“Era un remanso de paz, y no entiendo por qué hoy, todo es motivo de discusión. Pareciera que todo le molesta…” son las palabras de Claudio en mi consulta, quien muestra su estupor y total desconcierto por la vorágine de reclamos que inesperadamente recibe de su mujer.
Siempre habrá desencuentros dentro de una relación, que duda hay. Es quizá ese el mayor desafío, el que a pesar de las grandes diferencias de dos personas, las desigualdades sean vistas como un aporte y no como una suma de complicaciones.
Si hoy estás estrenando tu relación, es importante que desde ya, sepas que más temprano que tarde, en la convivencia y sus múltiples imponderables, caerás en divergencias con tu pareja. Muchas veces procederes que actualmente puedan parecerte inofensivos e incluso tiernos, serán los que mañana sorpresivamente se conviertan en un dolor de cabeza.
¡Aquí cuatro recursos que serán muy útiles!
1. Tener clara la jerarquía de lo que es importante para ti
Es fundamental que cada persona, y antes de embarcarse en un compromiso, identifique aquello que es clave en su vida. Reconocer un par de valores que son vitales en su existencia, de qué manera comunicarlos al otro, quien no sólo aumentará su conocimiento de ti, sino que sobre todo, tendrá una hoja de ruta por la que guiarse y no andar ciegamente.
2. Reconocer cuál es la naturaleza de tu queja
Es muy usual que el trasfondo de los reclamos sea distinto a lo que se expresa. Suele ser una de las trampas más frecuentes en las discusiones de pareja, eternas y sin sentido, que dado que el origen es oculto, no se logra llegar a ningún lado.
El seguir el rastro a eso que incomoda requiere meditación y la sincera intención de ofrecer al otro la acertada información sobre lo que hay que reponer, de lo que hay que convenir.
3. La diferencia de comunicación
La diferencia entre géneros ya es un tema del que hemos hablado profusamente, sin embargo una y otra vez vuelve a pasarse por alto. Parte importante del éxito de una relación, se sustenta en la simple aceptación del otro.
No caer en la parodia, la denostación, la burla o la trivialización aunque tenga apariencia de liviana, ya que se estará escondiendo un problema que, sin duda, surgirá produciendo estragos, a veces irremontables.
4. El humor salvador
Sin duda hay aspectos que son muy importantes en la vida, pero asignarle a todo un mismo nivel, es estresante y agotador.
Muchas veces una manera de descomprimir la tensión, será conectarse con la liviandad, esa particularidad humana, que es una llave mágica que permite acercarse a lo insustancial, al absurdo y, desde allí calibrar lo que es o no importante.
La pareja es un espacio desafiante, que ejercita el reconocer límites propios, el hacer uso de fortalezas y como también, hacerse cargo de debilidades. Como el ejercicio humano que es, se asienta principalmente en la conversación, no sólo con el otro, principalmente se nutre del diálogo interno que detecta lo relevante, lo que a cada uno le hace sentido.
El asumir esa relación es sin duda, el Santo Grial que permitirá navegar exitosamente por el azar, sustituyendo absurdos pudores, por una sana confianza, por alegría y complicidad.
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