Se conocieron el año 2013 por esas casualidades del destino, los dos son de Molina, de la VIII Región, pero David hace mucho tiempo que vivía en Santiago y Paulina estudiaba en Talca. Para el 18 de septiembre de ese año, ambos estaban celebrando en Molina y Paulina había ido a comprar unos cigarros con unos amigos y David estaba ahí en el local. Ella nunca se dio cuenta que él la observaba, pero según David, él la conocía de antes, la había visto en otras oportunidades, y la encontraba muy bonita. Así fue como, el muy confiado, le sacó una foto para tratar de ubicarla y saber su nombre. La buscó por las redes sociales, hasta que la encontró, le envió una solicitud de amistad que Paulina a los días aceptó, lo encontró guapo y se dio cuenta que tenían muchos amigos en común, Molina es chico y las familias se ubicaban, y así empezaron a hablar y conocerse. Finalmente, un día él la invitó a tomar un helado en Curicó para conocerse mejor y desde ese día comenzó a escribirse formalmente su historia de amor. Unos días más tarde, exactamente el 13 de octubre, David le pidió pololeo y así, súper entusiasmados y enamorados, él desde Santiago viajaba a ver a Pauli a Talca.
“Fue una relación, así como a distancia, pero muy loca y bonita…” (Paulina 2017)
Fueron descubriendo que los dos son más bien relajados, hogareños, y más encima, comparten el mismo signo del horóscopo, cáncer, donde el hogar resulta primordial. Disfrutan las mismas cosas; salir a comer, compartir con sus amigos y ver series, de las cuales confiesan su fanatismo.
Para su segundo aniversario, en octubre de 2015, David quería hacer algo especial, así es que reservó una noche en el Hotel Monticello y le dijo a Paulina que quería hacer algo entretenido, distinto. A ella le gustó la idea, pero notó que estaba medio raro, como nervioso, en algún minuto incluso pensó que le iba a pedir matrimonio, pero fue solo un pensamiento temporal. Ya en el hotel, también fue todo extraño, durante la cena comía de una manera diferente, miraba para el lado, veía la hora. Cuando salieron del restaurant, fueron a la terraza del hotel, le dio un regalo y le dijo que en la pieza le tenía una sorpresa. En la habitación, rodeados de espumante, chocolates y flores, David se sinceró, le dijo que ella era una mujer muy importante para él, que desde el día que la vio en ese negocio sabía que quería conocerla, y que quería pasar el resto de su vida con ella, compartiendo cada minuto y cada proceso:
“…y ahí llega el momento maravilloso donde se agacha y saca el anillo y me pregunta si yo quería seguir compartiendo el helado con él. ¿Por qué me dice eso? Porque cuando me pide pololeo, justo estábamos tomando helado, relajados en una tarde y yo le pregunto si me daba helado para probar lo que él estaba tomando, y ahí él me pregunta si yo quiero compartir este helado de aquí en adelante…” (Paulina 2017)
El anillo de compromiso fue diseñado por David, Paulina incluso tuvo acceso al dibujo que él había diseñado y él buscó un anillo que los identificara, eligiendo a Atelier Altagracia que es de Carolina Guerra, una amiga del colegio de David. A él le daba la confianza de saber que ella podría cumplir con las expectativas basadas en el dibujo que había realizado. Y no se equivocó, resultó un anillo precioso de oro amarillo con ocho diamantes, y tenía todo el estilo de la novia.
Paulina y David estaban súper emocionados, lo único que querían era contarles a sus papás. Siendo los padres de la novia bien tradicionales, a David le tocó el gran desafío de ir a pedir la mano a la antigua, por lo que al siguiente día, se fueron a Molina, donde el novio finalmente habló con sus futuros suegros. Muy felices, empezaron a planear su matrimonio en Curicó, fijando la fecha para diciembre del año 2016.
Los partes de matrimonio los hizo un amigo de David que es diseñador gráfico, tenían la idea de hacer algo rústico, ya que el papá de Paulina es huaso, entonces querían respetar las tradiciones, dándole un toque que los representara con su personalidad tradicional y romántica. Eso se vio reflejado en el parte, y los novios que querían involucrarse en cada aspecto de su boda, participaron en el armado y en la envoltura de las invitaciones.
Para el matrimonio civil, que fue unos días antes del religioso, los novios contrataron para la decoración y el altar de flores a Flores La Sacra, ubicados en Molina. Atendido por dos colegas, siempre se contactaron con Beatriz Villouta que habían conocido en exponovios. A la novia les gustó por su estilo rústico chic que era lo que ella quería para su boda.
Preparación de los novios
El maquillaje de Paulina quedó a cargo de Jocelyn, profesional que Paulina conoció en la peluquería Bellísima en Curicó. La novia acostumbraba atenderse en el local, pero no sabía que la estilista maquillaba y sin haber encontrado a ningún otro profesional que la pudiera atender en su día, respiró aliviada cuando Jocelyn le ofreció sus servicios. El día anterior a la boda se realizó su manicure y pedicura con la profesional Jazmín de Bellísima.
El día de la boda, la novia y su mamá se fueron a preparar al Hotel Villa el Descanso. Hicieron una prueba de maquillaje para definir los colores tanto para ella como para su mamá, y luego las dejó hermosas, exactamente como querían.
En cuanto al peinado, la novia escogió a la peluquera Liliana Galaz de Curicó. Se había atendido en su peluquería un par de veces y, además, había visto hartas referencias de matrimonios por Internet donde ella peinaba a la novia, con muchas recomendaciones. El día del matrimonio se preocupó de dejar espléndida a la novia y a su mamá, hicieron pruebas antes, con el tocado y el velo. Le dio distintas opciones e incluso la ayudó a vestirse ese día, la calmó y amenizó la espera del matrimonio.
Escoger el vestido de novia fue una locura, al ser de región es más complejo porque no hay muchas opciones. Fue dos días a Santiago con su mamá, incluso tuvo que pedir permiso del trabajo, y con una lista de todas las tiendas donde había visto que tenían vestidos bonitos por Internet, recorrieron todo Santiago buscando el vestido que la novia pudiese probarse y decir “wau, esto es lo que quiero”. Sumado a las expectativas que tenía, más difícil se hacía escoger el indicado. El segundo día tenían una cita en La Casa Blanca, pensó que era mejor no ir porque creía que se escaparía de su presupuesto, pero finalmente su mamá la incentivó y fueron. La atención fue excelente, la hicieron sentir importante, y como novia, era algo que necesitaba. Se interesaron por todo, en qué etapa iba de la organización, qué faltaba para el matrimonio y cómo se había sentido en el proceso. Con todo este clima de confianza y comodidad, Paulina se probó su primer vestido, se miró al espejo y dijo “wau, con esto me imagino entrando a la iglesia”. Se probó varios bonitos, pero eligió el primero, incluso siendo un poco más caro de lo que ella tenía presupuestado. “Valió la pena, valió la pena la atención que me dieron, valió la pena la calidad del vestido, y eso claramente es importante.” (Paulina 2017)
Para los zapatos, la novia empezó a mirar por Internet, y luego de mucho buscar, se decidió por un zapato con encaje que vio en La Casa Blanca. Lo encontró online y le gustó porque combinaba con su vestido que también tenía encaje. Los zapatos eran blancos con la punta descubierta, por lo que al caminar se veía la punta del pie que le daba un toque especial mostrando el diseño de las uñas.
Para David también fue muy difícil escoger el traje, quería que lo acompañara Paulina, como siempre salían juntos a elegir todo, le hacía falta su opinión. Por suerte, su hermano Alejandro lo acompañó en la búsqueda del traje perfecto, el novio quería un tono azul oscuro y ceñido a su figura. Finalmente, encontró lo que andaba buscando en Saville Row del Costanera Center.
Para los zapatos no se complicó mucho, decidieron comprarlo juntos ya que solo era un accesorio y Paulina prestaba a David una ayuda indiscutible al momento de elegir. Encontraron los zapatos en Guante, un modelo clásico y de suela.
Las argollas de matrimonio las mandaron a hacer en octubre, estaban encima de la fecha del matrimonio y se estaban poniendo nerviosos, decidieron hacerlos en Santiago, en la Joyería Venezia, donde los asesoraron y les dieron un servicio de primera calidad, tanto para la elección, como en la entrega. Las alianzas tenían escrito “por siempre” haciendo alusión a “por siempre te voy a amar, por siempre te voy a respetar y por siempre contigo.”
Cuando la mamá ya se había ido del hotel a la iglesia, Rocío, la mejor amiga de Paulina que también la estaba acompañando, salió a buscar al papá de Paulina, y lo trajo a la habitación con los ojos tapados. Cuando le descubren los ojos, el papá ve por primera vez a su hija vestida de novia:
“…en un minuto Rocío le saca las manos de los ojos y para mi papá es el primer minuto que me ve vestida de novia. Y ¡wau!, fue muy bonito, a mí me emociona recordarlo, porque en ese minuto es donde uno como que se ve reflejado un poco en los ojos de tu papá, para mí siempre fue mi sueño que él me viese vestida de novia, que me entregara en la iglesia […] me abrazó, lloramos un rato, emocionados los dos, así es que eso hizo que me atrasara un poco…” (Paulina 2017)
David, por su parte, estaba vuelto loco por su retraso, quizá pensó se iba a escapar, le dio dolor de estómago, ¡estaba histérico! hasta que le avisaron que ya venía y pudo, por fin, relajarse.
Ceremonia y Sesión de fotos
La boda se realizó el 3 de diciembre de 2016 en Curicó en la iglesia La Merced, es un recinto muy significativo para la novia y su familia, ya que desde temprana edad sus papás la llevaban para agradecer por las oportunidades que les daba la vida. Se casaron a las siete de la tarde en un día maravilloso.
“Yo desde chica siempre que entraba a esa iglesia siempre pensé que en el minuto que yo me casara yo quería entrar a esa iglesia, claramente entregada del brazo de mi papá y llegando al altar con el hombre que iba a ser la pareja de mi vida.” (Paulina 2017)
Con su colorido ramo de flores de tonalidades fucsia, lila, rosado, blanco y verde, la novia caminó junto a su padre, al altar. Tanto el ramo como las flores que adornaban la iglesia estuvieron a cargo de Flores La Sacra. Alrededor del ramo, la novia envolvió el rosario de perlas de la primera comunión de su mamá. Al entrar a la iglesia, sobresalía el colgante de la cruz, se veía muy bonito.
Los novios se veían dichosos, aunque sus rostros, a momentos, delataban su nerviosismo y ansiedad. Sentados en el banco principal, Paulina lucía espléndida con su velo que caía uniformemente escalones abajo, y David, con un rostro sereno, se notaba profundamente enamorado.
David y sus amigos de toda la vida, con los cuales estuvieron juntos desde kínder en el colegio, tienen una tradición, cada vez que uno del grupo se casa, al salir de la iglesia, se reúnen en una plazoleta donde siempre se juntaban cuando eran chicos y hacen el primer brindis de casados. Y así, justo después de la sesión de fotos y antes de la recepción, celebraron íntimamente y con un espumante en ese sagrado lugar que solo ellos conocen tan bien.
Revisando por Internet fotógrafos de la región y Santiago, se encontró con la profesional Valentina Reyes, “…me gustaba mucho la calidad de la foto, el enfoque que le daba, era como muy cercana, le daba como una toma súper bonita…” (Paulina 2017)
Cuando se reunieron, ella siempre muy amorosa, se tomó el tiempo de explicarles el proceso con los novios y los protocolos en las bodas. Sin mucho qué pensar, la contrataron para el matrimonio civil y religioso, en éste último, los invitados ya la conocían y la buscaban para sacarse fotos.
Las fotografías son maravillosas, emocionan los tonos, las sonrisas y el romanticismo de los recién casados. Hicieron algunas tomas en el Cerro Condell, y gracias a la experiencia de la fotógrafa, la novia pudo cumplir su deseo de tener recuerdos de un matrimonio más bien rústico, donde no se veía la ciudad en sí. Incluso había viento y Valentina supo cómo utilizarlo a su favor.
Celebración
El banquete fue un tema importante, David y Paulina tuvieron reuniones con varias banqueteras de Talca pero no les convenció ninguna, ya que no tenían una actitud cercana, más bien los hicieron sentir como números. Recomendados por el administrador del centro de eventos donde realizaron su matrimonio, Quincho Zapallar, llegaron a la banquetera de Paulo Gaete. Se reunieron, de manera excepcional, un fin de semana en su casa, allí Paulo, inmediatamente, diseñó en un papel el plan de acción, él se encargó de la banquetería y su señora, Claudia, de la decoración. Fundamentalmente, la ornamentación se basó en flores; gerberas, astromelias y flores silvestres y se utilizaron mucho los colores palo rosa, fucsia y marfil. Había decoración aérea también, con lámparas vintage y colgantes de mimbre.
Durante la cena, tuvieron un solista con teclado, amigo de David, que también pertenece a la banda Vinilo, quien preparó un repertorio para amenizar el momento y hacerlo más íntimo. El artista también interpretó canciones más significativas y personales para los recién casados, generando un ambiente romántico e inolvidable.
La torta de la Pastelería Leche y Miel, fue una excelente y muy divertida elección que la novia encontró en Pinterest, se fijó que tuviera encaje y flores naturales. En la pastelería les ofrecieron degustación y se preocuparon de hacerla acorde a la decoración de la boda. El modelo final fue de color blanco, cada piso era de distinto sabor, tenía las iniciales “D & P” y el novio, en la punta de la torta, pedía auxilio ante la boda que se avecinaba, ¡una excelente idea para reírnos de nosotros mismos!
En ese ambiente de diferentes tonos, y con una espectacular decoración, como regalo de una buena amiga de la novia, se presentó una odalisca de la agrupación de danza árabe de Molina “Beledi”. Con un talento sinigual, bailó equilibrando un candelabro en su cabeza y sorprendió, tanto a los espectadores, como a los propios Paulina y David.
Luego vino el turno de los novios, que bailaron su vals con la canción de John Legend, parecía que estaban bajo las estrellas con todas esas luces y focos que entornaban el momento bajo un concepto único. Eso los hizo detenerse y la duración de la canción les dio el tiempo de conversar un poco, preguntarse cómo lo estaban pasando y disfrutar lo que estaban haciendo, y por qué no, sentir el momento.
Para animar la fiesta, los novios realizaron una inigualable presentación del baile tradicional chileno, ¡una animada cueca! También tenían cabina fotográfica, la cual comenzó a funcionar desde la medianoche. Luego vino el cotillón que los novios encontraron a tres cuadras más atrás de Meiggs, llegaron gracias a las recomendaciones de otros novios, negocios con más variedad y mejores precios, seleccionaron diseños prendidos con mucho flúor, resplandor y color.
Con las luces apagadas y solo con el brillo del cotillón, apareció el robot led de Cristián Astudillo, de gran altura y múltiples colores, bailaba en la pista ante la atenta mirada de los invitados. Cada actividad se desarrolló en el momento indicado y sin contratiempos gracias a la organización del banquetero Paulo Gaete, quien con una pauta específica se encargó del más mínimo detalle. Además, les facilitó dos garzones exclusivos para los novios, por lo que no tuvieron que estar pendientes de nada, simplemente se divirtieron. La cabina fotográfica proveía fotos muy divertidas donde los invitados usaron gorros y distintos accesorios para inmortalizar esos momentos. Una foto quedaba como recuerdo para ellos y una copia quedaba en un libro para Paulina y David.
Para la animación de la fiesta, eligieron a Robert Animaciones, como instructor de zumba hizo un baile entretenido y concursos para las solteras y casadas, además de encargarse de momentos específicos como lanzar el ramo y el whisky. Los hizo bailar a todos y fue muy entretenido en el escenario. Como había hartos niños en la fiesta contrataron, además del limbo led, a Anto Naranjo, que se encargó exitosamente de organizar actividades y entretener a los más pequeños durante toda la noche, ¡una excelente opción para que los adultos y los niños disfruten!
Para los invitados, Paulina, David y la mamá del novio, hicieron mermelada baja en azúcar y de diferentes sabores. Los novios se encargaron de los sticker para los frascos, y los personalizaron para los invitados y la boda. Claudia, la decoradora, le dio como idea no tener un mesón exclusivo para los recuerdos, sino que ponerlos en la misma mesa donde se sentaban los invitados, así aprovecharon el espacio y la gente supo con certeza qué regalo era el suyo.
Además de sus hermosas fotos, los novios tienen como recuerdo un video del profesional Michell Bruguerolles de MB Foto y Video, no se olviden de ver el teaser, un resumen lleno de momentos emocionantes, risas y festejo. Sin lugar a dudas, la mejor manera de rememorar día a día este gran matrimonio. ¡Muchas felicidades y gracias por compartir su boda!
Anillo de compromiso: Atelier Altagracia | Decoración, Altar, ramo de flores: Flores La Sacra | Maquillaje: Jocelyn de Peluquería Bellísima | Manicura – Pedicure: Jazmín de Peluquería Bellísima | Peinado: Liliana Galaz | Hotel preparación novia: Hotel Villa el Descanso | Vestido y zapatos novia: La Casa Blanca | Traje novio: Saville Row | Zapatos novio: Guante | Argollas de matrimonio: Joyería Venezia | Música ceremonia y banquete: Banda Vinilo | Fotografía: Valentina Reyes | Centro de eventos: Quincho Zapallar | Banquetería y Decoración: Paulo Gaete | Video: MB Foto y Video | Torta: Pastelería Leche y Miel | Robot led: Cristián Astudillo | Animación adultos: Robert Animaciones | Animación niños: Anto Naranjo |
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