El avance de las tecnologías ha hecho que en los últimos años casi todos vivamos pegados a nuestro smartphone, pendientes de cada notificación, revisando las aplicaciones de mensajería, las imágenes, las redes sociales o los correos de trabajo. Se ha convertido en un apéndice más de nuestro cuerpo. Y aunque ha sido un gran avance, el problema llega cuando el smartphone se adueña de nuestra vida, de nuestro tiempo y sobre todo de los momentos compartidos con otras personas, ya sea en reuniones de trabajos, en comidas familiares o en cenas románticas con nuestra pareja.
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Los primeros síntomas de dependencia del celular crearon el término nomofobia, es decir, el miedo irracional a estar sin el móvil porque nos lo hemos olvidado en casa o porque no funciona, llegando a generar en algunas personas inestabilidad, agresividad y falta de concentración. Ahora este término ha dado paso al Phubbing (término formado a partir de las palabras inglesas phone y snubbing), concepto que han bautizado en EE.UU, y que se refiere al acto de menospreciar a quien nos acompaña en ese momento, prestando más atención al celular u otros aparatos electrónicos que a la otra persona.
Un grupo de investigadores de la Universidad de Baylor en EE.UU, constataron en un estudio que esta práctica se ha extendido bastante. En un experimento realizado, determinaron que el 46% de las 450 parejas estudiadas han sido ignoradas en algún momento por su novio o novia por culpa del smartphone.
Y es que se ha convertido en un fenómeno social que nos mantiene permanentemente revisando nuestro smartphone para ver Facebook, Instagram o Whatsapp. Por desgracia, este comportamiento nocivo fragmenta cualquier interacción social, pues la mayoría aprovecha cada situación para dejarla registrada con el celular y luego subirla a alguna red social. Casi todos hemos tomado una foto alguna vez del plato que nos íbamos a comer o de la decoración de un lugar que nos ha gustado mientras compartíamos esos momentos con otras personas. El problema está en no saber dónde está el límite de un uso razonable del celular y un uso desmesurado. Además, el Phubbing no sólo provoca daños en las relaciones humanas, sino también daños mentales o físicos como el dolor de cuello o espalda por el uso excesivo del celular, así como también produce cansancio visual, migrañas o insomnio, entre otras cosas.
Aunque en la actualidad las aplicaciones y redes sociales nos dan más facilidades para comunicarnos e interactuar con otros , lo cierto es que se está convirtiendo en muchas casos en un obstáculo en esa comunicación, y que puede hacer tambalear los cimientos de una relación personal.
El Phubbing y las relaciones de pareja
Esta tendencia llevada al extremo de la adicción al smartphone puede suponer el deterioro o el final de muchas relaciones personales. Uno de los principales problemas radica en la elección de prioridades de una de las partes de la pareja, lo que hará que el otro miembro pueda sentir que no le importa lo suficiente o no se sienta escuchada ni priorizada. Cuando esto sucede, la persona que sufre Phubbing, comienza a sentirse insegura, desconfiada, es entonces cuando la pareja entra en conflicto y se amenaza la intimidad.
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¿Soy víctima de Phubbing?
Si tu pareja hace algunas de estas cosas puede que seas víctima de Phubbing:
- Mantiene su celular cerca cuando está contigo todo el tiempo.
- Hace tareas que no son urgentes por el móvil mientras hace planes contigo.
- En conversaciones relajadas, chequea de manera constante las actualizaciones o alertas.
- Pierde la atención sobre la conversación para mirar o contestar al celular.
- Mantiene una conversación corta para estar más pendiente de lo que pasa en su smartphone.
Soluciones al Phubbing
Todos debemos tener un autocontrol y saber cuándo debemos utilizar el celular, y cuando debemos disfrutar del tiempo con nuestra pareja sin que se interponga nada en esos espacios y momentos para los dos, pero mucho menos el smartphone. Aquí te damos algunos consejos que te pueden servir:
- Crear reglas sobre el uso del celular, como dejarlo durante una hora al día o crear un ambiente libre de celular en la habitación, por ejemplo.
- Deja todo listo y preparado antes de quedar con tu pareja para que después no tengas que solucionar nada o contestar algún correo.
- Reconecta con la realidad intentando dejar más de lado el smartphone y haciendo más planes con tu pareja.
- Trata de tener empatía siempre, piensa que a nadie le gusta que lo desatiendan por culpa del celular.
No existen excusas, pues una relación requiere de esfuerzo y dedicación, por lo tanto, debes darle la atención que merece a tu pareja. Salvo en caso de emergencia, no hay motivo para tener cerca el smartphone y tener prioridad por encima de la persona que tienes delante. No permitas que algo como el celular tenga efectos devastadores sobre tu pareja, y sigue creando espacios y momentos para seguir fortaleciendo el amor.
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