La relación de Almendra y Rodrigo no supera los cinco años, pero su amor fue tan intenso, que el mundo pareciera haber confabulado para destinarlos a estar juntos para siempre.
Fue en Puerto Varas, ese mágico lugar del sur de Chile, donde se conocieron. Como ellos declararon, fue amor a primera vista. Pasaron algunos meses y decidieron que aquello debía perdurar. Construyeron su casa entre los árboles de un bosque sureño, y junto a los hijos de Almendra, Cala y Martín, dieron vida a su hogar. Tiempo después llegó un nuevo integrante a la familia: Dante.
Pero como esta historia no deja de ser encantadora, Almendra y Rodrigo decidieron reafirmar su amor, casándose en una ceremonia simbólica, ocasión en que un sacerdote bendijo su unión.
La celebración fue muy íntima y se llevó a cabo el pasado 13 de noviembre en el patio de su casa, en compañía de sus seres queridos.
La boda fue al medio día y el banquete consistió en un almuerzo a la italiana. Los invitados disfrutaron de un mesón de antipastos, lasañas y salsas elaboradas por la familia y ñoquis del restorán Da Alessandro de Puerto Varas.
Caida la tarde, se sirvió cordero magallánico, una preparación típica de la zona, acompañado de ricas y frescas ensaladas.
En tanto, arreglos florales con yerberas, pequeñas rosas y crisantemos dispuestos por todo el lugar, dieron vida a esta peculiar boda.
La decoración y la banquetería del evento estuvieron a cargo de Angélica Frohlich, dueña del restorán Puro Toro, y Maribel Proboste, reconocida empresaria gastronómica de la X Región.
Sur- Pro Producciones se encargó de la música e iluminación. Mientras que el DJ que tuvo la tarea de animar la celebración fue Julián Fernández.
Cala ayudó a su mamá a elegir su vestido de novia, un sencillo pero cautivador traje corto, que Almendra lució con unas botas blancas. La prenda de delicada caída, le entregó un sutil aire de frecura.
Acompañó el conjunto con unas joyas diseñadas por la Tienda Weichafe, reconocida por trabajar con materiales reciclados. Los accesorios fueron elaborados con piedras volcánicas pulidas y perlas de la Isla Margarita.
El ramo de novia, con flores escogidas por Almendra y su hija Cala, fue confeccionado con ejemplares silvestres de la zona.
En tanto, el novio vistió un traje negro de líneas rectas, una elección sencilla, muy acorde con la tónica de este matrimonio campestre.
Las fotografías fueron una creación de Los Sicarios: Fotografía por Encargo, quienes realizaron un original trabajo, que destacó los detalles más emotivos y característicos del enlace. Cabe señalar que esta empresa posee un novedoso servicio, ideal para aquellos novios que se inclinan por lo exclusivo. Éste consiste en un libro con textos y fotografías del matrimonio; además de un DVD de alta calidad, con bellas y delicadas imágenes, amenizado con música.
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