Se conocieron en el trabajo cuando Karla regresó a la ciudad a trabajar en el mismo colegio en el que Sergio era profesor. En ese tiempo ambos se encontraban en otra relación por lo que nunca pensaron que podrían estar juntos, pero sucedió, se conocieron y empezaron a disfrutar de la compañía mutua, convirtiéndose en grandes amigos. Después de un año, en el verano del año 2014 se convirtieron en pareja, Karla se encontraba de vacaciones con sus amigas en Viña del Mar cuando Sergio llegó a buscarla y desde ese momento nunca más se separaron.
Luego de 3 años juntos el matrimonio era una posibilidad para ambos, por lo que un día, durante un asado de aniversario del Club de Rugby en la casa de Sergio, él le propuso matrimonio a Karla.
“En esa ocasión se encontraban todos sus amigos, primer entrenador y su familia. El venia de jugar rugby por la tarde y se había fracturado su mano, pero parece que no le afectó mucho porque me pidió matrimonio frente a todos, cerca de 100 personas y por micrófono; hicieron un circulo de personas donde él se arrodilló (porque se lo exigieron los amigos) y me pidió matrimonio. ¡La respuesta fue casi inmediata, yo sí quería casarme con él, pero no lo creí hasta el día siguiente que al despertar le pregunté si era cierto y la respuesta de ahí en adelante fue siempre SÍ!” (Karla, 2018)
En la organización de su matrimonio en La Serena no dudaron en cuál sería el lugar ideal para la ceremonia y celebración, el novio ha vivido gran parte de su vida en el pueblo El Molle en Valle del Elqui y Karla vacacionó gran parte de su infancia en el mismo lugar, por lo que el evento se llevaría a cabo en La Iglesia El Molle y luego en la parcela de la familia de Sergio.
La fecha fue difícil decidirla porque primero ambos querían casarse con toda la familia y la hermana de Karla, Rocío, vive en Estados Unidos, entonces, debían planificar todo coordinando con sus posibilidades de viaje. Finalmente decidieron que diciembre era una buena fecha, y el 16 de diciembre permitía que la mayoría de la familia pudiera participar, algo muy importante, ya que para los novios la familia es fundamental.
Los partes de matrimonios los hizo enteramente la novia, tuvieron un estilo rÚstico y todos los materiales, desde el papel craft, los stickers, hasta las etiquetas e insumos los encontró a través de Facebook.
Preparación novios
Los novios se prepararon en el mismo lugar, en la casa de los padres de Sergio, pero Karla estaba en una cabaña dentro del fundo, mientras el novio se vestía en la casa de sus padres. La cabaña se adecuó completamente para ese momento, Centro de belleza Matiz preparó todo para que fuera perfecto, desde los espejos grandes hasta el mejor maquillador y estilista del centro, siempre preocupados de que la novia estuviera cómoda y perfecta. En la cabaña se reunieron toda la familia que acompañaría a la novia, convirtiéndolo en un momento aún más maravilloso.
El vestido de novia fue confeccionado por Arte & Novias, en Santiago, diseñado a medida y escogido en conjunto con la mamá de Karla. Mientras lo diseñaban tomaron algunos elementos de varios vestidos alcanzando la perfección para la novia; un vestido corte tipo A, con mucho brillo, espalda descubierta, encaje y con una mega cola con la que Karla siempre había soñado, además de un velo larguísimo que finalmente puede que fue haya sido un error porque al andar por la parcela le molestaba un poco.
Combinó su atuendo con zapatos Romano, color blanco perla y taco chino, y su ramo de flores de tonos fucsia y damasco que realizó la Srta. Paulina en la ciudad de la Serena.
Por su parte, el novio se encontraba acompañado de toda su familia, su papá, Don Wilson y su mamá, Inge, fueron su pilar en ese rato y sus tíos entraban y salían constantemente porque estaban también haciendo un seguimiento con video. Sergio se cambió rápido y se vistió rápido, todo era a mil por horas, estaba preocupado de que todo saliera impecable.
Siendo un huaso de tomo y lomo, la búsqueda de su traje fue muy complicada, viajó como seis veces a la Ligua, Santiago, Rancagua y finalmente Doñihue, en su último viaje lo acompañó un amigo porque viajar solo ya era aburrido. La compra de la manta fue en Doñihue con la señora Silvia, chamantera del lugar, muy lindo trabajo, en esa ocasión también compró la collera para él y su papá. La chupalla la mandó a hacer en Santiago en la Sombrería Alarcón, los zapatos de huaso los encargó en Temuco a Don Juan Valencia, y el resto de la vestimenta chaqueta y pantalón en la tienda de huaso Catrón ubicada en Santiago. Los zapatos los confeccionó don Juan Valencia en la ciudad de Temuco, de color negros modelo Cardemil, con tacos y costuras.
El anillo de compromiso fue comprado en una pequeña joyería del caracol colonial de la ciudad de La Serena y las argollas de matrimonio fueron escogidas en la Joyería Suiza que tiene años de experiencia.
Ceremonia y sesión de fotos
Siempre acompañada de su papá, Karla caminó hasta el altar. Paso a paso, su brillo llenó cada espacio y su elegante atuendo y luminosa sonrisa robó la atención de los presentes en el mismo minuto que se bajó del auto. Sergio ya estaba esperándola en el altar, al encontrarse los novios se emocionaron, sonrieron y se miraron, había llegado el momento de decir “sí, acepto” entre tanta felicidad, amor y compañía.
“La ceremonia fue en la Iglesia del pueblo el Molle, pueblo que vio crecer a Sergio y que muchos recuerdos traen a la familia de la novia, ya que, en la infancia también vacacionaba ahí. Nunca se dudó en realizar el matrimonio en ese lugar. La iglesia, decorada y con la característica de iglesia de pueblo se veía hermosa, lo recuerdo como si fuese ayer.” (Karla, 2018)
A la salida, rodeados de sus familiares y amigos bailaron su primer pie de cueca como marido y mujer, mientras un grupo en vivo les brindaba la mejor interpretación para un momento tan especial y único.
Para la sesión de fotos se encontraban inmersos en un paisaje simplemente impactante, el profesional Daniel Vicuña, acompañado por Dany Vargas como segunda fotógrafa de la boda, hizo a los novios parte de un solo cuadro, mimetizando con las sensaciones, la paz y la alegría innata de estar cumpliendo un sueño, una boda en el norte de Chile con sus paisajes, tradiciones e infinito amor.
“El fotógrafo era sin duda un tema, no teníamos idea a quién escoger hasta que fuimos a un evento de novios y ahí estaba Daniel Vicuña, promocionando su trabajo, nos presentó todo lo que él hacía y sin dudarlo, decidimos que él nos debía acompañar. ¡Se portó un 10! Si tuviera que escoger nuevamente, sin duda sería Daniel nuestro fotógrafo, siempre preocupado que saliera todo perfecto, los rituales los momentos y buscando que todo se cumpliera a la perfección.” (Karla, 2018)
Celebración
La recepción y la fiesta fue toda en el Fundo el Molle, en la casa de Sergio. Carpas del Valle instaló una gran carpa y el mismo dueño se encargó que todo quedara bien. La decoración la realizaron las tías de Sergio que tienen una florería, los colores que predominaron fueron los naranjas, blancos y rojos. Y los arreglos florales de las mesas fueros realizados por Eventos Boudoire.
El banquete lo organizó Eventos Boudoire, a cargo de Patricio Espina, a quien los novios recomiendan por ser muy detallista y servir una comida fabulosa. “El matrimonio estuvo lleno de momentos, pero entre ellos fueron los discursos de nuestros amigos y la frase célebre de uno de ellos que dijo “otro burro cayó al pantano, refiriéndose al novio”, el novio durmió post fiesta con su papá porque sus amigos acostaron a otro personaje en la habitación de los novios y la novia sola en la cabaña familiar. El novio no pudo hablar al entrar a la cena porque para variar se emocionó y se puso a llorar. La verdad ambos somos unos llorones, porque yo también lloré al ver a mis amigas al salir de la iglesia.” (Karla, 2018)
La iluminación estuvo a cargo de JB Audio e Iluminación y el sonido fue por parte GAPM audio Pro. En la fiesta escogieron dos canciones que los identificaban mucho, primero para entrar a la cena fue la canción del grupo Los Bonitos “Dame la mano” que Sergio le dedicó a Karla cuando estaba en Uruguay aprendiendo rugby, y cuando entraron al cóctel fue la canción “Me gusta” de YOTUEL. Finalmente, para el tradicional baile de los novios fueron tres pies de cuecas.
La torta de novios fue encargada en Pastelería La Martina, sin duda la mejor elección con una presentación bellísima estilo “naked cake” y muy deliciosa, de panqueque chocolate con dos rellenos diferentes según el piso, relleno de frutos rojos de la estación y chirimoya.
Los regalos de los novios a los invitados fueron geniales, eran un destapador con forma de tapa de botella donde decía “la vida es más linda con amigos”, encargados a través de la página Fokal, también fueron muy responsables y muy buena presentación.
La fiesta estuvo muy entretenida, los novios disfrutaron cada minuto de su boda como siempre se lo imaginaron junto a todos sus invitados que no pararon de bailar, reír y disfrutar.
¡Felicidades por su matrimonio y gracias por compartirlo!
Maquillaje y Peinado: Centro de belleza Matiz | Vestido de novias: Arte & Novias | Zapatos novia: Romano | Chupalla: Sombrería Alarcón | Zapatos novio: Don Juan Valencia | Traje novio: Catrón | Argollas de matrimonio: Joyería Suiza | Fotografía: Daniel Vicuña | Carpas: Carpas del Valle | Arreglos florales: Macarena Ferrada | Banquete: Eventos Boudoire | Iluminación: JB Audio e Iluminación | Sonido: GAPM audio Pro de la Banquetera Boudoire | Torta: Pastelería La Martina | Regalos invitados: Fokal |
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