La vida de Elizabeth y Daniel está unida desde que ambos eran pequeños, y es que Dios unió sus vidas ya que ambos son hijos de padres cristianos y fue en la iglesia donde sus familias forjaron una linda amistad. Muchos de sus familiares pensaban que sus vidas se unirían en el futuro aunque “nosotros, como niños, lo veíamos poco probable por la diferencia de edad (¡aunque solo fueran 4 años!), pero, al pasar los años, Dios comenzó a crear en nosotros un profundo interés del uno por el otro“. (Elizabeth, 2018)
Con el tiempo, Elizabeth y Daniel ya no se miraban como amigos y no le importaba los demás cuando estaban cerca. Así que, sin darse cuenta, se comenzó a formar un profundo y verdadero amor hasta que tuvieron su primera cita en el cine. Ambos iban muy nerviosos y es que “toda una vida como amigos y pensar en algo diferente era extraño pero, al mismo tiempo, generaba una sensación hermosa“. (Elizabeth, 2018)
Transcurrió el tiempo y, por circunstancias de la vida, la pareja se alejó unos meses. “Esto no significa que lo nuestro no funcionara sino que, por el contrario, sabíamos que lo nuestro era serio y sería para toda la vida ya que estábamos predestinados“. (Elizabeth, 2018) Los meses pasaron y Daniel tomó la iniciativa de reencontrarse, para celebrar el cumpleaños de Elizabeth y “me dijo las mismas palabras que durante todo este tiempo sentí: te extraño, te necesito, quiero que lo nuestro sea para toda la vida” y desde ese día comenzaron a imaginar un futuro. ¡Juntos por siempre!
Entonces, Dios comenzó a rodear sus vidas y, tras cinco años de relación, llegó el momento de unir sus vidas y comenzar a cumplir sus sueños juntos. Para la pedida de matrimonio, Daniel planificó todo de forma perfecta y es que “sin darme cuenta, él se fijaba en el tamaño de mis dedos y en la forma en que me gustaban los anillos“. (Elizabeth, 2018)
Al terminar un día de trabajo y estudio (el 25 de marzo de 2017), Daniel fue a buscar a Elizabeth en su auto. De pronto, se dirigió a un restaurante muy elegante y durante el camino recordaron un sinfín de instantes hermosos que habían vivido juntos. Terminó la cena y se dirigían a la casa de Elizabeth. Al despedirse, Daniel le dijo a ella que tenía una sorpresa y era una hermosa caja con muchos bombones. Cuando Elizabeth vació la caja vio que en su interior había una pequeña y delicada cajita. Elizabeth estaba nerviosa porque no sabía lo que sucedía, “Daniel me miraba de forma fija, tomo la caja nervioso y, como un príncipe, me pidió matrimonio y le dijo: ¿Quieres ser mi esposa y pasar el resto de tu vida junto a mí? y mi respuesta me salió de lo más profundo de mi corazón: ¡Sí quiero!“. (Elizabeth, 2018) Tras esta petición de matrimonio, la pareja comenzó con los preparativos de celebración de matrimonio en Santiago.
Preparación de los novios
Para este gran día, Elizabeth encargó su traje de novia en Josefina Ulloa Novias. Ella quería algo sencillo pero elegante, para sentirse ella misma y caminar relajada. Josefina entendió lo que necesitaba. Elizabeth se decantó por un vestido blanco de telas y líneas simples, con escote redondo con bordados de pedrería y pequeños destellos de plata. Además, para entrar en la iglesia, Elizabeth quería una gran cola, por lo que le realizaron una imponente capa muy liviana con mangas acampanadas y espalda en V. La capa se afirmaba al vestido con hermosos broches de pedrería a juego con la del vestido y que se complementaba con el tocado de perlas y cristales a juego.
A la hora de estar radiante en este día el maquillaje y el peinado de la novia corrieron a cargo de Sol Peinado y Maquillaje, quien colocó a la novia un tocado de perlas y cristal de Clara Flor Tocados de novia, que es una tienda de tocados argentinos. La novia se preparó en el Hotel Plaza San Francisco.
En cuanto a los zapatos, Elizabeth escogió unos dorados de la firma Gacel. Su ramo lo confeccionó Catherine del Valle Ramos de Novia (quien también confeccionó los boutoniers de los padres y el porta anillos). El ramo era un bouquet de rosas blancas y acompañado de pequeñas Gipsophilas y perlas. De Gipsophilas era también el porta anillos que llevaba la damita en forma de corazón.
Y como joyas, la novia llevaba el anillo de compromiso, que era un solitario de Joyas Barón y la argolla de matrimonio, que fue encargada en Joyas Altamirano.
Por su parte, el novio compró su traje en Sastrería Ibarra, compuesto por chaqueta, pantalón, chaquetilla, corbata y colleras, los zapatos los adquirió de la marca Guante y eran unos zapatos de suela muy elegantes.
Ceremonia
La ceremonia de matrimonio se celebró el 10 de febrero de 2018, en la Iglesia Evangélica Pentecostal y los novios arrendaron, para su llegada, un Ford Mustang 289 descapotable del año 1966 de la empresa SCJ CARS, el cual fue conducido por su dueño Sebastián Cristoffanini, quien brindó un excelente servicio, el cual llevaba a los novios una canasta con los siguientes: champagne, 2 copas, agua mineral, chocolates, chicles y música a su elección, y además ponía a disposición el automóvil para que los invitados se tomen fotos.
Después de la ceremonia religiosa, los novios se fueron a realizar una entretenida sesión de novios al centro de la ciudad, al barrio París-Londres. Las fotografías y el vídeo de su gran día fueron realizadas por Voilá Estudios que, además, se encargó de la preboda y de la ceremonia civil.
“Álvaro, Cali y su equipo son espectaculares, queríamos que documentaran nuestro matrimonio de una forma espontánea, disfrutar cada momento sin estar preocupados de tener fotos hermosas y así fue, nosotros solo disfrutamos, ellos se encargaron de retratar cada momento, de la mejor manera que pudiésemos imaginar“. (Elizabeth, 2018)
Celebración
Tras esta sesión de fotos tuvo lugar el banquete, el cual fue celebrado en el Centro de Eventos Santa Catalina de Chicureo. En el lugar, la Banquetería Javier Larraín se encargó del cóctel, cena y bufete de postres.
Para el cóctel, pensando en la temporada de celebración del matrimonio (pleno febrero) y que hacía mucho calor, los novios contrataron un pintoresco carro de Helados San Francisco a Eventos La Asamblea, que arrasó entre los invitados. Las mesas del centro de eventos estaban decoradas con centros de mesa grandes que eran bouquet de hortensias fucsia, que fue la flor que predominó en la decoración y que seguí la paleta de colores del matrimonio. Además, el banquete estuvo amenizado por el Grupo Vocal Grace.
La torta fue elaborada por la Pastelería Dulce Tentación, a la cual los novios solicitaron una torta personalizada siguiendo la temática elegida por los novios para su matrimonio. Elizabeth y Daniel no quisieron colocar los típicos novios arriba de la torta sino que querían algo más moderno, así que encargaron un cake topper a Happy Words Chile en acrílico y con sus nombres en color dorado.
Además, para las mujeres solteras, la pareja tuvo un detalle y es que les regalaron unos hermosos mini cupcakes realizados por una amiga de la novia, de la Pastelería Dulce Sabor.
Toda la decoración del centro de eventos fue complementado por Pamela Valdés, de Decora producciones y Pamela “fue muy profesional, entendió lo que necesitábamos y que queríamos darle nuestro toque al lugar. Desde el primer momento, planeamos nuestro matrimonio recordando que era nuestra celebración, nuestro momento, por lo que fue todo en base a nuestros gustos e intereses“. (Elizabeth, 2018) También, Pamela decoró el lugar con hermosas luces de hadas en el salón, terraza y palmeras en el jardín.
La decoración del lugar fue pensada desde la realización de las invitaciones, las cuales fueron diseñadas en conjunto con los chicos de Love Your Wedding, una empresa dedicada al diseño de invitaciones de matrimonio, los cuales captaron su idea y realizaron un hermoso y delicado trabajo, un tarjetón con los colores temáticos del matrimonio: blanco, rosa, verde y dorado.
En cuanto a la fiesta, fue muy diferente ya que realizaron juegos para los invitados en los que todos participaron. El cotillón fue entregado a la hora de los juegos; para los hombres: corbatas y gorros y, para las mujeres, coronas de flores.
Además, durante la fiesta, Elizabeth y Daniel contrataron los servicios de Glam Flash, un espejo interactivo en el cual los invitados se tomaban una foto. Una quedaba para ellos y la otra para un libro de dedicatorias y el fondo de las fotografías, además, seguía la temática de las invitaciones.
Para todos los invitados, los novios fabricaron ellos mismos los recuerdos. A los hombres les entregaron adornos de carritos con dulces en su interior y las mujeres fueron obsequiadas con suculentas. Cada regalo llevaba una mini tarjeta de agradecimiento igual al parte.
Uno de los momentos más emotivos de este gran día lo protagonizó la novia. Elizabeth había ensayado una canción que deseaba cantarle a Daniel en el día del matrimonio. Una amiga le ayudaría con la pista. Pero, Elizabeth es muy vergonzosa y no se atrevía a cantarla. El día del matrimonio, su cuñada (que era la única que sabía que iba a cantar), le preguntó si estaba preparada. En principio, la novia dijo que no pero después pensó: “¡Me caso una vez en la vida, no me quedaré con las ganas, hay que vivir a concho el momento que no se repetirá!” (Elizabeth, 2018) Entonces Elizabeth le informó al animador y salió rauda a cantar Aleluya versión romántica, “solo miraba a Daniel y medité en la letra; los nervios, y mayormente la emoción, hicieron que bajara mil tonos, por lo que terminé cantando como un supremo bajo, pero emocionados y felices de haber disfrutado cada momento, cada minuto, cada segundo de un día hermoso, que ambos, tanto habíamos anhelado“.
Desde Zankyou queremos agradecer a Elizabeth y Daniel que hayan compartido con todos nuestros lectores su gran día y les deseamos que el amor esté siempre presenten en sus vidas.
Preparativos de la novia: Hotel Plaza San Francisco | Preparativo del novio: casa de sus padres | Ramo de la novia, boutoniers y porta anillos: Catherine del Valle Ramos de novia | Anillos: Joyas Altamirano | Anillo de compromiso: Joyas Barón | Zapatos novia: Gacel | Zapatos novio: Guante | Maquillaje y Peinado: Sol Peinado y Maquillaje | Tocado: Clara Flor Tocados de Clara S | Vestido de la novia: Josefina Ulloa Novias | Traje del novio: Sastrería Ibarra | Auto: SCJ CARS | Fotografía y Vídeo: Voilá Estudios | Lugar del banquete: Santa Catalina de Chicuero | Banquetería: Javier Larraín | Carro de Helados San Francisco: Eventos La Asamblea | Espejo Interactivo (fotos): Glam Flash | Decoración: Decora producciones Pamela Valdés | Invitaciones: Love Your Wedding | Letras gigantes luminosas con iniciales D&E: Mei Flores | Torta: Pastelería Dulce Tentación | Mini Cupcakes: Pastelería Dulce Sabor | Animador: Pablo Bustamente | Cuarteto: Grupo Vocal Grace.
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