Manuela y Fabián se conocieron cuando ella estaba en último año de colegio en el Carmela Carvajal y él, habiendo egresado del Instituto Nacional, se encontraba en primer año de universidad. En ese tiempo, no existían las redes sociales, por lo que la forma de conocer gente distaba mucho de hoy en día. “El carteo” fue el juego que cambió la vida de Manu y Fabi, quienes nunca pensaron que esto los llevaría a conocer a su media naranja, el amor de sus vidas, aquel con quien compartirían cada momento, pensamiento y emoción, y los llevaría al mismísimo altar en su matrimonio en Santiago.
En este misterioso juego, se realiza una lista de los amigos o conocidos que se tienen del sexo opuesto en algún otro colegio, se escoge a alguien de la lista y se le escribe una carta presentándose, describiéndose físicamente y contando un poco sobre sus gustos y hobbies. A veces, en ese tiempo, recibían respuestas, se juntaban, nacían amistades y, muy ocasionalmente, terminaban en pololeo.
“Nosotros nos conocimos porque un grupo de compañeras de otro curso se había “carteado” con un grupo de un curso del IN, en donde estaba Fabi y se terminaron haciendo amigos. Ellas me hablaban de él y me decían que querían presentármelo, porque lo encontraban igual a mí en cuanto a estilo. En ese entonces, el usar zapatillas converse (las chapulinas le decíamos) no era algo popular y estaba acotado a ciertos estilos musicales como el punk y el ska, y ambos las usábamos.” (Manuela, 2017)
El primer intento para presentarlos fue en un cumpleaños de una de las amigas de Manuela. Ella lo vio de lejos y si bien lo encontró lindo, no se acercó porque la situación era muy forzada. Con él hicieron lo mismo, pero él se confundió con otra amiga y no se interesó. Como las amigas seguirían insistiendo, seguras de que debían conocerse, le dieron a Fabi el email de Manuela para que la agregara a MSN, con la excusa de que ella quería conocerlo. Manuela no sabía nada, hasta que la agregó un tal “Skachilupi”. Siendo una situación bastante sospechosa, al otro día les preguntó a sus compañeras si sabían quién era, por supuesto, todas se rieron y le confirmaron sus sospechas.
Manuela no estaba muy convencida, pero tenía curiosidad, por lo que al conectarse nuevamente al chat, decidió que esperaría cinco minutos a que él le hablara y que si no lo hacía, lo eliminaría. Justo antes de cumplir el límite establecido, Fabián le habló, conversaron y Manuela se dio cuenta que había algo en él que le atraía e interesaba. Además, tocaba en un grupo tributo a Nirvana conocido en el medio, si bien ella no escuchaba Nirvana, le llamó la atención cuando le contó que tocaba bajo en un grupo, “el sueño de toda adolescente”.
En ese tiempo, no todos tenían internet fijo y, si bien él tenía banda ancha, ella se conectaba a través del teléfono y sus papás lo tenían restringido a tareas escolares. “Entonces esperaba a que todos en mi familia se fueran a dormir y me conectaba a hablar con él. Hablábamos todas las noches, toda la noche (mientras él estudiaba para sus pruebas la universidad), hasta poco antes que se levantara mi mamá para ir al trabajo y comenzara a levantarnos a todos. Yo por mi parte llegaba muerta de sueño al colegio al otro día, pero no me importaba, porque me gustaba.” (Manuela, 2017)
Luego de un par de semanas llegó el día de su cumpleaños, ella lo invitó al cine como regalo y él aceptó. Manuela llegó a esa primera cita una hora atrasada, todo porque quería deslumbrarlo y no sabía cómo ir vestida, aunque finalmente llegó sin mucha producción y fiel a su estilo. Afortunadamente, él la esperó, y constataron que había mucha química entre ambos, de tanto coquetear casi no vieron la película.
Fue una tarde de conversación, risas y entretención, además, justo se acercaba la fiesta de graduación de Manu, por lo que ella le aprovechó de contar que se había peleado con el amigo con el que pensaba ir, por lo que había decidido ir sola. Si bien la historia era cierta, Manuela quería captar la atención de Fabián y lo logró. Inmediatamente, él le dijo “¿cómo vas a ir sola? Yo te acompaño. “Obvio que me gustaría acompañarte, no me gustaría que fueras sola”.
En la fiesta, la conexión entre ambos fue mucho más que evidente, tenía a todas sus amigas haciendo gestos para que se dieran un beso, pero sería el primero beso de Manuela y no quería que fuera en esas circunstancias, esperaba algo más especial. Al momento de la despedida, ella sabía que él intentaría besarla, a lo que le corre la cara, aunque sus labios alcanzaron a rozar, y le dice “gracias por acompañarme, lo pasé super” y se fue corriendo al estilo cenicienta al auto de una amiga que la esperaba. Manuela no podía parar de pensar en esa noche y le escribió un sms desde su celular diciéndole que no podía dejar de pensar en él, a lo que él contestó que era recíproco. “La fiesta en sí fue muy fome, pero yo la recuerdo como una de las más bacanes, porque vivimos a concho nuestro coqueteo, nos reímos mucho, arreglamos el mundo y bailamos de todo”. (Manuela, 2017)
Al otro día, él tenía una tocata muy importante con su grupo, a la que Manuela estaba invitada, pero por compromisos familiares le resultaba imposible asistir. Cuando él la llamó por teléfono para confirmar su asistencia, ella le comentó que no sería posible, pero la voz de Fabián al responder le hizo entender que él no seguiría insistiendo, era el segundo rechazo después de la despedida del día anterior. Después de un rato, ella le escribió un sms proponiéndole que se juntaran al otro día en el parque forestal, y el aceptó. Una instancia única y especial en la que comenzarían a trazar su historia de manera clara y formal.
“Cuando íbamos cruzando al parque, él me toma la mano y yo me dejé llevar. Conversamos un rato, hasta que todo fluyó y nos besamos. Desde ese día nunca más nos separamos y aunque en abril siguiente yo le pedí pololeo de manera formal (mujer empoderada y raro para la época), decidimos de común acuerdo que el día de nuestro aniversario sería el 26 de diciembre, el día que nos dimos nuestro primer beso”. (Manuela, 2017)
Desde que comenzaron a salir, se dieron cuenta que tienen gustos muy parecidos, sobre todo musicales, también disfrutan mucho salir a comer, ir al cine, salir a tomar una cerveza con sus amigos o invitarlos a su casa, siendo los dos, personas muy sociables. Además, les gusta salir a caminar, viajar, conocer lugares nuevos, disfrutan mucho quedarse los fines de semana y ver series, y a veces, pedir comida a domicilio. Son, sobre todas las cosas, muy amigos, de esos que bromean juntos, quizá por eso conectaron tan rápido, son muy partners y se acompañan en absolutamente todo lo que se les ocurra hacer, compartiendo, además, un humor muy sarcástico y negro.
Cuando Manuela estaba haciendo su práctica profesional, y luego de nueve años de pololeo, decidieron irse a vivir juntos. Manuela se había hecho la idea que dentro de los planes de Fabi no estaba casarse, ya que siempre que les preguntaban sobre el tema, él decía que sería el 2050 o alguna fecha muy lejana. Nunca fue un gran tema para ninguno de los dos, porque siempre supieron que lo importante era estar juntos, sin importar cómo.
El 26 de diciembre del 2014 cumplieron 10 años juntos y un año de convivencia, por lo que decidieron planificar un viaje. Como la fecha de su aniversario estaba dentro de dos fechas festivas, concluyeron que pasarían la navidad con sus familias y el día de aniversario y año nuevo, de viaje. A través del hermano mayor de Fabi, sabían que el año nuevo en Brasil se celebraba de manera distinta, con un ritual, vistiendo de blanco, todo con el objetivo de recibir el nuevo año en paz, y como no conocían Brasil, les pareció el destino perfecto para su décimo aniversario.
Un mes previo al viaje, Fabi tomó la decisión de pedirle matrimonio, azuzado por un par de colegas-amigas que trabajan con él, quienes también lo ayudaron a escoger el anillo, el cual compró una semana antes de realizar el viaje. Fue una elección perfecta, de oro blanco con un diamante por cada año juntos de Ernesto Trier. La noticia no la quiso compartir con nadie, excepto con sus dos colegas, que les contó porque no hablaban con Manuela, ya que temía que, de alguna manera, ella se pudiese enterar.
Su plan inicial de viaje era llegar a Río de Janeiro el día 25 y viajar inmediatamente a Buzios, donde pasaríamos el año nuevo. Según ese plan, Fabi pretendía pedirle matrimonio a orillas del mar en Buzios el mismo día de su aniversario. Pero nada resultó como lo tenían planeado. Llegaron a Río y no encontraron buses para Buzios, por lo que se tuvieron que quedar y viajar el 27.
Para Fabi, que es más estructurado, su plan se había arruinado y el 26 andaba “refunfuñando” que deberían haber estado en Buzios. Manuela no entendía su reacción y lo animaba a que conocieran Río. Finalmente, eso hicieron, el 28 viajaron, el 29 y 30 tomaron tours para conocer más, lo que no les dio la oportunidad de recrear un momento más íntimo.
Fabi quería encontrar un lugar romántico por Buzios para cenar y poder pedirle matrimonio a Manu, pero no encontraron nada y terminaron cenando en un local pequeñito de pastas. Fabi no estaba contento, a pesar de que tenían todo para disfrutar, él le había hecho notar que quería que esa noche fuera especial y no había resultado, lo que hizo sospechar a Manuela que quizá había llegado el gran momento. Al terminar de comer, fueron a caminar por el malecón, se sentaron en el muelle, a lo que él comienza a hablar: “pensar que llevamos 10 años juntos y estamos aquí…”. Manuela tenía claro que había llegado el momento. Sin embargo, la interrupción de una familia que pasaba cerca rompió la magia del momento y Fabi no terminó su discurso.
Continuaron con su paseo y decidieron encontrar un lugar donde sentarse, lugar donde empezaron a conversar de la vida. Ella trataba de hablar de temas alusivos al compromiso, para corroborar sus sospechas. Él le seguía la corriente, sin confirmar nada. Después de media hora, Manuela no aguantó más y le pidió que se fueran al hostal, pero justo se desocupó el “mini muelle”, lugar que estaban esperando para sentarse. Él la tomó de la mano y ella tuvo la certeza de que sus sospechas eran ciertas ¡no lo podía creer!
“Nos sentamos con nuestros pies colgando hacia el mar, y fue ahí donde Fabi me vuelve a decir: “Pensar que llevamos 10 años juntos y estamos aquí… en Brasil, celebrando todos estos años bacanes juntos… Y con el Océano Atlántico como testigo, te quería preguntar si quieres pasar el resto de tu vida conmigo?” Sacó la caja con el anillo y yo me puse a llorar de modo instantáneo y con sollozos (primera vez en mi vida que sentía una emoción así)”. (Manuela 2017)
Todo fue tan rápido, Manu lloraba y reía, todavía no se lo podía creer. Todos esos años juntos, en los cuales nunca hablaron de matrimonio, de cuando alguien lo mencionaba y él bromeaba o de cuando ella le preguntaba y el respondía que no sabía, que él estaba bien como estaban sucediendo la cosas, ahora todo había cambiado, y la felicidad era plena y abrumadora. Al otro día llamaron a su familia para contarles la noticia, Manu se puso a llorar de nuevo mientras les contaba en altavoz y nadie podía creerlo, porque todos estaban al tanto de las “no señales” de Fabi de querer casarse, incluso a su mamá y abuela les corrían las lágrimas de la emoción. Después, él llamó a sus papás y tampoco lo podían creer, la suegra de Manu se puso a llorar también y ambos los felicitaron.
Para casarse escogieron un día de verano, exactamente el 9 de diciembre de 2016, con la ilusión de que les tocara un sol radiante y así, poder hacer la ceremonia al aire libre. Siempre pensando en “tirar la casa por la ventana”, y con el objetivo de celebrar su amor junto con sus más cercanos, evitaron todo lo que fuera o pudiera ser aburrido para los invitados. En su afán de hacer partícipes a sus invitados e inspirados en otros novios que leyeron por ahí, les pidieron a los invitados que confirmaran su asistencia enviándoles un tema que quisieran escuchar en la fiesta.
Para organizarse, Manuela hizo una tabla de Excel con una lista de cosas que quería para la boda y fue cotizándolas. En el camino se le ocurrieron más ideas, ya que, si bien su matri tenía la estructura de uno convencional, ella siempre ha sido una persona que busca romper esquemas de una u otra forma y quiso ponerle un sello especial a este día. Para esto la ayudaron la mamá de Manu, sus mejores amigas, las hermanas del novio y, por supuesto, Fabi. De todas maneras, la novia se clasifica como una novia DIY (Do It Yourself), ya que sentía que todo debía y quería hacerlo ella, pues las pocas veces que intentó delegar, nada era al ritmo que buscaba o como ella quería, por lo que se dedicó a buscar proveedores según sus propios requerimientos.
Para los partes de matrimonio, los novios buscaban que fueran muy coloridos, algo más bien como un flyer tipo Fonda Permanente, con lenguaje informal y con un diseño dinámico tipo “lettering”. Una conocida, trató de plasmar lo que ellos querían, pero no los pudo terminar, aun así, les dejó el diseño base de los partes y con éste, trabajaron el diseño de las letras que fueron hechas a mano por el hermano pequeño de Manu de 17 años que hace serigrafía y sus propios diseños de letras. Él, en conjunto con su hermana de 21 años que estudia Diseño, terminaron de hacer los partes, digitalizando y coloreando lo que habían escrito a mano. Los imprimieron en el centro y los sobres de los partes los tuvo hizo la novia a mano con papel volantín de varios colores, porque las medidas del mismo no coincidían con ningún tamaño de sobre. “Esa fue harta pega, pero creo que en ningún lugar hubiesen logrado plasmar lo que yo buscaba”. (Manuela, 2017)
Preparación de los novios
Llegó el tan esperado, preparado y ansiado día de la boda, la novia se preparó en el centro de eventos donde se realizaría la ceremonia y fiesta, Casa de Campo Talagante. Al tener capacidad limitada de personas en el recinto para la novia, la acompañaron su mamá, hermana, abuela, sus dos mejores amigas y la maquilladora Trini Araya, quien se encargó de dejarlas a todas preciosas, especialmente a Manu que con un maquillaje suave y un peinado del mismo estilo, lucía con elegancia un fino tocado de Clara Flor Tocados.
La novia estaba necesitando más que nunca de buenas vibras, ya que justo ese día llovió. En un principio, eso le bajó mucha el ánimo, pero la buena compañía mientras se arreglaba la ayudó para que ese factor no fuera algo tan importante. Le dieron ánimo y le decían que era buena suerte y abundancia, y para calmar los nervios, su fotógrafa Karin, de CINEKUT, le pidió un mango sour, que se tomó al seco para calmar la ansiedad. Y así, se propuso que la lluvia no sería impedimento para que ese día fuera igual de maravilloso como lo había planificado.
El vestido escogido fue un diseño de Aracely Barrenechea, corte a la cintura, camiseta semitransparente tejida con pedrería y con unos detalles más de pedrería hermosos en su espalda. Lo combinó con unos zapatos que mandó a hacer a Calzados La Horma, diseño Octavia, de color plateado. Los contactó a través de su página de Instagram, gracias al dato que le había dado una amiga, y todo salió fenomenal, fueron muy profesionales y responsables.
Como joyas, lució unos aros Swarovski que le regaló su mamá, una pulsera y anillo de plata que le regaló su abuela y, por último, su anillo de compromiso. Al ser el vestido bordado con pedrería, no quiso recargarse con más detalles. Entre su mamá y abuela, les regalaron los anillos de matrimonio, los cuales eran de oro y hechos a mano por un joyero amigo de ellas.
El novio, por su parte, encontró su terno perfecto y hecho a medida en Sastrería Sartoro, de color azul intenso, corbata y zapatos negros.
Ceremonia
Como es de esperarse, el novio fue el primero en llegar a la ceremonia, saludar a los invitados y esperar ansioso la llegada y entrada de su prometida. Cuando Manu se encontraba lista para realizar la aparición pública, Alejandro y María Jesús, el dueto contratado para musicalizar la ceremonia y cena, comenzaron a interpretar la canción “Thank You” de Led Zeppelin, versión cover de Chris Cornell, mientras Fabi, con sus dos padres, hacía una entrada solemne hacía el altar.
De igual forma, la novia, radiante y hermosa con su ramo asimétrico de un sinfín de colores que había hecho su tía como regalo, entró del brazo de su padre y madre, mientras de fondo se escuchaba “Something” de The Beatles.
Los novios habían escrito cartas como votos de matrimonio, si bien nunca se habían leído los escritos con anterioridad, esencialmente se dedicaron palabras muy similares y que sorprendían, porque eran cosas específicas. Eso llamó la atención tanto de los novios, como de todos los presentes, ya que se entreveía y se sentía la compenetración de Manu y Fabi, y fue, sin lugar a dudas, lo más emotivo del matri.
Los novios habían estado pensando en cómo sería la jueza del registro civil que los casaría, habían ido a otras bodas y la mayoría habían tenido jueces cuadrados, serios, fríos y algunos muy excéntricos. Cuando conocieron a su jueza, pensaron que sería una más, pero lograron llegar a su rincón más sensible, ya que se emocionó hasta las lágrimas con los votos de Fabi de Manu, incluso tuvo que pedir pañuelos para seguir con la ceremonia. Fue una persona inolvidable, sus lágrimas quedaron en el recuerdo colectivo de los asistentes y cada vez que el grupo de amigos se junta y la recuerda, ¡hacen un salud por ella!
Junto al tren, caminando en los rieles, danzando en un día de lluvia, amor y poesía, los recién casados se lucieron en sus trajes, con sus miradas cómplices, sus rostros enamorados y felices, ante la cámara atenta de Karin de Cinekut. La profesional no solo fotografió la maravilla del amor, también el sentir del escenario mientras Manu y Fabi se funden en él. Los novios ya sabían que estaban en las mejores manos, su mágica preboda en Valparaíso les había ratificado las buenas recomendaciones que habían recibido de los profesionales.
“Cinekut Matris, agradecerles infinitamente a Karin y Juanpe, por ser súper comprometidos, buena onda y cálidos, pero por sobre todo muy profesionales…a estas alturas los queremos, porque hubo química entre ellos y nosotros. Gracias a ellos tenemos los recuerdos más maravillosos de ese día, ya que lograron capturar nuestra esencia y plasmarla en hermosas fotografías y emotivas películas. Se nota que su trabajo lo hacen con amor y dedicación. 100% los más recomendados. A todas las novias que buscan abaratar costos, les digo que este ítem es uno en los que NO se debe abaratar, porque va a ser el único recuerdo tangible que les quede de ese día y no hay nada más bacán que tener unas fotos y una peli que capturen la esencia de lo vivido”. (Manuela y Fabi, 2017)
Celebración
El cóctel, cena y fiesta, se llevó a cabo en el mismo centro de eventos Casa de Campo Talagante, muy profesionales, se encargaron de cada detalle que Manu y Fabi les solicitaron. Los novios escogieron el tipo de cena y la decoración campestre, y a través de una reunión meses antes del matrimonio, hicieron un cronograma de lo que querían hacer y con eso bastó. Los invitados estaban sorprendidos tanto con la calidad como con la abundancia en el cóctel, la cena y el bar abierto.
En la entrada de la casa de campo, se encontraba un singular letrero dando la bienvenida a la celebración, éste había sido encargado a Don Zenén Vargas, un artista popular que trabaja en el barrio Franklin, y fue conocido por ser el que pintaba los letreros de las micros antiguas, haciendo a mano sus letreros con un estilo libre muy reconocido. Los novios, que frecuentan el persa bio-bio, lo habían visto ofreciendo su arte, y cuando decidieron casarse, pensaron en lo increíble que sería tener uno de sus letreros para la recepción. “Cuando fuimos a cotizar nuestro letrero, Don Zenén fue muy amable con nosotros y nos dijo que nosotros como pareja le transmitíamos mucha humildad y sentimientos bonitos, por eso, a pesar de su carga laboral de ese entonces, pintó nuestro letrero en tiempo récord, porque dijo que nosotros lo inspiramos. Y eso fue muy lindo y significativo para nosotros. Don Zenén gran valor”. (Fabi, 2017)
En las inmediaciones, se encontraba un pintoresco organillero de Fiestas Criollas, el cual nació a modo de reafirmar el estilo “guachaca” de los novios y del mismo matrimonio, dándole un espacio a todo lo que tenga que ver con la cultura popular, que les encanta. Y así, si bien la boda era con tenida formal, no fue un matri estructurado, con normas de comportamiento o muy empaquetado, cada uno fue libre de ser quien quiso ser, sin restricciones, evitando la estructura de las celebraciones más tradicionales, en donde resulta fundamental que los novios guarden compostura hasta el final. “El lema de nuestro matri era <den la vida y más> y >Cómanse y tómense todo hasta la muerte>”. (Manuela. 2017)
Para la cena, tenían preparado música en vivo con el mismo dúo que los había acompañado en la ceremonia. En una reunión con los músicos, los novios les solicitaron canciones que eran de su gusto, que las re-versionaran en formato acústico, entreteniendo mucho a los invitados durante la cena, mientras se preparaban los ánimos para los discursos finales.
Los novios no habían querido forzar a sus invitados a improvisar un discurso y en vez de eso, con meses de anticipación les preguntaron a sus testigos, hermano de Fabi y a la mejor amiga de la novia, si querían dedicarles unas palabras, también a sus padres y un amigo de cada uno, que los conociera a ambos. En total seis discursos de menos de cinco minutos que serían incorporados después de sus votos de matrimonio en la ceremonia y que tuvieron que sacar a último momento, porque sus votos estuvieron demasiado emotivos, la mayoría de los invitados terminó llorando, por lo que el hermano del novio y testigo, Mauricio, les pidió que cambiaran el resto de los discursos para el final de la cena, porque el discurso de él estaba muy chistoso y no quería matar la emoción que se vivió en ese momento.
Mauricio es chistoso en la vida cotidiana en general, por lo que al momento de hacer su discurso, Manu y Fabi sabían que se iba a burlar de ellos e iba a contar cosas divertidas. Todos los presentes disfrutaron y se rieron a carcajadas, y a lo largo de la noche, se le acercaron amigos de los novios, que no lo conocían de antes, a felicitarlo.
Los novios, en un principio, no iban a bailar el vals, no les interesaba realmente, hasta que el DJ les recomendó que lo hicieran y que sacaran a bailar a sus padres, porque era un momento simbólico y a él le había tocado estar en bodas donde las mamás de los novios habían terminado llorando por que los novios bailaban solos o simplemente no bailaban el vals. Si bien los papás de Manu y Fabi estaban al tanto de la decisión, para no herir susceptibilidades por un baile que no les costaba nada realizar, decidieron bailar “Amor Completo” de Mon Laferte. Prepararon la presentación el día anterior y fue todo un acierto, ya que resultó ser un momento muy emocionante e importante para los novios y los cuatro padres.
Paralelamente al grupo de música que abría la fiesta, los novios habían preparado un baile en conjunto con una amiga del colegio de Manu. Su hobbie es bailar, así es que le pidió que hiciera una coreografía con un mix de reguetón de la vieja escuela. Su amiga realizó una coreografía muy profesional que los incluía a ellos y buena parte de sus amigos que asistían al matri. Todos los que podían, trataban de juntarse a ensayar una vez a la semana, pero era difícil coincidir. Por esta razón, hizo tutoriales y los novios grababan los ensayos que mandaban por whatsapp. Solo el día previo a la boda, en el ensayo general, pudieron estar los 16 integrantes. La presentación fue perfecta y muy entretenida.
Para la fiesta, los amigos de los novios, Chumbekes, iniciaron el carrete y durante una hora mantuvieron super prendidos a todos los invitados. Siendo muy profesionales, saben manejar el público en grandes masas y saben cómo mantener una fiesta prendida con su entretenida cumbia nortina. “Sin duda tener música en vivo fue muy celebrado por todos nuestros invitados, porque le da otro matiz a la celebración. Como consejo para otros novios: averiguar de las condiciones del centro de eventos, si tienen la amplificación necesaria o los grupos electrógenos suficientes, porque no todos los centros de eventos están capacitados para recibir una banda en vivo”. (Fabi, 2017)
Todos estaban disfrutando, bailando, comiendo y riendo, mientras los invitados se pintaban con flúor gracias a Fiesta Flúor Chile, que causó furor, todos se iban a pintar con las maquilladoras, se hacían diferentes diseños y se sacaban fotos como recuerdo.
La torta fue un espectacular trabajo de estilo naked de la que se encargó Pastelería Edison. La particularidad de estas tortas es que no tienen cobertura, por lo que resaltan mucho más los detalles. Siendo de varios pisos, el pastel resultó delicioso, original y con muy buena presentación.
Al elegir los regalos para los invitados, decidieron que querían dar algo que sirviera. Así es que optaron por tazas que la cuñada de Manu les regaló y que compraron juntas en Meiggs. Escogieron unas tazas cónicas, a las cuales le imprimieron un diseño hecho por su hermano pequeño con serigrafía, siguiendo con el estilo que habían plasmado en los partes. También contrataron un tótem fotográfico en Photoenjoy, para que los asistentes se llevaran una foto de ellos con imanes para pegar en el refri. Y, por último, en especial para las invitadas mujeres, se les obsequió un lote de hawaianas de todos los números ¡que causaron furor!
Un día lleno de emociones, detalles, amor, cariño, lágrimas, admiración y bellas palabras y gestos. La celebración de la unión de dos personas que luego de más de una década juntos, ha logrado entenderse, amarse y respetarse. “Actualmente, llevamos 12 años y medio juntos, sin pausas, porque nunca hemos sido impulsivos, todos nuestros problemas los hablamos, los solucionamos y seguimos adelante. Esa dinámica, sumado con la confianza, el respeto y la admiración que tenemos el uno en el otro, han sido el cimiento de nuestra relación”. (Manuela y Fabi, 2017)
Un día que no olvidarán y que no olvidaremos, porque gracias a sus relatos, fotografías y video de Karin y Juampe de Cinekut, podremos revivir una y otra vez las más entretenidas anécdotas, carcajadas, bailes y miradas. “Finalmente me quedo con la dedicatoria que nos dejaron unos amigos de nosotros, en el libro de fotos del tótem fotográfico, que decía: <En nuestra cultura mapuche, la lluvia significa el renueve de energías y el comienzo de un nuevo ciclo, es por esto, que la festividad del día de hoy no es al azar. Felicidades Manu y Fabi.> Esto lo digo, para que otras novias vivan a concho ese día, a pesar de que algunas cosas no van a resultar como las tengan planificadas, ¡sobre todo si les toca lluvia inesperada! La vida es una sola y ese día no se repetirá, así que a darlo todo y ¡más! Lo importante es pasarlo chancho y ver el lado positivo de esos “eventos inesperados”. (Manuela, 2017)
¡Muchas gracias por compartir su matrimonio y muchas felicidades!
Fotografía y video: Cinekut | Anillo de compromiso: Ernesto Trier | Centro de eventos: Casa de Campo Talagante | Maquillaje y peinado: Trini Araya | Tocado: Clara Flor Tocados |Vestido de novia: Aracely Barrenechea | Zapatos novia: Calzados La Horma | Traje del novio: Sastrería Sartoro | Cantantes ceremonia y cena: Alejandro y María Jesús | Letrero bienvenida: Don Zenén Vargas | Organillero: Fiestas Criollas | Grupo en vivo: Chumbekes | Pintura Flúor: Fiesta Flúor Chile | Torta: Pastelería Edison | Cabina fotográfica: Photoenjoy |
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