Los protagonistas de esta romántica historia se conocieron hace más de 11 años, cuando estaban en la universidad, y si bien estudiaban carreras distintas, el destino los unió poniéndolos en el lugar y momento indicado, y así fue que se conocieron mientras entrenaban TaekWondo.
La petición de mano llegó para su décimo aniversario de pololeo. Fue Cristóbal el que la sorprendió bajo las estrellas y lluvia dentro de una tinaja en Punta de Lobos, en el Hotel Cuarzo Lodge de Pichilemu. Tras esa romántica pedida comenzaron a organizar su matrimonio en El Tabo, eligiendo el día 20 de octubre de 2018 y el centro de eventos Puerto Castilla. Los partes del matrimonio fueron con el diseño en acuarela de su perro akita japonés en la orilla de la playa.
Preparación de los novios
Se prepararon para el gran evento en una casa a la orilla del mar con una piscina gigante. El agua era lo más importante, pues estaban rodeados de ella. La misma novia se hizo cargo de su peinado, decorándolo con un tocado de plata con colores pasteles rosas, también de elaboración propia.
El vestido escogido fue de La Casa Blanca, de silueta imperio Ivory. Se probó más de 15 vestidos, siendo el elegido el único que le gustó. Lo acompañó con un velo de 3 metros y para la noche un tapado estilo de piel. Sus zapatos plateados Gucci tenían un taco de 15 cm y una decoración en el taco brillante plateado.
El ramo de novia estaba compuesto de flores frescas: hortensias azules, rosado pastel y rosas blancas, con un toque de verde.
El novio vistió un traje color crema de Sastrería Silva & Guerrero con suspensores, camisa plisada en el pecho y zapatos burdeos charol.
Entre las joyas que lucieron, se encontraban las que Cristóbal había regalado a Viviana para un aniversario, de plata y cristales. Y los anillos de matrimonio de Paola Díaz, de diseño rústico martillado brillante, el de la novia con diamante azul.
Ceremonia y sesión de fotos
La ceremonia se llevó a cabo en un altar en la terraza de Puerto Castilla. Realizaron una ceremonia simbólica mirando al mar y como maestro un amigo de ambos. Fue un momento muy emotivo donde no faltaron las risas, las palabras nerviosas y las eternas miradas enamoradas que siempre han unido a Viviana y Cristóbal.
La sorpresa de la tarde fue por parte del novio, quien le cantó a la novia una de sus canciones, la cual los ha acompañado en sus más de 10 años juntos, ¡y eso que tienen un sinnúmero de temas que los representan! Otra anécdota muy emocionante fue contar con la presencia de su perro en toda la ceremonia y que además llevara los anillos durante la ceremonia.
Los novios sellaron con un beso este compromiso de vida que acababan de realizar. Después de tantas aventuras e historias juntos, ¡por fin era marido y mujer!
Para la sesión de fotos se encontraban inmersos en un paisaje simplemente impactante, el fotógrafo Luis Bueno hizo a los novios parte de un solo cuadro. Las rocas, arena, mar y el soplido del viento eran la escenografía perfecta para inmortalizar este día.
“Luis Bueno, ¡1000 por ciento! Detallista y atento estuvo durante todo el evento” (Viviana, 2018)
Celebración
Con un pie de cueca y una decoración bellísima los novios dieron comienzo a la fiesta. Resaltaban los colores pasteles con muchas flores e iluminación amarilla, predominando las hortensias y las rosas blancas, más pequeñas flores rosadas.
La torta de los novios de Pastelería Candelle fue decorada con hortensias azules y una figura de los novios con los personajes de la película Up, con los globos vestidos de novios. Además, toda la mesa contaba con un sinfín de opciones dulces como el cakepop, galletas, cupcakes, mini cupcakes, todo de Llavero Dulce.
De la iluminación y sonido estuvo encargado el mismo centro de eventos. Para el primer baile de casados, escogieron el tango de Gardel, “Por una Cabeza”. Presentaron una coreografía de fantasía que practicaron mucho. Una opción novedosa que los hizo brillar en la pista de baile.
Dentro de las sorpresas de la noche, destacó la del primo de la novia que les cantó tres hermosas canciones. Además de la sorpresa que Viviana le tenía al novio, la banda del puerto de Valparaíso Lista negra, quienes tocaron canciones románticas que iban desde el pop, boleros y otras baladas, ¡fue lo mejor! La banda fue tan buena que la cena se transformó en cena bailable sin planificarlo.
Como recuerdito del matrimonio, cada invitado se llevó una bolsita con galletas y una suculenta. Un excelente detalle que siempre les recordará esta entretenida boda junto al mar.
¡Gracias por compartir los detalles de su matrimonio y muchas felicidades!
Petición de matrimonio: Hotel Cuarzo Lodge | Vestido de novia: La Casa Blanca | Centro de eventos: Puerto Castilla | Zapatos novia: Gucci | Traje del novio: Sastrería Silva & Guerrero | Anillos de matrimonio: Paola Díaz | Fotografía: Luis Bueno | Torta: Pastelería Candelle | Postres: Llavero Dulce |
Selecciona a los proveedores que quieres contactar
¿No te quieres perder las últimas novedades para tu boda?
Suscríbete a nuestra newsletter
Danos tu opinión