Esta romántica pareja se conoció en el trabajo, un día en el que el sol brillaba más de lo normal y el destino había decidido que ya era hora de encaminar las vidas de Priscilla y André en la misma dirección. André recuerda como si fuera ayer el día en que Priscy llegó a la oficina, si bien la encontró preciosa, no la pudo mirar con otros ojos, ya que pensó que era mucho menor que él. Al tiempo supo que no era así, y sus sentimientos cambiaron radicalmente, los futuros novios se empezaron a acercar y conversar, conocer, salir, hasta que un día se besaron “…y entonces comenzó el loving”, que unos años más tarde los tendrían celebrando su matrimonio en Santiago.
Comparten gustos parecidos, disfrutan de una buena conversación, una linda caminata, andar en bici, ir al cine y salir a comer algo rico en algún rincón de la gran capital. Disfrutan, principalmente, el uno del otro, de su compañía, sus palabras y consejos, gozan del amor y de lo que ellos mismos crean cuando están juntos.
Y así, unos años más tarde, en un viaje a Italia, exactamente en Venecia y en medio de un paseo en Góndola, Priscilla, sabiendo muy bien qué era lo que quería en la vida, le propuso que se casaran, “…la Priscy muy linda y romántica me pidió matrimonio y yo sorprendido y contento le dije que sí.” (André, 2017)
Meses después, exactamente para el día de los enamorados, André tomó la decisión de también pedirle matrimonio, le regaló un anillo de compromiso y fijaron la fecha de su matrimonio para el día 10 de diciembre de 2016.
Inmediatamente comenzó la organización de la boda, eligiendo como lugar para realizar la ceremonia religiosa y celebración, la Casona Larraín de Pirque, un lugar de ensueño, rodeado de naturaleza y un atractivo intrínseco a solo pasos de Santiago. Para los partes de matrimonio, escogieron un personalizado diseño en Partes Fortuna Ideas. Ya teniendo la fecha y lugar establecidos y las invitaciones entregadas, los novios se dedicaron a afinar los detalles e ideas para la celebración de su matrimonio, estaban a unos meses de casarse y satisfechos de todo lo que llevaban preparado. ¡Sería una celebración marcada por el cariño, el amor y la entrega!
El fotógrafo fue uno de esos detalles importantes a los que tenían que dedicarle mucha atención, pues los recuerdos de su boda serían únicos e irrepetibles. Con un ojo muy preciso y en búsqueda del mejor, eligieron a Deborah Dantzoff, una increíble profesional que capta los pormenores de cada ambiente, las miradas ocultas, las sonrisas perfectas. Con ella, previo al matrimonio, también realizaron su sesión de preboda en Sewell – Ciudad Minera declarada Patrimonio de la humanidad.
Preparación de los novios
En su casa y con el peluquero que se ha encargado de su cabello por los últimos cinco años, Priscilla se preparó para el gran día. A su estilista, Francisco Ortega de Peluquería Blonde Brunette, lo conoció casi al mismo tiempo que a André. A él le contaba todo, hasta las más pequeñas cosas en relación a su novio. En el transcurso del tiempo, él se cambió varias veces de peluquería, pero Priscilla nunca dejó de atenderse con él, siguiéndolo donde fuera y este día especial no sería la excepción, Pancho estaría con ella para dejarla hermosa una vez más. Para el maquillaje, el profesional le aplicó colores sobrios, resaltando sus ojos y sus finos labios. Para el pelo, realizó un peinado simple en el que una tiara de brillos de La Casa Blanca, dividía el corte en dos, una elección tradicional y con mucho estilo.
El vestido de novia lo encontró en La Casa Blanca de Puente, donde la asesoraron a la perfección, llevándose un diseño strapless y de encaje del diseñador Mori Lee.
Para los zapatos, quería algo cómodo, elegante y no muy costoso, estuvo tres meses buscando lo que tenía en mente, le fue difícil puesto que los buscó en invierno para su matrimonio que se llevaría a cabo verano. Finalmente, encontró el calzado perfecto, color Ivory, de la firma Eda Manzini. No solo los usó en su boda, si no que después pudo seguir luciéndolos en otras ocasiones.
Por último, completó su look con su anillo de compromiso de cristales Swarovski, pendientes y cadena de plata con micro circones y las argollas de matrimonio de oro de la Joyería San Juan ubicada en Santiago Centro.
El novio escogió un traje Hugo Boss color azul, en la tienda ubicada en Parque Arauco, donde recibió una excelente atención y asesoría, lugar donde también encontró sus zapatos color burdeo, muy cómodos y que también pueden ser usados en otras ocasiones.
Ceremonia y sesión de fotos
Brillante y luminosa, Priscilla hizo entrada al altar con un ramo de tonos blancos, rosados y con fucsia en las puntas, ya que era el color elegido para el matrimonio. Fue un obsequio de su prima y su pareja que trabajan en la pérgola de las flores en Lo espejo “…fue un ramo hermoso, delicado, nunca lo vi, solo le comenté lo que me gustaría y cuando llegó a mis manos era lo que quería, era hermoso.” (Priscilla, 2017)
El único gran problema de la ceremonia fue que ¡a los novios se les quedaron los anillos en el auto! Les pedían y pedían los anillos y los novios estaban cada vez más nerviosos… Un amigo de Priscilla voló a buscar los anillos, un amigo que ya la había salvado en varias ocasiones de situaciones complicadas y que una vez más estuvo ahí cuando más se le necesitaba, ¡gracias Sebastián! Y Benjamín, un sobrino de André, hizo un show para ingresar con los anillos que se robó la película. La vergüenza que sintieron al principio se convirtió en un acto muy bonito, porque todos pensaron que había sido un montaje y quizá estaba todo arreglado para hacer parecer que no tenían las argollas. Agradecimientos especiales también a Valeska, la hermana de Priscilla, ya que se pasó de atenta, estuvo súper dispuesta para todo, pendiente de la novia en todo minuto y ayudándola en absolutamente todo lo que necesitaba.
Uno de los momentos más emocionantes fue cuando llegaron a la casona y Priscilla sentía que debía decirle algunas palabras a su papá por todo lo que había hecho, fue súper emocionante, porque antes de ingresar a la ceremonia, ya estaban llorando los dos, generando un momento muy íntimo y bello. Lo mismo ocurrió a la salida de casa de sus papás, como recuerda la novia, “…la emoción y lágrimas de mi madre conmovieron mi corazón”.
Finalmente, se casaron en un ritual evangélico que los emocionó y representó en su amor y unión. Priscilla y André contrajeron matrimonio, se tiraron pétalos al viento y sellaron su amor con un beso.
Ya unidos en matrimonio, con ese brillo característico de la intrínseca felicidad, los novios inmortalizaron ante el ojo experto de Deborah Dantzoff, no solo su boda, también sus emociones, su coqueteo y complicidad.
“Sin lugar a dudas, una de las mejores opciones Deborah Dantzoff, que si pudiera haría que calcara todo lo que me queda de vida en sus fotografías” (Priscilla, 2017)
Celebración
Casona Larraín de Pirque estuvo a cargo del catering, banquete y decoración. Imperaban las flores color crema con fucsia, estando toda la decoración dirigida con esos tonos, predominaba una de las flores favoritas de la novia, las hortensias color fucsia.
Los novios llegaron sonrientes al evento para hacer un brindis, compartir con los invitados y celebrar esta hermosa unión con sus familiares y amigos que los vieron conocerse, enamorarse, comprometerse y ahora mismo, casarse.
El baile de los novios comenzó con un tema de Jesús Adrián Romero, “Mi vida sin ti” y luego bailaron el Vals Vienés. Unieron esos dos bailes con una coreografía que terminó con el baile típico con los respectivos padres.
Mientras invitaban a todos los asistentes a acompañarlos en la pista de baile, tiraron el ramo de la novia y se aventuraron en la presentación de la clásica liga, para rematar con una hermosa presentación de baile polinésico del grupo Manupiri. La novia los había contactado a través de una amiga, que es hermana de Enzo, el bailarín principal y encargado del grupo. La idea era aclimatar el ambiente a lo que sería la luna de miel de los recién casados en Tahití, su primer viaje como matrimonio, unas verdaderamente soñadas vacaciones románticas en la Polinesia Francesa, que comenzarían a disfrutar desde ya junto a sus amigos.
Al elegir los detalles para los invitados, diferenciaron entre hombres y mujeres, a las mujeres les regalaron pantuflas que iban con una bolsita color fucsia con los nombres de los novios, del proveedor Savia novios. Para los hombres eligieron unos tubos de ensayo con una preparación para chocolate Moca caliente, también lo requirieron en color fucsia, el proveedor fue Loreto Arpillera, cumpliendo muy bien con lo solicitado, antes de lo esperado y muy responsable.
Los novios y asistentes disfrutaron, bailaron, rieron, cantaron y se deleitaron con tanta felicidad y cariño. Pero eso no fue todo, Priscilla y André, al volver de su luna de miel, realizaron una nueva sesión de fotos Trash the Dress, la cual estuvo a cargo una vez más de Deborah Dantzoff. Para la ocasión, los novios se vistieron exactamente igual a como se habían vestido para su boda, cambiaron solo los zapatos y el bello ramo de novias de Linda Flor. La sesión postboda se realizó en el El Embalse El Yeso en el Cajón del Maipo, y esta vez los acompañaba la nieve y el frio característico del invierno en el campo. Los novios se mimetizaron con el escenario y disfrutaron de ese momento único, mágico e irrepetible que quedó capturado por siempre, gracias a la mirada inquieta y receptiva de la profesional.
Un hermoso amor que quedó inmortalizado en recuerdos vívidos que tanto los novios como sus futuras generaciones podrán ver, sonreír, y alegrarse. ¡Muchas gracias por compartir tan bello matrimonio y felicidades por su boda!
Centro de eventos: Casona Larraín de Pirque | Partes de matrimonio: Fortuna Ideas | Fotografía: Deborah Dantzoff | Maquillaje y Peinado: Francisco Ortega de Peluquería Blonde Brunette | Vestido de novia y Tiara: La Casa Blanca | Zapatos novia: Eda Manzini | Argollas de matrimonio: Joyería San Juan | Traje novio y Zapatos: Hugo Boss | Baile polinésico: Manupiri | Recuerdos mujeres: Savia novios | Recuerdos hombres: Loreto Arpillera | Ramo de novia Trash the Dress: Linda Flor
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