Un clásico en la organización de las bodas es la intervención de la familia de los novios, en los preparativos previos, generando algunas desavenencias y malos ratos, que no vienen nada de bien a la pareja, sobre todo considerando que esta es la etapa de mayor estrés para ambos; y lo que en principio se vio como una “ayuda”, ahora se visualiza como un gran problema sin solución que carga sobre sus hombros.
La organización de un matrimonio está llena de detalles, que requieren de mucha planificación, y cada decisión es clave para lograr que tu día especial sea el día soñado de ambos; si a eso se le suman opiniones, solicitudes, sugerencias, quejas y muchas veces exigencias, el camino se hace cuesta arriba, se presentan atrasos en la planificación y el afán de dejar a todo el mundo feliz, les pasa la cuenta más temprano que tarde.
El objetivo es poder tener la boda soñada, manteniendo una buena relación, tanto con tus parientes como los del novio, y que la relación de ambos no se vea afectada antes de que lleguen al altar. Si ya estas percibiendo que este “imponderable”, (llámese, suegra, madre, tías o hermanas) está empezando a perturbar la alegría de tu periodo de noviazgo, pues es momento de que tomes en consideración los siguientes consejos.
1. Delimitar los ámbitos de acción
Evitar pensar que cada intervención externa va en contra tuya. Muchas veces es útil definir las áreas de la organización del matrimonio en las cuales no quieren recibir influencia externa y comunicar abiertamente cuáles serían las áreas en las que están más abierto a recibir colaboración de sus parientes. Cosas claras conservan la amistad y las relaciones con tu familia política, que será para toda la vida.
2. Usar la psicología
Muchas veces tendrán que ser lo bastante claros para comunicar a sus parientes, aquello en lo que no están de acuerdo, pero como dirían por ahí, “siempre con respeto”. A veces la paciencia no es la aliada en este camino y hay situaciones en las cuales se verán superados, pero en esos casos, siempre es mejor guardar silencio, respirar y esperar un momento de manera de que puedan replicar en frío y dejar clara su posición.
3. Escuchar y tomar lo mejor
Otra técnica que les puede servir, es dejar que todo el mundo hable y opine, sin identificarse con nada, agradecer a todos su interés y tomar aquellas ideas y sugerencias con las que se sientan identificados, solicitando el apoyo directo a la persona quien planteó la sugerencia.
4. Integrar a la suegra y/o mamá en algunos protocolos de organización
Estas bellas mujeres estarán muy agradecidas si se les invita especialmente a participar en la elección de detalles importantes tales como, la prueba de vestido de la novia, elección del ramo de novia, prueba del menú u otro detalle en el cual ellas pueden aportar mucho con su gusto, experiencia y conocimiento; denle su espacio, ¡los pueden sorprender gratamente!.
5. Hazte asesorar por una Wedding Planner
Si bien su rol no está en mantener a tu parentela directa a raya, si te puede ayudar mucho en definir la forma de integrarla al proceso y hacerla partícipe, sin que eso signifique una modificación en la planificación original. Su trabajo es llevar a cabo el sueño de los novios, pero también consideran todos los factores externos que pudiesen afectar directa e indirectamente la realización de este sueño, para ello el factor familia es uno de los más importantes, ya que son el grupo más importante de invitados en la celebración.
Por último, nunca se debe olvidar que el mantener las buenas relaciones con la familia política, principalmente en este periodo, te puede ayudar a preparar el camino para más adelante, recuerda que esta familia la estas recibiendo para toda la vida al igual que a tu pareja y seguramente este será el primer traspiés de muchos otros que pueden aparecer en el futuro, así a ser positivos y a disfrutar el proceso.
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