáncer y decide luchar por ella principalmente y por los suyos.
La vida está llena de tragedias (si lo quieres ver así). La vida está llena de alegrías y oportunidades para sonreír (si lo quieres ver así). Lo bueno de vivir, es que podemos hacer y reaccionar como se nos plazca. Mientras se viva, nuestro único deber es ¡inhalar y exhalar hasta donde nos sea posible! Todo lo demás, es un complemento de este acto divino.
A este propósito, no puedes perderte esta hermosa historia: ¡La inolvidable boda de Daniela y Mauricio! Entre tonos y caricaturas, amor y convicción.
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