La salud mental es un aspecto básico del bienestar. No obstante, en ocasiones, se comete el error de medir la calidad de salud únicamente mediante el aspecto físico, sin tomar en cuenta la importancia de la influencia del plano emocional.
Actualmente, el interés de la población mundial por adoptar un estilo de vida saludable ha tomado auge, en gran parte, muchos buscan mejorar sus hábitos alimenticios y desarrollan alguna actividad física para lograr obtener un cuerpo esbelto y definido. Sin embargo, la búsqueda de esos ideales de belleza, a veces, puede tornarse obsesiva y salirse de control, llevándonos a realizar dietas restrictivas e incluso haciéndonos caer en sobreentrenamiento, generando estrés y frustraciones.
Evidentemente, un cambio de hábitos involucra suprimir ciertas conductas así como adoptar nuevas, pero es importante encontrar un balance y aprender a realizar las cosas progresivamente. ¿Cómo podemos sobrellevar esto sin obsesionarnos en el camino? La respuesta es sencilla, una mente equilibrada es el gran secreto. A continuación, te doy unos excelentes consejos para lograr equilibrar mente y cuerpo:
1. Anula pensamientos negativos. Evita pensar que no puedes, reprográmate y piensa que eres capaz de lograr todos tus objetivos.
2. Deja de catalogar la palabra dieta como algo restrictivo y piensa que es una herramienta para cuidar tu salud.
3. Inicia tu día haciendo afirmaciones personales. No hay mejor manera de empezar tu rutina diaria resaltando tus virtudes y todos los avances que has logrado y los que estas por lograr.
4. Evita el pensamiento todo o nada. Si comiste algo que no estaba dentro de tu plan alimenticio no pierdas el control ni sientas culpa, lo mismo ocurre si no entrenaste, mantén la calma, retoma tu alimentación organizada y tu rutina de entrenamiento y sigue adelante.
5. Establece metas claras y posibles. Recuerda que los cambios son progresivos y requieren tiempo, da pasos firmes, persevera pero, evita ser extremo en las exigencias.
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6. Realiza actividades que te gusten. A la hora de realizar actividad física no debes limitarte a un gimnasio. Si te inclinas mas por la naturaleza, enfócate en actividades al aire libre, correr, una caminata por el parque, o incluso escalar pueden hacerte sentir mas satisfacción.
7. Mantente motivado. Siempre recuerda el motivo por el cual empezaste, tomando en cuenta principalmente que lo haces por tu salud y bienestar.
8. Organiza tus tareas. Para evitar sentirte agobiado, establece horarios prácticos de entrenamiento y alimentación, así lograrás cumplir con tus objetivos diarios.
9. Ten presente que al presionarte generas la segregación de cortisol, mejor conocido como “la hormona del estrés”, el cual puede jugarte en contra a la hora de procesos como el de pérdida de grasa, además de alterar tu ciclo de sueño.
10. Descansa. Es importante tener descanso físico y mental. Si te cuesta un poco dormir una meditación guiada o música suave pueden ayudar a relajarte.
11. Recuerda que eres 100% responsable de todas las acciones de tu vida y tienes la capacidad de lograr todo lo que te propongas.
Siempre toma en cuenta que tu cuerpo y tu mente no son entidades independientes, al contrario, ambas deben estar en armonía y conectadas si quieres llevar un estilo de vida saludable y lograr obtener excelentes resultados. Trabaja de manera integral los aspectos físicos y emocionales, no tomes como prioridad uno sobre otro, sino que el trabajo sea en conjunto, dale a tu mente el mismo valor que a tu cuerpo. Lo que eres por dentro, ¡lo exteriorizas! Una mente sana siempre te hará lucir y sentir saludable.
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