Cuando decides casarte tienes que pensar en infinidad de cosas para el matrimonio, tales como el vestido, el peinado, el lugar de celebración o los invitados… Además, para muchas parejas seguir las tradiciones de matrimonio es tan importante como lucir un estilismo perfecto y sorprender con los detalles más hermosos a los invitados. Hoy queremos hablarte de las tan arraigadas tradiciones que existen en nuestra cultura. Sin embargo, te sorprenderá bastante conocer el origen de muchas de ellas.
Para saber la verdad sobre las costumbres que rodean al casamiento desde Zankyou hemos profundizado más a cerca de estos ritos para descubrir sus fundamentos. ¡Te vas a quedar de piedra!
El blanco como símbolo de pureza
La mayoría de mujeres sigue optando por utilizar el blanco en su vestido de novia, pues casi todo el mundo lo tiene asociado como un símbolo de pureza. Aunque en muchos casos se respete la tradición de llegar virgen al matrimonio (antiguamente si no era así la novia vestía de negro) y en otros caso no, lo cierto es que la utilización de este color no tiene nada que ver con lo que nos ha llegado hasta nuestros días.
Pero la realidad es bien distinta. Pues fue la Reina Victoria quien introdujo el vestido de color blanco en 1840, cuando se casó con su primo Alberto de Sajonia-Coburgo-Gotha. Fue entonces cuando esta tradición empezó a cobrar fuerza, también gracias a los crecientes medios impresos. Hasta la era victoriana, el color rojo era el que predominaba en los vestidos de novia.
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La evolución de las flores
Qué bonitos suelen ser los ramos de la novia que sujetan con nervios mientras caminan hacia el altar. Lo que quizá no sepas es que esta tradición se remonta a la Antigua Grecia, donde las mujeres, para ahuyentar a los malos espíritus, se ponían unas coronas de menta y caléndulas, además estas flores servían como poder afrodisíaco.
Aunque te parezca increíble hasta la peste tiene mucho que ver en esta costumbre del matrimonio. Pues durante esa época las novias caminaban hacia el altar llevando consigo eneldo y ajo, para evitar los efectos de la enfermedad durante la celebración. Con el paso de los años, las mujeres fueron añadiendo flores y plantas con mejor aspecto y olor.
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Ocultar el rostro
Por desgracia la mujer ha sido utilizada a lo largo de la historia como moneda de cambio. Por este motivo, casi desde siempre han existido los matrimonios concertados, lo que implicaba que los novios se vieran por primera vez el día de su matrimonio. Aunque te parezca una locura, el velo se utilizaba para tapar la cara de la novia y ocultarla hasta el final de la ceremonia, para evitar de esta manera que si al novio no le gustaba físicamente su esposa ya no se pudiera echar para atrás.
Otras teorías sitúan el origen del velo en la Antigua Roma. En este caso, los romanos creían que la esposa podía atraer los malos espíritus, que estarían celosos de su felicidad en el día de su casamiento. Así que creyendo esto colocaban el velo sobre la novia para que esos espíritus no lanzasen ninguna maldición para destruir el matrimonio.
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Acompañamiento del padre
La verdad que no nos gusta mucho el origen de estas tradiciones, pues en la mayoría las mujeres son utilizadas como mercancía. Como os hemos contado anteriormente, los matrimonios eran una transacción en los que la mujer era la moneda de cambio. En el casamiento, las novias pasaban de pertenecer a sus padres a pertenecer a sus futuros esposos. Así que la verdad era que la figura del padre en el altar era una manera de representar ese negocio. Menos mal que las cosas evolucionan con el paso del tiempo.
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Las damas de honor
¿Te has preguntado alguna vez por qué las damas de honor suelen ir muy parecidas a la novia? Pues tampoco te va a resultar muy bonito conocer el origen de esta tradición. Y es que volvemos a la Antigua Roma y buscar la manera de alejar los malos espíritus. De esta forma, algunas mujeres se vestían de forma parecida a la novia para que cuando llegasen los espíritus se confundieran y evitar así la maldición sobre el matrimonio. En la actualidad, el objetivo principal de las damas de honor es ayudar a la novia, lo que supone un halago y una gran responsabilidad.
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Más que padrino, un guardaespaldas
El padrino tampoco tiene que ver con nada romántico para nuestra desesperación. Una vez más se confirma a través de esta tradición que la novia parecía no pintar nada en su propio casamiento, pues la función principal del padrino era evitar que la futura esposa se escapara, o que alguna persona pusiera algún impedimento. ¡Parece de película! Incluso era habitual que algunos hombres secuestraran a las mujeres para casarse con ellas, aquí también entraba en acción el padrino, pues tenía que estar preparado por si tenía que utilizar la fuerza para que nadie pudiera detener la celebración.
En brazos para la noche de bodas
Los espíritus vuelven a hacer acto de presencia, ¡ya casi parecen formar uno más de las tradiciones del casamiento! ¿No crees? Es uno de los dos posibles orígenes de esta costumbre, y es que los hombres levantaban a la esposa en volandas para que los demonios no se introdujeran en la novia a través de sus pies. El otro posible origen tampoco te va a gustar nada. Y es que el hombre cogía en brazos a la mujer para llevarla a casa, cuando probablemente ese casamiento había sido impuesto, y esta no accedía a tener una noche de bodas en condiciones. ¡Esta última sobre todo nos parece terrible!
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Suponemos que te has quedado impresionada después de conocer los orígenes tan oscuros de ciertas costumbres, nosotros también. Pero afortunadamente las cosas han cambiado mucho, y ahora todas estas tradiciones tienen un tono más romántico y especial. Te animamos a que personalices tus propias tradiciones y que les des un toque original y diferente.
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