Desde la antigüedad el hombre quiso comprender todo lo que lo rodeaba. Ya sea la naturaleza, el cielo y hasta incluso el propio funcionamiento humano. Si bien actualmente muchas de las funciones del cuerpo tienen una explicación, todavía hay mucho por descubrir. Como el amor y el enamoramiento, dos sensaciones extraordinarias para los seres humanos, y que ahora los científicos pueden dar una respuesta sobre sus causas. ¿Sabías que pueden ser confundidos con una droga? ¡Te invitamos a descubrirlo en la siguiente nota!
El amor como una droga
En 2005, científicos del Albert Einstein College of Medicine, en los Estados Unidos, se propusieron descubrir las razones psicológicas por las que sentimos todas aquellas poderosas emociones cuando nos enamoramos y por qué es tan doloroso cuando nos rechazan. Para ello realizaron diferentes resonancias magnéticas a hombres y mujeres que recién habían comenzado una relación amorosa. El resultado no los dejó indiferentes. Descubrieron que el estar “locamente enamorado” provoca una sensación parecida al subidón de las drogas a causa de la actividad hormonal.
La oxitocina: la “hormona del amor”
¿La conoces? Su nombre es oxitocina, aunque comúnmente se la llama “hormona del amor”. Esto es así, porque una de sus funciones está asociada con el establecimiento de vínculos efectivos, especialmente entre amantes y madres e hijos. Interesante, ¿no? Se trata de una sustancia endógena (producida por el cuerpo) que actúa como una sustancia exógena (fármaco o medicamento ingerido) y que activa la producción de otros neurotransmisores. Se trata de una cascada de emociones, pero lamentablemente no todas son positivas. Según investigadores de la Universidad de Haifa, esta hormona también actúa en sentimiento negativos como los celos, la envidia y la malicia.
Conozca más sobre “Joel Salazar Fotografía y Video” La dopamina: la droga del amor
“Sí alguien es único en su vida y se centra en esa persona, es porque el sistema de la dopamina se ha activado”, afirma la antropóloga biológica, Helen Fisher. Esta frase sintetiza la importancia que este neurotransmisor desempeña en el organismo. ¿Sentiste alguna vez esa euforia y energía provocada por el enamoramiento? Dicho en términos científicos, eran los efectos generados por la liberación de la dopamina en tu cuerpo. Como si esto fuera poco, también cumple un rol fundamental en los sistemas de recompensa, esto quiere decir que el placer hace que nos sintamos bien y que realicemos acciones que nos permitan sobrevivir, pero tanto en la droga como en el amor, cuando el estímulo externo (droga) o interno (exitocina) desaparece, pueden crear problemas serios en una persona.
La noradrenalina: la responsable de las “mejillas ruborizadas”
Si siempre te preguntaste cómo evitar esos momentos incómodos de las primeras citas, en los que las manos se ponen sudorosas y mas mejillas se enrojecen, lamentamos decirte que es casi imposible. Resulta que mientras eso sucede en el exterior, en tu interior se pone en marcha un neurotransmisor llamado noradrenalina, que es la dosis de la adrenalina. Éste induce a la euforia en el cerebro, excitando el cuerpo, entonces sucede que el corazón late más rápido, la presión arterial se eleva, y finalmente, la respiración se vuelve más pesada para que llegue más oxigeno a la sangre.
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Secretonina: “la droga de la felicidad”
Esta sustancia que está presente en los neurotransmisores cumple un rol importantísimo en los estados de ánimo y las emociones. ¿Por qué? Entre otras cosas, es la responsable del bienestar, el buen humor y la sociabilidad, además de representar un papel importante en la inhibición de la ira y la agresión. Los niveles bajos de esta sustancia en el organismos se asocian con la depresión y la obsesión, síntomas del desamor.
La frase, “ya no siento lo mismo”, ¿indica crisis?
La respuesta es NO. Lo que sucede es que los receptores neuronales se han acostumbrado a ese exceso de flujo químico, por lo que de alguna manera el cuerpo nos pide aumentar la dosis para seguir sintiendo lo mismo. ¿Qué hacer? El cerebro necesita recuperar los niveles normales de flujo químico, por lo que dejar pasar el tiempo puede ayudar a su estabilidad.
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Entender todos aquellos procesos que suceden de manera silenciosa en nuestro organismo, puede ayudarnos a exteriorizar mejor nuestros sentimientos y controlar nuestras emociones. Así que ya sabes, cuando tengas alguna de estas sensaciones, tómate unos momentos para reflexionar sobre sus causas.
Ahora te preguntamos: ¿Crees que son una pareja feliz? ¡No te pierdas la respuesta que nos da la ciencia!
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