En la organización de matrimonio, son tantos los aspectos a determinar que suele ocurrir que algunos pasen un tanto desapercibidos, especialmente si estos son “pequeños”, desde el punto de vista del tamaño. Pocas cosas habrá más pequeñas en los preparativos que las argollas de matrimonio, si bien su valor es incalculable, no solo económico, sino sentimental, por lo que significan. No en vano, es el símbolo del amor y fidelidad en la pareja.
Para escoger las argollas de matrimonio con acierto, solo tienes que seguir estos cinco pasos:
- Paso 1. Establecer el presupuesto
- Paso 2. Manejar bien los tiempos
- Paso 3. Elegir los materiales y las medidas
- Paso 4. Decidir el estilo y diseño
- Paso 5. Escoger el grabado con acierto
Paso 1. Establecer el presupuesto
El presupuesto es siempre el primer paso en cualquier decisión concerniente a tu matrimonio. En función de cuál sea el tuyo, se abrirá un mundo de posibilidades. Ya sabes que el coste de la argolla de matrimonio está estrechamente vinculado al material de la misma. Cuando más valioso sea este, más se encarecerá el precio. Asimismo, también influyen las distintas incrustaciones y adornos que tenga la argolla, si tiene diamantes, etc.
Por supuesto, recuerda que el diseño es otro de los factores que podrían incrementar el precio. Los hay en diversas formas, estilos y acabados. En este punto, entra la innovación de las diferentes piezas y las creaciones exclusivas que realizan los joyeros, en los que combinan materiales, texturas y demás detalles. La firma Scanio Joyas sostiene que un diamante es una muy buena opción ya que es uno de los materiales más duros y presenta el más alto índice de refracción entre la gama de piedras preciosas.
Paso 2. Manejar bien los tiempos
Es lógico comenzar la organización del matrimonio con los asuntos de mayor magnitud, tales como la banquetería, el lugar de celebración o el vestido de novia. No obstante, las argollas de matrimonio también deberían gozar de prioridad, pues aunque no requieren tanta anticipación como los aspectos mencionados, no deberían caer en el olvido.
Aproximadamente, los joyeros dedican un mes y medio a la confección de tu diseño elegido. Sin embargo, lo más recomendable es que lo encargues al menos tres meses antes para así poder corregir los problemas que pudieran presentarse. Eso sí, antes de este tiempo ya tendrías que tener decidido el diseño, el grabado, así como las medidas para cada uno. No te preocupes demasiado por el tema de las medidas y las posibles correcciones, ya que siempre puedes hacerlo tras la celebración del matrimonio, tal y como hacen muchas parejas. Así podrán modificar el tamaño cuando vuelvan a su día a día.
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Paso 3. Elegir los materiales y las medidas
El material es el punto de partida en la elección de toda argolla de matrimonio. Por lo general, la mayor parte de las parejas se decanta por el oro, independientemente de si este es amarillo, blanco o rosa. Entre las alternativas, está que sea de 14, 18 o 24 quilates, en función del presupuesto de los novios. No obstante, conviene tener en mente que la pureza del oro no tiene por qué ser siempre sinónimo de ventaja. A más quilates, más dúctil será el aro y, por ende, será más susceptible a sufrir deformaciones o a rayarse.
Aquellas parejas con un presupuesto más reducido, encontrarán en la plata, el platino o el titanio a sus mejores aliados. No solo por el precio, sino también por sus interesantes calidades. Cada uno de estos materiales posee distinto peso y resistencia, si bien es el platino el más resistente, aunque también el que pesa más.
De un tiempo a esta parte es posible observar en el mercado otros materiales novedosos como son el acero o la cerámica. Se trata de opciones ideales para bolsillos más ajustados y, además, lucen también muy lindos. La decisión la tienen ustedes, que serán los que tengan que valorar todos los detalles.
Respecto a la medida de la argolla, recuerda que esta no tiene que ajustarse a la perfección al dedo. Es fundamental encontrar el equilibrio en tu joya de novia: ni que quede muy apretada, ni que quede demasiado holgada. Sabrás que es la medida correcta cuando la argolla gire en el dedo libremente.
Si sigues sin tenerlo claro, presta atención a este truco. Intenten visitar al joyero en un día cuya temperatura no sea ni muy cálida ni muy fría, para que así los dedos estén en condiciones normales (ni se contraigan debido al frío, ni se dilaten a causa del calor). Organicen la cita, además, evitando que sea en una estación diametralmente opuesta a la del matrimonio.
No olvides que, a causa del estrés y los nervios del gran día, puede que llegues al altar con algún kilo de menos. No pasa nada, ya que lo recuperarás cuando todo vuelva a la normalidad y tu argolla volverá a lucir perfecta en tu dedo. En el caso de que tras el matrimonio siga sin convencerte el resultado, habla con el joyero para que realice los ajustes pertinentes. ¡Todo tiene solución!
En opinión de los expertos de Joyas Altamirano “lo mejor son las argollas de color blanco, ya que representan mayor pureza y llaman menos la atención, por lo que son más seguras. En cuanto al material, nos gusta mucho el platino porque es un metal puro sin aleación, y con nuestro servicio de mantenimiento gratuito de dos años no tienes que preocuparte de que pierdan su brillo”.
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Paso 4. Decidir el estilo y diseño
El estilo y la personalidad de los novios son decisivos en el momento de seleccionar el diseño de la argolla de matrimonio. No hace falta recordarte que el aro es el símbolo de su unión como pareja, aunque también como personas independientes. Por ello, es esencial que el diseño esté en consonancia con los gustos de ambos.
En primer lugar, hay que elegir la forma, ya que en la actualidad es posible encontrar tanto argollas redondas como cuadradas. También, si prefieren que la superficie sea plana o bien redondeada. Lo siguiente es decidir el acabado. En este punto se abren diversas opciones: pulido, satinado, cepillo, efecto hielo, texturizado, martillado, mate-arena, florentino, esmaltado o punteado. Cuando acudas a la joyería comprenderás mejor estos términos.
Pero esto es la teoría, ya que la innovación es una constante en el campo de la joyería. Así, podemos identificar piezas exclusivas con diseños de lo más originales, con incrustaciones varias, cenefas, estéticas minimalistas, combinación de materiales y texturas, juegos de brillos… Asimismo, muchos joyeros brindan la oportunidad a los novios de personalizar las argollas a su gusto. Está claro que lo más recomendable es confiar en el buen juicio de los profesionales, pero ¿por qué no añadir ese toque personal a un elemento tan importante?
Conviene recordar que, pese a lo que mande la tradición, las argollas de matrimonio han cambiado tanto como las parejas y no tienen por qué ser todas idénticas. Cada aro, en este sentido, llevará impregnada la personalidad de la pareja.
Paso 5. Escoger el grabado con acierto
Una vez seleccionada la argolla de matrimonio, no dudes en preguntar a la joyería de matrimonio en Santiago en cuestión si es posible personalizarla con un mensaje. Y es que, si bien casi todos los establecimientos aceptan escribir el nombre de la pareja, cada vez hay más parejas que desean ir más allá con el grabado, como incluir sus apodos, alguna frase especial, añadir un símbolo o, por qué no, echarle imaginación y sorprender con un mensaje único. Ya que el contenido de la argolla pertenece a la intimidad de la pareja, admite cualquier propuesta, por atrevida que sea.
Una idea interesante es la que proponen desde Joyería EC, especializados en argollas talladas a mano con letra árabe, que comúnmente “se trata del nombres de los novios o una frase que los identifica. El hecho de que esté en otro idioma las transforma en piezas únicas e irrepetibles”.
Esta importante joya te acompañará toda tu vida, así que asegúrate que sea exactamente como la habías soñado. ¡Presume de amor verdadero!
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