Karen y Rodrigo se conocen de niños, pero su historia como pareja comenzó hace ocho años. Desde entonces, no se separaron jamás, y después de vivir juntos por dos años, decidieron sellar su unión en una emotiva ceremonia religiosa.
La idea nació un año atrás, cuando Rodrigo le pidió matrimonio a Karen en su cumpleaños, con toda su familia y amigos presentes. Arrodillado, con un anillo modelo Lady D, sorprendió a todos con la propuesta, que ella aceptó feliz.
La organización de la boda se hizo con tiempo. Cada detalle resultó a la perfección, y los novios disfrutaron a concho su enlace. Un lindo día, que quedará en su memoria por siempre.
La unión eclesiástica se realizó en la Parroquia San Nicolás de Bari, en Villa Alemana. De construcción sencilla, es la primera iglesia que se emplazó en la ciudad y data de 1933. Un lugar tradicional y lleno de encanto, que fue el escenario perfecto para la boda de estos dos enamorados.
La novia llegó en un llamativo y romántico auto de los años ’30, que fascinó a todos los invitados. Un vehículo ideal para su vaporoso vestido tipo princesa, que lucía como traído de otra época.
El traje, de escote strapless y con delicados detalles de pedrería, fue adquirido por internet, en la tienda online Light in the Box. Una modalidad muy práctica, y por la que muchas mujeres optan hoy.
La elección del ramo fue sencilla y fresca: Lilium rojos adornados con gypsophila, con un largo tallo envuelto en cinta blanca. Una creación de Florería Acasia.
En tanto, el tocado, unas delicadas flores blancas con un hilo de pedrería, fue un trabajo de Tienda Floral. También diseñaron el fino bouquet que Karen lanzó en la recepción y el canastillo con los recuerditos de boda, unos novedosos y delicados imanes para el refrigerador.
El novio la esperaba con un bello traje Cacharel de corte recto y en color negro, con finas lineas plomizas, complementado con un chaleco gris, confeccionado a medida por la Sastrería Zenteno. Los detalles: La corbata y el pañuelo en un llamativo color verde.
La pareja escogió unas argollas de matrimonio clásicas, de estilo inglés. La elaboración estuvo en manos de Mario Garay.
Las fotografías fueron un trabajo de Claudia Brito, quien además de hacer tomas en la iglesia y la recepción, realizó una sesión fotográfica en la Plaza Belén, en Villa Alemana. Una linda experiencia para los novios, quienes disfrutaron alegres la ocasión.
La recepción se llevó a cabo en el centro de eventos Campo Verde, en Limache. Allí se realizó un cóctel junto a la piscina y luego una exquisita cena en el salón de estilo rústico. Las mesas se identificaron con nombres de películas románticas, como “Titanic” y “Amor sin Barreras”, una original idea que sugirieron los novios.
Luego de la celebración, Karen y Rodrigo pasaron dos relajantes días en las cabañas Villa Hermosa, en la comuna de Olmué, un encantador sector campestre.
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