Se conocieron hace más de 12 años cuando estaban en el colegio. En tercero medio se había formado el curso matemático y un mes después entró Katherine, de las últimas. Como era la compañera nueva, todos los hombres del curso de acercaron a conversar con ella, excepto uno, su impensado futuro marido, Milenko Pastén. A esa edad todo comenzó como un juego, de hecho, solo se veían en el colegio porque la mamá de Katherine, quien siempre ha sido muy estricta, no la dejaba pololear, incluso la iba a dejar y buscar al colegio para que ella no se escapara. Recién se resignó cuando Katherine cumplió 18 años en septiembre y la relación entre los dos se hizo formal, justo antes de egresar de cuarto medio.
Al año siguiente, en 2009, antes de entrar a la universidad Katherine quedó embarazada, fue una locura para la familia y ella se sintió fatal por fallarles, pero también fue lo mejor que les pudo pasar en la vida. La pequeña Martina fue y será siempre quien una las vidas de los protagonistas de esta historia.
“No ha sido todo perfecto, hasta parece teleserie, estudiamos juntos en el colegio, en la universidad, trabajábamos de empaques universitarios, y a pesar de los largos 12 años y vernos casi todos los días estuvimos separados en varias ocasiones y la última vez fue por casi 2 años y creímos que jamás volveríamos a estar juntos, pero el amor era tan fuerte que cuando volvimos la última vez en el 2014 dijimos esta es la vencida.” (Katherine, 2018)
Disfrutan mucho pasar tiempo en familia, aman ver reír a Martina y ver películas juntos, ya que los tres son fanáticos del cine. De vez en cuando salen solos a pololear para no perder la magia, “…es la clave de permanecer 12 años unidos.” (Katherine, 2018) Nunca vivieron juntos porque Katherine siempre respetó los deseos de su mamá, a pesar de haber quedado embarazada, jamás dejó que se quedaran juntos hasta que se casaran.
Así fue como Milenko le pidió matrimonio el 14 de febrero de 2017, ya estaban estables económicamente y a ella le entregarían su primer departamento en mayo de ese año, por lo que ya era momento de que se atrevieran a dar el paso. Siempre supieron que algún día se casarían, pero Katherine nunca se imaginó que ese Día de los Enamorados Milenko le propondría casarse. La invitó como cualquier otro día de San Valentín a una cena para dos y luego en el restaurant le dejó un mensaje diciendo que valía por una noche romántica en un hotel, puso la dirección en el GPS y ella solo manejó sin saber dónde iba y preguntándose como lo haría al día siguiente con el trabajo y que no le había avisado a su mamá, quién llevaría a Martina al colegio… “Yo lo tenía todo arreglado, de hecho siempre le digo que lo tenía planeado desde hace muchos meses atrás.” (Milenko, 2018)
Una vez en el hotel, entraron a la habitación y con un ramo de rosas le preguntó ¿te quieres casar conmigo? Katherine se puso muy nerviosa, la pilló de sorpresa y no pudo responder, hasta le pidió que bajaran porque necesitaba tomar aire. Fueron a la terraza a ver un show en el hotel del día del amor y empezaron a hablar de cualquier cosa menos de la propuesta, hasta que él volvió a preguntarle y esta vez más relajada ella le dijo que ¡claro que sí!
Organizaron su matrimonio en Santiago para casarse por el civil el 26 de enero y luego por la iglesia el 10 de febrero, llevarían a cabo esta última ceremonia en la hermosa Iglesia de San Lázaro para después celebrar a lo grande en el Hotel Manquehue. Las invitaciones las diseñaron Lobly Invitaciones, muy perfeccionistas, y con una atención personalizada, diseñaron justo lo que los novios querían.
“Debo decir que yo me enamoré de ambos lugares a primera vista, y Milenko como quería darme en el gusto en todo, jamás me dijo que no a nada, se hizo todo donde y como yo quería, fue realmente soñado.” (Katherine, 2018)
Preparación de los novios
La novia comenzó su día alistándose en el Hotel Manquehue acompañada de sus padres, Milenko se encontraba en el mismo recinto, pero ambos estaban en diferentes habitaciones y sin ninguna posibilidad de toparse, ¡lógicamente! La maquilló y peinó la talentosa Paula Batista, quien además de ser muy amorosa, trasmite mucha confianza y hace que la mañana previa a la boda sea lo más relajada posible. De esta manera, junto a su hermana y mamá que la acompañaban se rieron y disfrutaron cada momento. Katherine lució colores pasteles rosa que le acentuaban el color de sus ojos y un peinado semi-tomado con ondas que se encontraba adornado por un tocado y un precioso velo.
El vestido de novia a medida, de escote corazón y cintura baja, fue diseñado por Marisa Mascareño. Fueron diseñando el vestido en conjunto, ella incluso la acompañó a comprar las telas, consiguiendo un modelo resaltaba el cuerpo de Katherine de la mejor manera, “…realmente 100% recomendada, fue tan simpática y me dio tanta confianza que hasta la invité a la cena del matrimonio.” (Katherine, 2018)
Completó su look con unos zapatos tipo princesa con mucho brillo y altos diseñados por Zapato Soñado. El nombre de la tienda les viene perfectamente puesto que la novia obtuvo exactamente los zapatos que deseaba, y fueron tan cómodos que pudo bailar con ellos toda la noche.
Su ramo de flores fue un regalo del Hotel Manquehue, hecho por la florista y decoradora del salón Antonella Cabello. Fue una elección de la misma Katherine que escogió rosas de distintos tamaños y en colores fucsia y pasteles ¡una belleza!
El novio encontró su traje ideal color burdeo en Nevada Novias. Milenko fue con su mamá y las hermanas de Katherine a buscar y probarse, siendo Nevada Novias el único lugar donde le gustó. Los zapatos fueron comprados en Florsheim, 100% cuero, muy bellos y de semi-charol. Los novios recorrieron todas las tiendas de hombres para conseguir lo que él andaba buscando.
El anillo de compromiso fue de Joyas Barón, un cintillo de oro blanco con 50 diamantes pequeños. Por su parte, las argollas de matrimonio fueron escogidas en Joyas Altamirano, un modelo bicolor, la de ella con un diamante de dos puntas. “…lo recomiendo a ojos cerrados, a nosotros nos atendió directamente Eduardo Altamirano y cumplió en todo, hasta última hora cuando le pedí que agrandara mi argolla.” (Katherine, 2018)
Ceremonia y sesión de fotos
La ceremonia se llevaría cabo en la magnífica y elegante Parroquia San Lázaro, poseedora de una infraestructura hermosa y decorada por las floristas de Lorangerie en tonos pasteles. La novia llegó hermosa y con una gran sonrisa en un elegante automóvil Packard Clipper año 1942 color guinda de Allen de Crea Eventos. Eso no había sido planeado realmente así, ya que se suponía habían reservado una burrita roja descapotable, pero media hora antes de recoger a la novia, llamaron para decir que esa no estaría disponible a la ida, pero si a la vuelta. A la novia casi le da un ataque, luego se resignó y finalmente pensó que no era tan malo después de todo, ¡tendría dos autos en su boda!
Tres pequeños pajes precedieron la elegante entrada de la novia del brazo de su padre, entre ellos Martina. En el altar se encontraba Milenko esperando recibir a Katherine. La ceremonia fue muy emocionante y personalizada, estaban convirtiendo un sueño en realidad junto a su pequeña hija que fue la encargada de llevarles los anillos.
A la salida, los esperaba la burrita roja del año 1930, tal y cual lo habían planeado. Y en esta reliquia de auto se fueron a fotografiar y disfrutar sus primeros momentos de marido y mujer.
La primera parte de su sesión de fotos fue en el mismo centro de la gran capital, con un estilo más casual se dejaron llevar por las sonrisas, los colores y el ambiente citadino. El fotógrafo a cargo Rodrigo Villagra realizó un magnífico trabajo inmortalizando la dicha de los recién casados, quienes terminaron su sesión en el pintoresco puente del Hotel Manquehue.
“Las fotos y video quedaron en manos de Rodrigo Villagra y su equipo, y la verdad es que fue la mejor decisión que pudimos tomar ya que desde la primera reunión dijimos ellos son. Muy dedicados a su trabajo, profesionales, animaban a la gente para las fotos, estuvieron desde que nos arreglábamos en el hotel hasta la última actividad del matrimonio, sus fotos quedaron muy bellas, si era necesario tirarse al piso para una mejor toma lo hacia. De verdad que si tuviera que recomendarlo, lo haría a ojos cerrados y diría que no se arrepentirán porque se van a la segura. (Katherine, 2018)
Celebración
El salón Los Riscos del Hotel Manquehue estaba resplandeciente, la decoración fue hecha por la decoradora del recinto, Antonella Cabello, predominando el fucsia combinado con tonos pasteles. Los novios bajaron las escaleras para realizar la entrada oficial al salón, donde brindaron agradeciendo la presencia de todos sus invitados y dándoles la bienvenida a la mejor fiesta del año. Luego vino el banquete del cual se encargó el mismo hotel. “Lo bello de este hotel, son sus jardines, la infraestructura maravillosa, eso nos enamoró del lugar.” (Katherine, 2018)
La torta de 3 pisos fue realizada por Pastelería Dulce Tentación, un diseño muy lindo y con un sabor delicioso. La música e iluminación estuvo a cargo de la Kalypso Producciones, contaron con voz en off que la novia recomienda porque los hicieron sentir protagonistas 100% de su matrimonio. Ellos se dedicaron a animar a los invitados y a bailar con todos.
Para el baile de los novios escogieron la “Hasta mi final”, dieron cada paso riendo y mirándose, disfrutaron juntos, luego con su hija y padres. “…la verdad es que la escuchamos y aun nos emocionamos, era la representación fiel de lo que nos estábamos prometiendo, y no tan solo los dos, si no que también con nuestra hermosa hija.” (Katherine, 2018) Milenko y Martina realizaron un baile que los emocionó a todos, realmente un espectáculo difícil de olvidar.
Contrataron una cabina de fotos junto a un robot led a SmartPhoto Cabinas que encendieron mucho la fiesta, entre el cotillón, y los diferentes colores y mensajes todos disfrutaron, rieron, cantaron y bailaron hasta las 5 de la madrugada sin parar.
Como obsequio para los invitados, a las mujeres les compraron pantuflas a Savia Novios para que bailaran toda la noche sin excusas y para los baños compraron kit de emergencia a Dilo con Amor, ¡una muy buena elección!
Y qué mejor que terminar la boda con miles de recuerdos, por esta razón es que encargaron un inolvidable video a Rodrigo Villagra, el teaser sintetiza los mejores momentos, ¡los más emocionantes que nadie puede dejar de ver y recordar!
“Y del video ni hablar, fueron tomas perfectas, un resumen de 7 min que ni yo en mi cabeza las hubiese podido resumir mejor e hicieron tan protagonista a nosotros como a nuestra hija, tal como lo pedimos.” (Katherine, 2018)
¡Felicidades por su romántico matrimonio y gracias por compartirlo con nosotros, les deseamos toda la felicidad del mundo junto a la pequeña Martina!
Centro de eventos y preparación de los novios: Hotel Manquehue | Invitaciones: Lobly Invitaciones | Maquillaje y Peinado: Paula Batista | Vestido de novia: Marisa Mascareño | Zapatos de novia: Zapato Soñado | Ramo de flores y decoración salón: Antonella Cabello de Hotel Manquehue | Traje del novio: Nevada Novias | Zapatos del novio: Florsheim | Anillo de compromiso: Joyas Barón | Argollas de matrimonio: Joyas Altamirano | Decoración iglesia: L´orangerie | Automóvil: Allen de Crea Eventos | Fotografía y Video: Rodrigo Villagra Fotografía y Video | Torta: Pastelería Dulce Tentación | Música e Iluminación: Kalypso Producciones | Cabina fotográfica y Robot Led: SmartPhoto Cabinas | Pantuflas invitadas: Savia Novios | Kit de emergencia: Dilo con Amor |
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