En Paris. Quién no ha soñado con ver a su novio de rodillas pidiéndole matrimonio y con la Torre Eiffel de fondo. Quizás no todas lo sueñen de esa manera, aunque sí, muchas esperan que el día que suceda, sea de la forma más original y entretenida posible. La pregunta es, ¿si ese día se está tardando demasiado, has pensado en proponérselo tú?
La leyenda cuenta que Santa Brígida se lo propuso a San Patricio en el siglo V después de Cristo. Probablemente no es el mejor ejemplo porque él no aceptó, sin embargo, intentarlo es una mejor opción que quedarse sentada esperando el resto de la vida. Y no porque él no tenga la intención de hacerlo, sino porque a veces ellos necesitan un empujoncito, sobre todo si consideramos que la mayoría le tiene miedo al compromiso.
La idea es que lo hagas en el momento más apropiado que encuentres. Eso sí, ten presente que el factor sorpresa es clave, ya sea para bien o para mal. Para bien, porque nos puede decir que sí; para mal, porque nos puede poner cara de horror y eso sería suficiente para entender que su respuesta es negativa de plano, lo que, al mismo tiempo, nos da la posibilidad de decir que estábamos haciendo una broma. Por supuesto, que nos vaya a creer o no, es otro cuento, pero como generalmente se les olvidan rápidamente las cosas, igual habremos salido airosas del paso.
Que sea cuando menos se lo espere
-En el mismo lugar donde se conocieron
-Improvisando un coro en medio de un karaoke puede ser una excelente oportunidad y entretenida a la vez
-Pintando en la pared un “¡Te quieres casar conmigo!”
-En medio de un recital donde esté eufórico
-Paseando en bicicleta, tal vez no, pero si es un pasatiempo de ambos, podría tener sentido
-Saltando en un paracaídas o en bungee, si te gustan las aventuras y la novedad
No armes tanto alboroto
-Nunca se lo pidas durante el partido de fútbol que está viendo y mucho menos si los resultados son desfavorables para su equipo
-Jamás en comidas familiares
-En Facebook puede resultar divertido, pero todo dependerá de cómo usen ambos las redes sociales. Hay quienes prefieren la seriedad ante todo
No pedírselo jamás si
-Están pasando por un mal momento o si sospechas que él quiere terminar la relación (o tomarse un tiempo)
-Ni pensarlo en pedirle matrimonio delante de gente que a él le desagrada
-Menos por teléfono o por correo
Como sea, considera que hay hombres que viven diciendo que no se casarán ni embriagados, y no porque tú seas la del problema, sino porque muchos de ellos sueñan con vivir una soltería de por vida. Igualmente, no les temas, al final, la vejez siempre está cerca, y de una u otra manera, podrás llevártelo al altar, aunque él esté seguro de todo lo contrario.
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