Jesu y Ricardo se conocieron en la universidad a través de la selección de gimnasia artística. En un asado de fin de año, él fue invitado como exgimnasta y Jesu como la nueva integrante del equipo. Ricardo estaba por egresar, pero Jesu estaba recién en primer año. En ese momento ella nunca imaginó que había encontrado el amor de su vida y menos, que después de casi 7 años juntos, iba a jurarle amor y compañía a Ricardo en el mismísimo altar.
A pesar de que llevaban un tiempo viviendo juntos, en un viaje a la mágica tierra de los mayas decidieron casarse, esto surgió como una necesidad de mostrar su amor y compañerismo a todos sus seres queridos, pues ellos mismos sabían que habían pasado todas las etapas de consolidación, solo quedaba esto, para ellos y después de 7 años de aventura, casi un detalle.
Decidieron hacer algo relativamente simple, que no les tomara tanto tiempo y les permitiera llegar con energía al gran día. Pensando y organizando cada detalle, las invitaciones resultaban ser algo entretenido y de pronta entrega. La encargada fue Pilar Vega Montalva, quien supo interpretar perfectamente lo que los novios andaban buscando, algo no muy tradicional ni común. Y así, además del parte impreso, éstos también tuvieron una versión electrónica para que los invitados pudieran confirmar. La confirmación debía venir con una canción que a los concurrentes les gustaría que se tocara en la fiesta, como vemos y comprobaremos más adelante, la música va a cumplir un rol fundamental en el estilo de este matrimonio, ya que para ellos, refleja y cuenta su historia.
Los novios
Para preparar la piel para el maquillaje y las fotos, Jesu se hizo una limpieza facial con Macarena Rodríguez un par de días antes del matrimonio. El maquillaje hizo resaltar sus facciones, avivó su mirada, coloreó su expresión y combinó sus parpados con su ramo de flores.
El vestido de novia, muy estiloso, era tejido de macramé y descubierto por la espalda. Éste fue comprado en una venta especial de novios que se realizó en el Hotel Marriot en marzo de 2016, la marca elegida fue La Candelaria Novias. Este evento fue todo un acierto para Jesu, ya que su personalidad práctica no la animaba a vitrinear y buscar tienda por tienda el vestido soñado. El primer día se hizo una idea de lo que estaba buscando y el segundo día compró el vestido, ¡simple, sencillo y con excelentes resultados!
Para ajustar el vestido, la novia recurrió a la misma tienda donde lo había comprado, allí le dieron muy buenas ideas y modificó un tanto la prenda para que quedara como ella quería. Y como accesorios, buscando darle un toque de pedrería al vestido, compró un cinturón y un tocado en EE.UU por internet.
El novio usó un terno oscuro de la tienda Trial con una corbata azul y como detalle, una flor blanca al lado izquierdo del terno. Además, llevaba debajo un chaleco formal de color gris, tanto la camisa como el chaleco fueron del sastre Sebastián Marten.
Las joyas que llevaron fueron sus argollas de matrimonio. Al elegirlas sabían que no querían algo tradicional y luego de buscar y buscar llegaron al orfebre Cristián Arrué. Al parecer estaban destinados, ya que, sin mucho preámbulo, Cristián supo exactamente lo que andaban buscando. Y así, les diseñó unas novedosas y elegantes argollas de oro blanco, martilladas y grabadas a mano, siendo la argolla del novio levemente más ancha.
La ceremonia y la sesión de fotos
Así fue como decidieron casarse el 16 de julio de 2016, la ceremonia fue civil y la fiesta fue llevada a cabo en el mismo lugar, el Club Manquehue. El lugar fue escogido porque ofrecían salón del eventos, decoración, DJ y banquete, lo cual era muy práctico para no cotizar todo por separado.
La ceremonia fue realmente preciosa, acondicionaron un espacio espacial en el club donde la decoración resultó ser totalmente ad-hoc con sus expectativas. Alfo fresco y con estilo. La novia entró muy tradicionalmente con su padre por el brazo derecho y en la mano izquierda su hermoso ramo de novia con flores moradas, blancas y rosas, fue un diseño de Eugenio de Yaksic Florería.
Los votos de ambos fue algo conmovedor y memorable, Ricardo, que siempre ha sido un hombre de pocas palabras, logró compendiar la historia de compañerismo, apoyo y profunda admiración por el otro. Fue tan emocionante que Jesu casi no se pudo aguantar las lágrimas. Además, reveló que se había enamorado de su prometida la primera vez que la conoció, a primera vista. Y jesu, por su parte, confesó que al ser joven y alocada pensó que iba a ser solo un loco amor de verano, pero el amor creció y se convirtió en un eterno loco amor.
Al terminar la ceremonia, muy emocionados y al ritmo de All you need is love de Los Beatles, los novios se dirigieron a la sesión de fotos que fue llevada a cabo por Aele, un matrimonio que cumplió con creces las expectativas de los novios, en todo momento se sintieron a gusto y las fotos resultaron muy lindas. Para lograr esa compenetración con el equipo de fotografía, se realizó una sesión pre-boda, la que fue muy útil para relajarse y acostumbrarse a estar constantemente con una cámara cerca. Además, para adicionar recuerdos a esa noche, Aele también les proporcionó una cabina fotográfica ¡Más suvenires y más diversión!
“Ellos son un matrimonio (Antonio y Leslie), quienes además son un equipo maravilloso. Nos hicieron sentir realmente cómodos, y las fotos quedaron espectaculares” (Jesu 2016).
El banquete y la fiesta
La cena y el cóctel, también a cargo del Club Manquehue, fue realmente perfecta; muy sabrosa, contundente y con muy buena presentación. Tanto los recién casados como los invitados quedaron sorprendidos y encantados.
Po su parte, la coordinadora del centro de eventos, María de los Ángeles Marín, realizó una labor destacable asegurándose que todo saliera según lo planeado. Y Fernanda del Canto, la encargada de la decoración, fue también muy diligente y cuidadosa con los detalles.
Por último, el protocolo y el diseño de los números de las mesas fueron creados por Láser Complot, quienes fueron muy creativos en la manera de presentar los nombres de los invitados.
“Nosotros no sabíamos mucho sobre decoración y ella nos fue guiando a partir de su experiencia. Finalmente confiamos ciegamente en su trabajo y no nos equivocamos, el lugar de la ceremonia y el salón estaban realmente hermosos, con muchas flores y detalles que hicieron notar su preocupación” (Jesu 2016).
La fiesta fue muy entretenida, la música muy animada y estuvo siempre acorde a las solicitudes de los anfitriones y a la de los asistentes. Ese día los novios pudieron compartir muchísimo con los invitados, recibieron mucho cariño y amor. Desde el tradicional baile de los novios que fue con una canción del grupo preferido de la novia; Just Breathe de Pearl Jam, los recién casados no dejaron nunca la pista de baile. El día entero disfrutaron y la fiesta fue especialmente entretenida, estuvo marcada por la música y la buena energía.
Así mismo, el regalo para los invitados lo mandaron a hacer por internet. Fue un posavasos con los nombres de los novios y en el reverso una dedicatoria donde agradecían el haberlos acompañado en ese día tan especial.
Ricardo y su esposa confiaron en todas las personas que estuvieron involucradas en los diferentes aspectos de la organización de la boda y no se arrepintieron en ningún momento; “Todo resultó como estaba planeado, siempre con nuestro toque ‘diferente’” (Jesu 2016).
Felicitaciones a los recién casados, sigan disfrutándose, conociéndose y viviendo al ritmo de la música. ¡Gracias por compartir su historia!
Tarjetas de Invitaciones: Pilar Vega Montalva | Limpieza Facial: Estética Integral Domicilio | Vestido de Novia: La Candelaria Novias| Traje del novio: Trial | Camisa y chaleco del novio: Sebastián Marten | Ramo de Flores: Yaksic Florería | Anillos: Cristián Arrué | Fotografía: Aele | Centro de Eventos y Decoración: Club Manquehue | Protocolo: Láser Complot|
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