Cuando estás en un evento que requiere cierto protocolo, las apariencias y los pensamientos no suelen ir por el mismo camino. De hecho, quizá sea uno de los escenarios donde se respire mayor falsedad, casi siempre empujada por la educación y el “quedar bien” que deben primar en estos actos. Sin embargo, en esta ocasión, vamos más allá y analizamos los pensamientos más oscuros que circulan por la cabeza de una persona en un matrimonio, aunque no puedan decirse bajo ningún concepto. ¿Te sientes identificado?
1. Criticar la vestimenta de los novios
Sabemos los novios no siempre eligen el modelo que más se lleva o que mejor les queda, pero es su matrimonio. Ellos pueden llevar cualquier indumentaria que quieran, incluso ir disfrazados de payasos, que tú no debes bajo ningún concepto criticarles. No tienes por qué decir que te encanta sus looks si no lo piensas. No se trata de mentir, sino de focalizar tu energía en cosas más importante como disfrutar el momento.
Cómo elegir el vestido de novia perfecto en cinco pasos. ¡Encuentra el mejor diseño!
2. Criticar los discursos
En estas celebraciones, muchas veces los invitados quieren expresar cuánto quieren a la pareja. A veces realizan discursos divertidos y otras veces son largos y aburridos para quienes no conozcan a la persona. Si te aburren los discursos y no quieres escucharlos, guárdatelo para tí ese día. Como buena amiga de la pareja, debes permanecer allí escuchando el discurso. Y también debes mantener alejadas las manos de tu celular.
¿Cómo hacer un discurso de matrimonio? 10 claves para el brindis perfecto.
3. Mostrarte aburrida
Las bodas civiles son cortas, así que no te va a dar tiempo a aburrirte. En cambio, las ceremonias religiosas en la iglesia pueden hacerse tediosas. También ocurre lo mismo con los discursos de los familiares y amigos, o con las charlas con gente desconocida entre plato y plato. Prueba tu paciencia y tu respeto máximo a la maravillosa pareja que se casa e intenta involucrarte para que el tiempo se pase volando.
4. No apostar por la relación
Hay parejas que se casan a los dos días de conocerse y otras que no se casan en la vida. Si vas a asistir a un matrimonio de una pareja que tu consideras inestable, no hace falta que comentes a nadie la poca fe que tienes a su relación. Sólo disfruta de la ceremonia y alégrate por ellos. Mientras sean felices en ese momento, ¿qué te importa? Además, si comentas eso a alguien y por error lo escucha un familiar, no le hará ninguna gracia.
5. Criticar la comida que te sirven
Quizá pienses que has pagado más por el cubierto de lo que deberías. Aunque haya poca comida o la comida no sea muy cara, no lo critiques. Hay diferentes tipos de matrimonio y cada pareja tiene su presupuesto. No puedes exigir a todo el mundo que elija el plato más caro del menú para que tu no te arrepientas del dinero que les has regalado. Se comprensiva y disfruta de lo que te sirven. Y si te quieres desahogar, hazlo después en casa.
6. Decir que la boda tiene un estilo desfasado
Hay parejas que todavía celebran bodas muy tradicionales. Muchas veces imaginamos de niñas cómo queremos que sea nuestra boda, y ya de adultas seguimos al pie de la letra lo que habíamos soñado entonces. A pesar de que los tiempos cambian y los matrimonios se están volviendo más modernas y entretenidas, también las hay clásicas. No te pongas a criticar con el resto de invitados lo aburrida y sosa que es la boda. No importa lo clásica que sea, trata de disfrutarla, seguro que no es tan mala. Las tradiciones perduran en el tiempo, por muy absurdas que sean, procura no poner mala cara a ninguna de ellas.
10 tradiciones y creencias nupciales que deberíamos modernizar por completo.
7. Hablar de las ganas que tienes de emborracharte
Sí, en los matrimonios se bebe. De principio a fin. Pero se trata de una celebración donde se reúnen amigos y familiares con los que quieres quedar bien. Así que no confundas el matrimonio con la despedida de soltero. Modérate. No eres un niño pequeño, y no debes hacerle pasar un mal rato a tu acompañante ni al resto de los invitados. Bebe hasta ponerte contento si quieres, pero que no te tengan que sacar arrastrándote de la pista de baile.
8. Criticar el regalo que te den
La pareja de recién casados siempre agradece al invitado con un obsequio el haber asistido a su boda. Es un detalle hecho con cariño así que debes recibirlo con una gran sonrisa. Nunca digas que no te gusta el detalle, que no te sirve de nada o que ocupará un espacio innecesario en tu estantería. Son cosas que te debes guardar para ti. Si se lo comentas a alguien, quedarán muy mal.
¿Cómo elegir los recuerditos de boda perfectos? ¡Haz que sea un detalle único para tus invitados!
9. Criticar la música
Cada uno tiene su propio gusto en música. En una boda te pondrán un popurrí de canciones de todo tipo, desde rock hasta reggaeton. Y si no te gustan los clásicos, vas a tener que bailarlos igual. Esos temas que nunca pasan de moda, son los más divertidos en las bodas. Así que no critiques la música, da igual de qué año sea. Baila y disfruta sin quejarte tanto.
Música para tu fiesta de matrimonio: ¡las tendencias que harán bailar a todos en tu boda!
Hay que guardar las formas, pase lo que pase. Mantén la compostura y se educada en todo momento. Independientemente de cómo sea la boda, seguro que te acabarás divirtiendo y generando anécdotas que contarás siempre.
Si tienes que asistir a un matrimonio dentro de poco y no sabes que ponerte, ¡atenta a estos artículos que te dan los mejores consejos de moda nupcial! Cómo ser la invitada perfecta a un matrimonio. ¡Cinco tips básicos para triunfar! y Cómo elegir el vestido de fiesta para invitadas de boda según la forma de tu cuerpo. ¡Atenta a estos trucos!
¿No te quieres perder las últimas novedades para tu boda?
Suscríbete a nuestra newsletter
Danos tu opinión