Durante mucho tiempo, la mayoría de la gente ha pensado que tener celos era un síntoma de que había mucho amor en esa relación, y querer mucho a la otra persona. Este tema se ha visto reflejado en infinidad de películas y novelas en las que se le daba a los celos un significado positivo, hablando incluso de provocar esos celos en la pareja, para que nos demuestren si realmente nos aman o no, y que se queden a nuestro lado. Pero nada más lejos de la realidad, porque desde un punto de vista psicológico, los celos no tienen nada que ver con el sentimiento del amor, son más bien un tipo de desconfianza hacia el otro.
Por desgracia, en la actualidad todavía son muchas las personas que creen que tener celos en la pareja son un síntoma de amor. Esto ocurre por creer de forma errónea que el sentimiento de posesión y los celos son síntomas de que queremos mucho a esa persona. También puede ocurrir por la dependencia emocional por la pareja, cuando vivimos por y para la pareja, poniéndonos en segundo lugar, lo que genera esa angustia de perder a la persona amada.
Por este motivo, deberás eliminar algunas creencias falsas sobre los celos para mantener ¡una relación sana y duradera!
1. “Los celos no significan querer más”
Por supuesto que tener celos no es querer más a nadie, y no tenerlos no es querer menos. Más bien, los celos están relacionados con personas inseguras y de baja autoestima, por esto duda de la persona que tiene al lado, ya que no se cree merecedor o merecedora de la otra persona, y acaba por desconfiar de todo y cuestionando todas las cosas.
2. “Tu pareja no te pertenece”
Por otro lado, los celos suelen estar relacionados con el sentimiento de propiedad y contribuyen a socavar el respeto hacia la persona que amamos, sembrando dudas y llegando a situaciones desagradables. Por el hecho de mantener una relación afectiva, y compartir tu vida con otra persona, hay que entender que nadie es propiedad privada de nadie. Jamás se debe forzar la permanencia de una persona a tu lado, pues con el tiempo resultará perjudicial para ambas partes.
Los dos son libres, y deben relacionarse desde esa libertad. Si esa persona te eligió, fue por su propia decisión. Cuanto más quieras controlar a una persona, más se alejará de ti. Hay que comprender desde el primer momento, que la persona que comparte contigo su vida es totalmente libre y puede hacer lo que quiera. Además, no hay que dar las cosas por sentado, pues hay que seguir conquistando a la persona cada día.
3. “Cambiar de actitud”
Cuando se desatan esos sentimientos de celos en las personas, precisamente son los celosos los que piensan que es la pareja la que tiene que cambiar la actitud. Pero es todo lo contrario, cuando se sienten celos hay que pararse a reflexionar y tratar de averiguar de dónde vienen. Quizá sea porque te traicionaron en el pasado y te has vuelto más desconfiado o desconfiada, o porque conoces a alguien cercado que ha sufrido alguna infidelidad y ya que crees que a ti también te va a suceder. La clave está en ser más flexible a la hora de pensar en el otro y en la relación que tienen juntos. Tratar de vigilar al otro solo añadirá más negatividad a la relación y terminará por consumirla. Lo mejor es tomar conciencia sobre los celos que se tienen, afrontarlos y tratar de eliminarlos. Necesitas cambiar tu perspectiva y desintoxicarte de lo malo que tienen los celos para disfrutar de una relación saludable.
4. “No hay por qué hacerlo todo juntos”
Otra de las falsas creencias es pensar que como son pareja deben hacerlo todo juntos. Y aunque compartir actividades en pareja es buen ingrediente, es fundamental dejar espacio propio al otro y vivir experiencias en solitario. Antes de tener pareja, cada uno ya era un individuo completo, tenían amigos, familia, compañeros de trabajo, etc., con los que tienen que seguir relacionándose, sin que eso suponga una amenaza para la relación.
Probablemente, los celos sean uno de los problemas más destructivos de las parejas. Por este motivo, será esencial que cambies tu percepción sobre lo que debe ser la pareja. La confianza es un pilar fundamental en los que se debe asentar una relación sana de pareja. Eligiendo siempre en libertad será la mejor manera para disfrutar de la persona amada.
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“Texto basado en la idea original de Eva Navarro publicada en Zankyou España”
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